La revelación del Giro de Italia 2015
Por @pmpalermo
El 98° Giro de Italia quedará en el recuerdo como una de las ediciones más rápidas de la historia, en la que sólo unos pocos nombres brillaron con luz propia. Y entre esos, además del campeón Alberto Contador, dos que sorprendieron a propios y extraños con consagratorias actuaciones que los elevaron en la consideración general.
Mikel Landa y Andrey Amador, pues de ellos hablamos, dieron un salto de calidad tremendo durante la Corsa Rosa, ocupando el podio el primero y el 4° lugar el segundo, gracias a sólidas y regulares cabalgadas, casi sin fisuras, en las que extendieron los límites de su sufrimiento hasta cotas insospechadas.
En ese contexto, es tarea de ciclismointernacional.com dilucidar cuál de los dos (porque no consideramos a ningún otro como aspirante a este premio) fue la sorpresa o revelación de la gran ronda italiana por etapas.
Talento desatado
Comencemos por Landa. El vasco, un escalador puro de 60 kilogramos de peso, acumulaba antes de la competencia en cuestión, probadas aptitudes en su terreno y varias victorias, como la fracción con cima en el monstruoso Monte Bondone del Giro del Trentino 2014, misma cita en la que acabó 2° de la general en el curso actual, poco después de haber celebrado en una exigente fracción de la Itzulia.
Como se puede apreciar, con 25 años y en su quinta temporada World Tour, Landa tenía con qué destacar en los puertos del Giro, trabajando para Aru o, eventualmente, buscando alguna alegría propia. Por supuesto que ni él ni nadie soñaba con lo que vendría: un recital de escalada en el que superó mano a mano al mismo Contador, quien tuvo un día malo cuesta arriba, cosa que no sucedió al de Murguia.
Además, el ex Euskaltel fue un canto a la regularidad, porque más de uno pensó que su generoso derroche durante la semana inicial le pesaría en el cierre, como le sucedió a su capitán.
Como si eso no fuera suficiente, se defendió bien en la crono, donde se dejó “apenas” 4:00 respecto al de Pinto y cayó hasta el 7° lugar pero limitando daños, algo que le permitió, ya el día siguiente, recuperarse y ascender hasta el 4° peldaño de la tabla principal merced a su victoria en alto en Madonna di Campiglio.
Landa estaba desatado y mantuvo su progresión, repitiendo diana en Aprica, jornada en la que pudo haber hecho más daño a Contador en el Mortirolo. Sin embargo, su inexperiencia le jugó en contra y el “zorro” líder de la carrera se cobró venganza en Monte Ologno, aumentando la brecha y dando una lección a sus jóvenes rivales.
De allí en más, Landa fue controlado de cerca por la Maglia Rosa y ¡por sus propios directores!, temerosos de que asaltara el título y dejara mal parado a Fabio Aru, líder italiano de Astana en carrera. Y aunque eso pueda haber molestado a Landa, es el mayor elogio que pudo recibir y evidencia clara de su nivel, que tuvo una última demostración en la Finestre y sobre el sterrato, donde nadie pudo seguirlo y sólo sus técnicos desde el coche lograron frenarlo.
Es obvio que, después de Contador, el ciclista más fuerte de la carrera fue el vasco, pero en su contra hay que decir que acumulaba ciertos resultados y actuaciones previas que invitaban a creer en él como un aspirante a grandes cosas, aunque no al podio que finalmente consiguió.
El “tico” hace historia
Diferente, pero no menos espectacular, fue el periplo de Andrey Amador por el Giro 2015, carrera en la que no sólo demostró que puede escalar sino que tiene la regularidad y resistencia necesarias para portar galones durante tres semanas, honor reservado a una parte muy reducida del pelotón.
Pero hay varios factores a incrementan la imagen del costarricense, el primero, que es un atleta más pesado, exactamente 13 kilogramos en la comparación que nos atañe, handicap que no le impidió subir entre los jefes de fila o delante de ellos hasta la etapa 18.
El de Movistar luego tendría un par de días de sufrimiento extremo en los que perdió el podio, pero aguantó el 4° lugar frente a vueltómanos de contrastado nivel y palmarés como König, Hesjedal, Kruisjwijk, Caruso o Urán, por demás habituados a estas lides, nuevas para él.
La otra cuestión fue el cambio de mentalidad en plena competencia, porque debió modificar sus planes de luchar por una etapa en escapadas y convertirse en la referencia para la general, con toda la responsabilidad y desgaste que eso conlleva. No es un dato menor, porque un líder no puede fallar, mientras que los aventureros se vacían un día y se reservan los siguientes.
El Giro de Amador tuvo dos puntos álgidos de los que vale la pena hablar. El primero fue la contrarreloj, que finalizó 14° a 1:34 de Contador pero por delante de la gran mayoría de los gallos (sólo Kruijswijk, Van den Broeck y König lo aventajaron), dando el salto desde el 8° al 3° peldaño del cajón. Sorprendente, pero no tanto como lo que vendría.
La trepada al Mortirolo, uno de los puertos más duros de Europa, fue el otro momento crucial en el camino de Andrey rumbo a Milán, porque a nadie con un poco de conocimiento escapa que no hay donde esconderse en las empinadas rampas del puerto, en el que un mal día puede ser sinónimo de una docena de minutos de retraso. El costarricense marcó el séptimo mejor registro en la cima, regaló una lección de sus artes para bajar luego y acabó la fracción 5°, en medio del estupor general.
Conclusiones
Ante semejantes actuaciones, es complejo decantarse por uno u otro y la diferencia en favor de nuestro elegido fue que, en un Giro de escaladores, brilló sobremanera y cuando se esperaba su debacle, motivada por años de verlo rodar como gregario sin resaltar individualmente más que en cuentagotas.
Además, en caso de no haber estado seguros, la opinión del público siempre cuenta para esta redacción y el resultado de la encuesta al respecto fue contundente: 77% para el centroamericano y 19% para el español.
Por todo esto, Andrey Amador es la revelación del Giro de Italia 2015, carrera que no olvidará nunca y que a los 28 años le asegura un futuro con Movistar, estructura que difícilmente dejará marchar a su crecido gregario. Distinta la situación de Landa después de lo que le hicieron en el Giro, porque esas situaciones generan rencor y, tarde o temprano, Astana deberá darle vía libre, algo que con Nibali y Aru en el equipo se antoja complicado.
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Pablo Martín Palermo
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Hola, muy buen análisis y acertado la desicion de que Andrey Amador fue la revelación del Giro, pero les recuerdo que COSTA RICA geográficamente está en CENTROAMÉRICA y no SURAMÉRICA como anotaron en el análisis.
Quisimos poner América…ni Sud ni Centro. Disculpe el error, que ya fue corregido.
Es la realidad, Amador ha sido la brillante sorpresa del Giro y le añado un argumento más. Costa Rica es (hasta hace unos días) un país desconocido en el Ciclismo de alta factura. Andrey no solo logró un cuarto lugar, ha puesto un país en el mapa pedalístico y talvez Costa Rica sea vista con mejores ojos para quienes buscan talento. De modo que es más significativa su gesta, pues España es un país que no sorprende que genere ciclistas de calidad. Bien por Andrey!