Luego de su actuación en la Vuelta a España, donde ganó una etapa y terminó segundo en la clasificación general, Ben O’Connor ayudó a Autralia a conseguir el oro en los relevos mixtos contrarreloj por equipo en Zúrich, sin embargo, el desafío en el Campeonato Mundial es la carrera de ruta masculina élite, “es un recorrido difícil. Es más técnico de lo que parece en el papel, así que tengo curiosidad por ver cómo será en el pelotón”, explicó O’Connor. “A veces es bastante estrecho. Si las cosas van a estar en la elástica, me gustaría ver cómo se desarrolla. En Quebec, por ejemplo, puedes estar en la última rueda hasta dos vueltas antes del final, pero cada circuito es diferente”.
Los australianos cuentan con ciclistas de renombre como Michael Matthews, Jai Hindley y Jay Vine, así las cosas, O’Connor destacó lla versatilidad del equipo, “no solo nos centramos en Matthews. Tenemos varios hombres que pueden llegar lejos. Jai Hindley está ahí, y tanto Jay Vine como yo nos desempeñamos bien en el relevo mixto. Podemos participar con varios chicos de diferentes maneras”. Pero el australiano es consciente de la calidad y posibilidades de los rivales, por ejemplo, Tadej Pogacar, campeón del Giro de Italia y del Tour de Francia, y de Remco Evenepoel.
Ben O’Connor dice que si bien es cierto ambos son grandes figuras, enfocarse solo en ganarle a Pogacar sería un error, “no se trata solo de Pogacar. Remco Evenepoel tiene un historial igualmente impresionante en carreras de un día. Tenemos que mirar a más hombres y jugar con nuestros puntos fuertes. Quizá tengamos que hacer algo fuera de lo normal”. También habló sobre su estado físico, “la primera semana después de la Vuelta fue realmente dura, nunca me había sentido tan mal físicamente después de una Gran Vuelta. En la segunda semana sentí que algo me había pasado por encima, estaba muy cansado todo el tiempo. Pero aquí, en el relevo mixto, me sentí bien, así que estoy listo para la última gran carrera que me queda este año”.