Van Aert y el ejemplo para Latinoamérica: “Nosotros tenemos cultura de autocrítica”
Y eso que es una de las máximas estrellas del ciclismo. Van Aert y el ejemplo para Latinoamérica: “Nosotros tenemos cultura de autocrítica”
Van Aert y el ejemplo para Latinoamérica: “Nosotros tenemos cultura de autocrítica”
Y eso que es una de las máximas estrellas del ciclismo. Van Aert y el ejemplo para Latinoamérica: “Nosotros tenemos cultura de autocrítica”.
En la era de las exageraciones, redes sociales y endiosamiento hacia figuras deportivas o pop, Wout van Aert regaló un ejemplo de por qué es distinto entre tanta superficialidad. Y el mismo sirve para aplicar a una cultura como la latinoamericana, donde la idolatría absurda es casi una religión.
“En la cultura de nuestro equipo todos tienen permitido ser críticos”, dijo a Sport Knack. “Mis compañeros tienen permitido decirme si creen que hice algo mal”, continuó el corredor, que tiene contrato de por vida en Visma Lease a Bike, con lo que eso significa.
“Es algo que aprecio porque así se aprende, de eso se trata, de progresar”, tiró el belga. Enseguida se encargó de resaltar que este modo de pensar y trabajar proviene de Merijn Zeeman, mente maestra que llevó la estructura a lo más alto y luego se marchó al fútbol.
“Desde el inicio él me dio un rol distinto, el de líder. También me dio libertad para que yo elevara mi voz y dejara saber a los demás que estaba allí”, recordó. “Si esa es tu opinión se la tienes que decir a tus compañeros”, agregó, en referencia a un dicho de Zeeman.
“Siempre fui asertivo, me lo inculcaron mis padres”, reflexionó van Aert. “Ellos siempre me dijeron lo que pensaban. Al menos en la cultura neerlandesa, decir las cosas de frente es algo correcto. Quizás lo hice de modo más diplomático, pero fui escuchado y de allí nació mi liderazgo”, cerró.
El patético divismo latinoamericano
Las declaraciones de una de las máximas estrellas del pelotón mundial sirven para generar un poco más de conciencia de este lado del Atlántico. Aquí, cualquier atleta o figura pop es tomada como ejemplo aún cuando su mérito sea golpear un balón.
Nadie se fija cómo habla y sus valores, aunque claro, exponen a sus niños a la influencia del divo de turno. Y obviamente, se convierten en seguidores religiosos de estrellas que, como cualquier humano, luego cometen errores.
Y allí viene el problema. Nadie puede criticar o enseñar algo a esos humanos famosos, que acaban estancándose por no prestar atención a quienes tratan de ayudarlos a crecer. Debe ser difícil escuchar una crítica en medio de tanto halago vacío.
En el caso puntual del ciclismo, sin dar nombres, es evidente que una generación entera quedó atrás por no actualizarse a la par de los europeos. No sólo se trata de dar pedales, sino de aceptar críticas para cambiar y mejorar.
Si van Aert, que podría irse a su casa y ya ser recordado en la historia del ciclismo, agacha la cabeza y busca crecer, ¿cómo no hacerlo quienes “apenas” aspiran a renovar un contrato cada dos años en el pelotón?
Un tema que invita a la reflexión de cara a eliminar un mal propio del populismo Latinoamericano.
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Latinoamerica es un continente colonizado; además hoy en día se habla de la postcolonización. Imaginense Uds. que “El viejo mundo” le lleva por lo menos 1200 años de vida a los colonizados “Latinos”(allí ni siquiera se habla una pisca de Latin) todo es un “Show”. Mucho más importante que “pedalear”sería la lucha continua por la Independencia de los pueblos y que es posible lograrlo. El Che Guevara dice ” Sepan los nacidos y los que van a nacer, que nacimos para vencer y no para ser vencidos”. Teniendo la Independencia y Soberanía en el bolsillo, ya podremos contarle a Van Aert que los latinos son mejores ciclistas que los Europeos. Pero primero, lo Primero!
Cuanta razón tiene el bueno de Van Aert