Vuelta a España 2015: Conclusiones tras la etapa 14
Por @pmpalermo
Cuando todo indicaba que Andorra había dejado delineado el libreto de cara al resto de la Vuelta, apareció el implacable Nairo Quintana para sacar a relucir las debilidades del líder y, más importante aún, generar incertidumbre en el pelotón, que no puede estar tranquilo si el de Movistar “despertó” realmente.
*Nairo abre la carrera y sueña: Empecemos por el colombiano, que estuvo al borde del retiro hace unos días, cuando tocó fondo por una enfermedad y cedió tiempo valioso, quedando a poco más de 3´ y entregando la imagen viva de la derrota.
Pero los campeones son así y, tras pasar un calvario sobre la bici (quedando cortado en una etapa de transición), el sudamericano volvió con todo, poniendo contra las cuerdas al confiado líder de la Vuelta, que no contaba con una reacción de este tipo.
Nairo, que sigue sin estar a tope, fue el único capaz de seguir el ataque de Aru y, no conforme con eso, lo dejó tirado, metiéndole unos segundos y propinándole un golpe psicológico, porque a nadie escapa de lo que es capaz del cafetero.
A modo de reseña, vale la pena recordar que, en el Giro que ganó el año pasado, viajaba a 2:40 de Urán en la jornada previa al Stelvio, donde se lanzó cuesta abajo para luego rematar la faena con una escalada brillante que lo vistió de rosa y añadió 1:41 a su colchón.
Tampoco hay que creer que aquí vaya a suceder eso. Hoy hubo varios factores que permitieron a Quintana obtener rédito, empezando por la sorpresa. Porque nadie, en especial Aru, esperaba una respuesta del líder telefónico.
Además, el clima jugó en favor del colombiano, a quien le va muy bien en condiciones como las de hoy, con bajas temperaturas y cielo encapotado. Allí están las jornadas del Stelvio o, este mismo año, del Terminillo (Tirreno Adriático) como evidencia.
Mañana será un día importante para terminar de conocer la verdad, ya que el puerto de meta es mucho más exigente y empinado que los que se atravesaron hasta el momento. Si Quintana está bien puede hacer daño y hasta obtener una victoria con un intento lejano, porque su retraso en la general le dará cierto aire, aunque no mucho.
En ese sentido, sería un error letal de Aru, Purito y compañía permitir que Nairo reingrese en carrera. Es cierto que aún queda mucho terreno, pero si lo marcan como corresponde, Quintana no tiene mucho margen de maniobra y el mejor escenario posible para él sería el tercer peldaño del podio.
Como sea, todo apunta a que el tunjano revivió y si confirma sus sensaciones, dará vida al evento, del que puede marcharse con algún parcial y la satisfacción de comprobar que, en forma, casi no tiene rival en los puertos.
*Purito, sólido, frente al último tren: mientras algunos brillan y luego flaquean y otros amenazan y se quedan en nada, el catalán se mantiene en su línea, sin grandes demostraciones pero tampoco con días malos. Rodríguez parece haber encontrado la regularidad que echó en falta durante el Tour, como de desprende de sus seis top 10 en siete arribos cuesta arriba que se llevan transitados.
Una vez más, cuando la carrera se rompe, el líder de Katusha está allí o, en este caso, tiene el resto como para recuperarse y volver a rueda de Aru, a quien luego recortó un segundo. Si bien numéricamente no hay mucho que añadir, lo que se puede pensar es que Purito está firme y prepara su asalto al maillot rojo, hoy a 26″ de sus hombros.
Con 36 años, se le agotan las posibilidades y aquí, ante un grupo reducido y parejo de gallos, parece encontrar una chance impensada hace dos semanas, cuando Froome, Nibali o Quintana se interponían entre él y el podio.
Pero sin dos de ellos presentes y con el colombiano retrasado, Purito tiene a tiro su objetivo, más complicado por la presencia de la crono de la etapa 17 que por alguno de sus contrincantes. Mañana, en un puerto hecho a su medida, se terminará de saber para qué está el pequeño atleta catalán, pero a nuestro entender, es uno de los más fuertes de la Vuelta y sería una pena que se quede sin nada.
*Aru se lleva una sorpresa y pierde seguridad: tras avisar durante la primera semana y confirmar sensaciones en la brutal etapa 11, el líder de Astana salió decidido a sentenciar en la primera de las tres jornadas de montaña donde, en teoría, se definirá gran parte del destino de la Vuelta.
