Estudia medicina mientras lanza velocistas

La asombrosa historia de un corredor del Jayco que compagina una doble vida. Estudia medicina mientras lanza velocistas

Si bien hay excepciones a la regla, la mayoría de los corredores del pelotón se dedican a tiempo completo a la bicicleta. Las horas diarias de entrenamiento, meses fuera de casa y una vida dedicada a las dos ruedas a menudo no dejan tiempo para otras pasiones y compromisos, especialmente si estos compromisos son tan complicados como una carrera académica. Sin embargo, Max Walscheid, corredor de Jayco AlUla, logró combinar sus proyectos, apuntando así a tener un futuro asegurado luego de colgar la bicicleta.

Apuntes y bicicletas

El alemán, de 31 años, es uno de los lanzadores de Dylan Groenewegen en la actualidad, y poco tiempo atrás lo era de Bryan Coquard en el Cofidis, aunque logró algunas victorias por su cuenta en carreras como el Tour de Langkawi. “Convertirme en médico ha sido mi ambición desde que terminé la escuela”, comenzó Walscheid en una carta publicada en Rouleur.

“Nunca pensé en convertirme en corredor profesional, además porque no vengo de una familia de atletas y no conocía a nadie que se ganara la vida gracias al deporte. Mis padres y mi hermana mayor también son médicos, así que se podría decir que esto es un poco una vocación familiar”. “Puede que suene un poco cursi y no quiero parecer un héroe, pero nada vale nada si no estás sano y creo que ayudar a la gente que tiene problemas de salud es el mayor bien que puedes hacer”, agregó.

Sus inicios

Sin embargo, la pasión por el ciclismo, unida a un poco de suerte y a una considerable capacidad física, lo empujó a las dos ruedas, por lo que sus estudios pasaron a un segundo plano durante algún tiempo, si bien había empezado las prácticas en una universidad en Heidelberg mientras corría como sub-23 para el equipo continental Stölting.

“Los fines de semana competía bastante, pero durante la semana estaba en la universidad la mayor parte del tiempo”, recordó, pero siguió: “En 2016, me uní a Giant-Alpecin y, aunque seguí estudiando un poco mientras estaba lesionado después de un accidente en un campamento de invierno del equipo, finalmente tuve que hacer una pausa en mis estudios durante mis primeros años como profesional porque estaba tan ocupado con mi carrera ciclista que todo me resultaba abrumador”.

El retorno a sus estudios

Pero después volvió su motivación de estudiar. “En 2020 me rompí la mano antes de la París-Niza y luego llegó el Covid. Estaba en casa y no podía entrenar y en consecuencia decidí empezar a estudiar de nuevo. Tenía miedo porque después de un par de años de parar tenía la sensación de haberlo olvidado todo, pero fue la decisión correcta”.

Walscheid ya terminó la primera carrera principal y ahora tiene que completar algunos cursos para poder inscribirse en la segunda, que involucra el segundo examen estatal y poder llamarse oficialmente como médico.

¿Será médico de ciclistas?

Se trata de una de las primeras oportunidades que Walscheid decide contar esta historia a corazón abierto. “Nunca hablé de mis estudios porque no quería que me vieran como el “futuro médico”. Quería que Max Walscheid fuera considerado el corredor profesional, un buen corredor profesional. Pero llegar a Jayco AlUla fue un sueño porque inmediatamente mostraron interés y me empujaron a hablar de ello”.

“En este momento no sé en qué campo quiero especializarme. Me gustaría empezar como médico de cabecera y no me importaría seguir involucrado en el mundo del ciclismo. No creo que un ex profesional haya llegado a ser médico de equipo, eso podría ser interesante y creo que también tendría una gran credibilidad con los corredores si hubiera sido uno de ellos”, señaló. “Tengo mucho respeto por los médicos del equipo porque, si bien es cierto que en el 95% de los casos ocurren los mismos problemas, como problemas en las ingles, dificultades para respirar o lesiones por caídas; en el 5% restante puede pasar cualquier cosa y deben hacerlo. ser capaz de entender todo rápida y cuidadosamente para determinar cuál es el problema y la cura.”

Sus consejos para los jóvenes: “ahora son poco capaces de interactuar socialmente”

¿Cuáles son sus consejos para los aspirantes al ciclismo que quieran tener un plan B para el final de la carrera?” Creo que a la mayoría les vendría bien tener experiencia en otros entornos laborales. No tiene que ser una carrera, incluso puede ser un curso de mecánica automotriz. Hoy veo lo parecidos que se están volviendo los menores de 23 años a los profesionales y al mismo tiempo lo poco capaces que son de interactuar socialmente y en la “vida normal”, comentó sobre los nuevos jóvenes que ingresan al deporte.

En ese sentido, contó sobre los cambios en la puerta de entrada al ciclismo. “Soy una de las últimas personas que tuvo una etapa como Sub 23 que no viví como profesional y me divertí mucho los fines de semana o fuera de temporada. Hoy creen que tienen que poner toda su energía en vivir como un profesional, no creen que tengan que estudiar porque eso sólo sería un obstáculo para su carrera, pero creo que ese es el enfoque equivocado”.

“Cuando aprendes a montar un coche o a escribir un ensayo, también ganas un poco más de credibilidad contigo mismo y comprendes cuál es tu propósito. Tener esta conciencia además de ser corredor, creo que aumenta tu confianza y te hace más feliz y mejor corredor”, afirmó. El alemán lo tiene todo claro. “Me gustaría volver al Tour el año que viene; estaría bien ser campeón nacional; y Roubaix siempre está en mi mente porque es el único monumento que potencialmente puedo ganar. Sin embargo, una vez que termine mi carrera, sé dónde está mi futuro”.

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