¿El resultado es lo único que mide al ciclista?
Por @amatiz12
Una realidad fundamentada dentro del ámbito deportivo es que es atleta vale por sus resultados, pero, ¿ese es un criterio que realmente aplica para todos? Fabio Felline (Astana-Premier Tech) mostró su desacuerdo con la premisa de que si el ciclista no gana, entonces es un fracaso. Existen otras funciones que le dan valor a su labor, así no estén ligadas a sus resultados.
“Siento que a veces un corredor no es realmente apreciado por lo que está haciendo, más bien es criticado por lo que no pudo hacer”, afirmó el italiano en entrevista con SpazioCiclismo, que tiene esa sensación de que afición y medios los miden no más por su puesto en una carrera. “Este es un discurso general, no se refiere solo a mi persona. A veces tengo la impresión de que ganas o no has hecho los deberes. Hablo a nivel mediático, en el entorno se reconoce mi trabajo, y el de quienes se ponen al servicio del equipo”, aclaró.
Pero un factor que ve como determinante en la percepción sobre un ciclista es la proyección que muestra desde juveniles. Si es uno más de la masa, no se le exige mayor cosa, pero si tiene un don para explotar a futuro, la presión será mayor. “Si te vuelves profesional y la gente piensa que eres un corredor normal, trata siempre de ver la parte buena de lo que haces. Si, por el contrario, siempre te han visto como el talento, lo que debe surgir y luego no lo ha logrado del todo, automáticamente nunca se ve el aspecto positivo, siempre se ve lo que no has hecho”, explicó.
No todos los que llegan a categorías profesionales, lo hacen con el objetivo de ganar y arrasar con todo. Cada pedalista es diferente y unos tienen más límites físicos que otros. Entonces, para que esos cuyo destino no está adherido al triunfo constante puedan brillar, deben reinventarse e involucrarse en otros roles donde el objetivo no sea hacer ‘x’ posición en alguna carrera, sino donde pueda colaborar para que otro cumpla con esa tarea.
En su momento, con los colores del Trek, Felline tuvo esa chance resultadista en abundancia, destacando su título en la clasificación por puntos de la Vuelta a España 2016. Pero una vez su curva echó para abajo, tuvo que cambiar la mentalidad y sobresalir con esas faenas más solidarias. “Hoy me cuesta decir “voy a esa carrera y garantizo el resultado”, pero puedo garantizar un gran trabajo a mis compañeros”, analizó el corredor de 31 años.
Y puntualiza más a fondo con su caso, que se ha replicado incluso con grandes referencias del ciclismo que en su ocaso, se divorciaron de la búsqueda de las victorias. “El problema es que a Fabio Felline todavía no se le ve como si fuera ‘reciclado’ en el rol de hombre de equipo, siempre se le ve como un líder. Si reviento no es porque no esté bien, es porque mi trabajo es reventar”, añadió Fabio, dejando en el aire esa reflexión de si realmente un ciclista es malo o no sirve si su nombre no aparece en lo alto de una clasificación.
Alejandro Matiz¿Te gusta lo que hacemos? Seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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De acuerdo. Ese valioso trabajo se ve mal agradecido por parte de nosotros los mal llamados aficionados, pero en realidad si no es por estos hombres tendrían que hacer las etapas bastante mas cortas antes de que sean los hombres de primera línea los que revienten sin llegar al primer centenar de kilometros .
Sin lugar a dudas, en los últimos años, el mejor gregario ha sido Wout Poells. De esos que no dejan la piel botada en la vía, sino, de los que entregan campeonatos a su jefe y capo.
Muy sencillo. Si el resultado fuera lo único que midiera al ciclista. Raymond Pulidor, no hubiera sido el grande que fue en el Tour de Francia. Rigo, no fuera el gran ciclista que es (algunos no les gusta porque no ataca, pero no niegan la calidad del ciclista), Parra no hubiera sido el gran ciclista que fue en Europa (y no ganó nada), Ocaña, no tendría la trascendencia que tiene para los Españoles. El “viejo” no sería el gran ciclista colombiano que fue y será a pesar de solo haber ganado un Clásico y una Vuelta y ser claramente derrotado por Rafael A. Niño. Y así, cientos de ejemplos. El ciclismo, a diferencia del fútbol, tiene otro tipo de aficionado. No solamente premia la victoria. Y si nos vamos al marketing, con mostrar la camiseta en una fuga, ya estás pagando el patrocinio. Así que en el ciclismo, no todo es el resultado.