Tanto él como sus gregarios se manejaron a la perfección y según el libreto: endurecer en el puerto y lanzar con el último hombre disponible (Landa) para rematar luego con un arranque similar al de Andorra. Así fue, salvo por un pequeño detalle que cambió la ecuación: Nairo Quintana.
Es que el colombiano, lejos de ser el mismo que horas antes daba lástima en una jornada intrascendente, recuperó sensaciones, siguió los reiterados acelerones del capitán kazajo y, para colmo de males, contragolpeó, marchándose en solitario.
El daño no fue severo en lo que a números refiere, pero sí en lo moral, porque no es lo mismo luchar (con todo respeto) contra Purito, Chaves, Majka o Dumoulin que contra el mejor escalador del mundo. De haber sabido la verdad, Aru no hubiera tensado como lo hizo, sin reservarse un punto por las dudas, como hará de ahora en más.
Por otro lado, esto no cambia mucho el escenario: el capo de Astana sigue bien parado y debe distanciar a Rodríguez y Dumoulin, pero no puede conceder mucha soga a Quintana. Si el sardo juega bien sus cartas entonces tiene opciones, pero una cosa es segura: ya no está tranquilo o confiado como hasta ayer.
Quintana acecha, descubrió las falencias del maillot rojo y el resto no escatimará esfuerzos, especialmente Purito, en su última chance real de ganar una grande y con necesidad de abrir hueco antes de la crono.
*La hora de la verdad para Dumoulin: el holandés ya puede irse a casa con la satisfacción de haberse anotado un parcial, luchado por otros dos, portado el maillot de líder y gozado de un protagonismo notable. Sin embargo, allí sigue en zona de podio, sin que sus rivales logren deshacerse de él.
Pero esto tiene algunos motivos lógicos, comenzando por su forma brillante y la frescura de haber salido anticipadamente del Tour. El tulipán está aguantando heroicamente entre los pequeños escaladores, ayudado, en parte, por el recorrido.
Es que, al no haberse roto la carrera hasta muy tarde en Andorra, sacó rédito del corto puerto final, longitud que jugó a su favor. Una lectura similar puede hacerse de la etapa 14, donde pudo minimizar pérdidas gracias a las gradientes de la trepada, más extensa pero accesible.
Mañana, en Sotres, encontrará una combinación que lo pondrá en su sitio: una ascensión larga y empinada en la que, sin gregarios y rodeado de alpinistas de 60 kilogramos, afrontará un duro reto de cara a la crono.
Si consigue reducir la sangría en una treintena de segundos, como ha hecho hasta ahora, puede aferrarse a su sueño rojo, que ha alimentado hasta ahora con excelentes prestaciones en todos los terrenos.
*Chaves se lo cree: el joven y diminuto escalador cafetero ha dado un salto de calidad increíble durante esta Vuelta a España, a la que llegó rodeado de dudas, ya disipadas, para convertirse en un jefe de filas fiable para Orica.
Tras brillar en los muros del primer tramo de competencia, Chaves pasó el filtro en Andorra, donde se vio capaz de moverse codo a codo con los demás gallos, sin nada que envidiarles. Eso se transformó en confianza, que ahora juega en su favor y le permite manejarse con sabiduría.
En la Fuente del Chivo, tras quedar clavado (como la mayoría) ante el salto de Aru, se rehízo y tiró con fuerza en la persecución, finalizando la etapa en la línea del maillot rojo y por delante de los experimentados Pozzovivo, Nieve, Valverde y Moreno, sin olvidar a los talentosos Dumoulin o Majka.
“Chavito” está pletórico, parece haber superado el punto crítico y, a su mesura inicial, puede añadir una enorme dosis de confianza para lo que resta, donde el objetivo será no salir del top 10 pero, también, quedarse en el top 5, algo que sabrá a ciencia cierta tras la crono de la semana que viene.
Pablo Martín Palermo
Copyright © 2015 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved
Da gusto leer sus conclusiones y pronósticos…
Y a nosotros que gente como ud. nos siga!
Excelente conclusión!
excelente comentarista, muy objetivo en sus afirmaciones
Excelente aporte….. Saludos desde Bogotá, se le sigue para estar al día
Pablo como siempre excelente tu argumentación , yo agregaría que es una tremenda lástima la enfermedad que afectó a Quintana , porque a lo cascado que ha llegado del Tour hay que agregar las secuelas , que dejan enfermedades como la que padeció , pero te imaginas la vuelta que hubiéramos tenido con un Quintana sin esa dolencia? la habríamos pasado de rechupete.
Excelente análisis. A ver que pasa en la jornada de hoy.