El ganador del Tour que cayó en las drogas

Con graves problemas financieros, ahora trata de recuperar el control de su vida. El ganador del Tour que cayó en las drogas

Bradley Wiggins fue el primer ganador británico del Tour de France en 2012, hasta tal punto que fue condecorado con la orden de caballería por la entonces reina de Inglaterra. Un título que solo conseguiría Mark Cavendish el año pasado. Sin embargo, desde su histórico triunfo su vida no fue nada fácil, enfrentándose a profundas luchas personales, desde la ruina financiera hasta la adicción y el trauma del abuso por un entrenador durante su infancia. Eso sin mencionar el uso de Wiggins de las excepciones terapéuticas en su carrera como profesional (denominadas TUE).

Su lucha contra las drogas, el abuso y la bancarrota

En una entrevista con The Telegraph, Wiggins habló sobre las batallas contra la bancarrota y la adicción a las drogas. Su colapso financiero, con una deuda de más de un millón de libras incluidos impuestos impagos, tuvo consecuencias devastadoras, dejándolo sin hogar, durmiendo en varios lugares, incluida la casa de su ex esposa. En un momento dado, incluso se dijo que consideró vender sus medallas olímpicas.

“La contradicción es que el entrenador que abusó de mí fue mi primer modelo masculino en el ciclismo”, reveló Wiggins. “Crecí con un padre ausente, y entonces este hombre me infundió confianza como ciclista. Dondequiera que iba, le decía a todo el mundo: ‘Este chico va a ser especial’. “Había otros niños en el club a los que también les estaba sucediendo. Nos acostumbraron a ese comportamiento, nos hicieron sentir que no había nada malo en ello. Solo tienes 13 años, pero conduce a un período realmente oscuro. A los tres años de retirarme en 2016, era adicto a las drogas. Y mucho de eso tenía que ver con este recuerdo de mi infancia”, señaló.

Mirar para adelante

Además de sus problemas de salud mental, Wiggins también admitió que fue explotado económicamente durante su carrera. Aunque ganó millones como uno de los ciclistas británicos más exitosos, no logró controlar sus finanzas y, en última instancia, fue víctima de quienes se encargaban de administrarlas.  “Lamento no haber prestado atención a mis asuntos financieros cuando competía. Es una de las cosas que les sucede a los atletas: ganas mucho dinero y, si no lo tienes bajo control, la gente se aprovecha. La gente que me cuidaba me estaba estafando a diestro y siniestro. También los contables”.

A pesar de todo, el británico insiste en que finalmente recuperó el control de su vida. Describe cómo, después de meses de confusión, ha podido resolver los problemas que lo llevaron a la bancarrota. “Todo está resuelto ahora. Ahora estoy en la recta final. Esto fue algo que me hicieron. Ocho meses después, todo ha cambiado. Las personas responsables están pagando un alto precio por ello. Afortunadamente, todo está bien. Mi vida está en un buen lugar”, manifestó.

Su hijo quiere ser campeón de grandes vueltas

Otra alegría viene de su hijo de 19 años, Ben, que quiere seguir sus pasos. “Hablo con él todos los días. Somos como mejores amigos. Me gustaría verlo más, pero los dos estamos ocupados, es parte de crecer”, declaró recientemente a Sporza.

Está previsto que Ben llegue al WorldTour en 2026 de la mano del Jayco AlUla y su especialidad es la crono. “Sin duda, tengo un plan para llegar a las Grandes Vueltas a largo plazo, ya sea mi padre o chicos como G [Geraint Thomas], fuertes especialistas en pista y contrarreloj que llegaron a competir por las clasificaciones generales en las Grandes Vueltas. Pero ese no es realmente mi objetivo en este momento. Estamos hablando de mucho más adelante”, afirmó.

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