Los gregarios de Evenepoel en La Vuelta hablan del “miedo” que tenían

El Quick Step Alpha-Vynil es uno de los equipos más ganadores de los últimos años pero solo hasta hace poco empezó a orientar sus esfuerzos en tener un calendario más diverso, en dónde las carreras, diferentes a las clásicas de primavera, tuvieran cabida. Por eso la presión por hacerse con la primera Gran Vuelta de su historia no fue menor.

Por @marioqpet

Foto: AFP.

Remco Evenepoel ha tenido un año de ensueño, donde ha podido ganar Lieja y el Mundial, además una vuelta de tres semanas como La Vuelta a España. Fue en esta carrera, donde Ilan Van Wilder y Louis Vervaeke acommpañaron al belga en la consecución de su título. Ya finalizada la temporada, han afirmado la tensión que se sentía en el ambiente del equipo, en una entrevista con Wielerrevue.

Fue en la última etapa de montaña, la penúltima de la carrera: era el todo o nada. Allí Remco tenía 2 minutos de ventaja sobre Enric Mas, el segundo de la general. Había nervios.

“Antes de esa última etapa de montaña, tenía mucho estrés”, dice Vervaeke. “Tenía verdadero miedo al fracaso por no estar en el momento. Que Mas nos atacara y que Remco quedara aislado. Había mucho en juego y tengo que admitir que estaba muy nervioso en ese viaje”.

Van Wilder, por lo que parece, tuvo la misma impresión: “Ese día hubo un gran contraste con el resto de las etapas. Antes de ese viaje, había silencio en el autobús y se notaba el estrés. También lo noté al final de la carrera. Parecía que se nos había caído el peso de los hombros. Remco dijo después que estaba muy nervioso, pero tengo que decir que yo no lo viví así. Para ser honesto, no noté ningún estrés en él. Seguía poniendo su música a todo volumen, como todos los días”.

Por su parte, Vervaeke sí que notó algo diferente en el semblante de su líder, pero afirma que Remco cargó con la presión perfectamente: “Él estaba más callado que de costumbre. Pero, aun así, lo hizo muy bien como líder”.

Louis fue corredor de Alpecin-Fenix y, por tanto, pudo compartir equipo con otro grande del ciclismo actual: Mathieu Van der Poel. El gregario belga que ha gozado de juntarse con estas estrellas, valora la dedicación y tranquilidad que ellos demuestran: “Lo que me llama la atención es que a esos chicos les gusta mucho el juego. Especialmente con Mathieu, tenías esa sensación. Incluso en los entrenamientos, no se trataba de números, sino de hacerse daño. Lo que me sorprende es sobre todo lo tranquilos que están estos chicos bajo presión. No hay que subestimar la presión que se ejerce sobre ellos. Es una gran diferencia la forma en que se enfrentan a eso”.

Mario Vargas

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