Análisis: Andrey Amador, un líder tapado en Movistar

Por @pmpalermo

Es imposible no asociar al equipo Movistar con la figura de alguno de sus dos líderes, Alejandro Valverde y Nairo Quintana, estrellas de tanta entidad que opacan por completo al resto de sus compañeros, corredores excelentes que, en muchos casos, serían jefes de fila en otras formaciones.

Y uno de esos valores tapados es el costarricense Andrey Amador, un todoterreno que ha desarrollado su trayectoria deportiva íntegramente a las órdenes de Unzué, quien lo subió desde el equipo Lizarte en 2009, vislumbrando un potencial enorme que empieza a explotar ahora.

No hay que confundirse ni ser exitistas por su maravillosa actuación en el Giro 2015. Amador ha logrado resultados antes, adornando su palmarés con etapas en esa misma prueba y en la Vuelta a España, pero también con geniales actuaciones en las clásicas de primavera o en duras vueltas de una semana, como la Tirreno-Adriático.

Ciclista polivalente como pocos en la escuadra navarra, el ‘tico’ es un rodador poderoso, como demostró a lo largo de los años y terminó de confirmar en la crono de la pasada edición de la ‘Corsa Rosa’. Ese día cedió 1:48 con Kiryienka (quien luego sería campeón mundial de la disciplina), y saltó al 3° puesto de la general, que aguantaría hasta la etapa 16.

Sin embargo, por su carácter generoso, su versatilidad y la gran conjunción de figuras que siempre tienen las estructuras de Unzué, Amador hizo su carrera como gregario, siendo pieza fundamental en varios logros, como el 2° lugar de Quintana en el Tour 2013 o sus títulos en Giro 2014 y Tirreno 2015.

Otros atributos del pedalista latinoamericano son su resistencia y tolerancia al dolor. No es casual que, a lo largo de los años, haya protagonizado varios casos en los que confirmó dicha afirmación, como el hecho de haber completado la ‘Grande Boucle’ 2011 con un esguince grado 2 desde el primer día de competencia.

Escalador destacado pese a su fornida humanidad (181 cm y 73 kg), Andrey se convirtió en el “buque insignia” de un país pequeño que, en parte gracias a él, empieza a crecer, fogoneando a sus compatriotas a seguir sus pasos y a la federación ‘tica’ a invertir más y mejor.

No son fruto de la casualidad las victorias de Román Villalobos en la Vuelta a Guatemala y de Paul Betancourt en Colombia, ni el valioso podio (válido por una plaza en Río 2016) de Josué González en el Panamericano. El auge del deporte pedal en Costa Rica ha posibilitado el desembarco de más patrocinadores que, al generar condiciones idóneas de trabajo, ayudan al desarrollo y obtención de los citados lauros.

Embajador de lujo como pocos, Amador también abrirá, indirectamente, la puertas de Europa a sus compatriotas, ya que los equipos verán que en dichas tierras también hay talento, como sucedió con Joseph Chavarría, joven del Nestlé-Giant, quien estuvo corriendo estos últimos meses en Italia.

Punto de inflexión

Llegado este punto, se abre una interrogante respecto a su futuro. Amador, de 29 años y con su contrato recientemente renovado hasta 2018, atraviesa la edad ideal para la práctica de este deporte, especialmente para un diésel como él. Además, no debe soslayarse el 4° lugar en el Giro.

Con Nairo y Valverde en el equipo, no hay duda alguna respecto de quiénes encabezarán las formaciones, relegando a todos los demás. Pero el costarricense ya pagó con creces el derecho de piso y no debe ser tomado a la ligera, porque se necesitan muchísimos atributos para alcanzar el rendimiento evidenciado en Italia y sostenerlo tres semanas.

Sin ir más lejos, sólo Quintana, Valverde y el sorprendente David Arroyo del Giro 2010, alcanzaron mejores resultados en grandes vueltas desde 2009, campaña en la que Amador ingresó al equipo, a la fecha.

“Mi objetivo no es el top 10, es ganar una etapa”, indicó nuestro protagonista antes del comienzo de su carrera consagratoria. Incluso, llegó a afirmar que perdería tiempo para gozar de libertad y así conseguir su anhelada victoria parcial, pero sus piernas fueron a más, sus rivales cedieron y el resto es historia conocida.

Amador sorprendió a propios y extraños, extendió sus límites y se transformó en un arma invaluable para Movistar, que debe aprovecharlo de cara a las clásicas y vueltas de una semana. Gregarios sobran e, igualmente, el incombustible ‘tico’ siempre podrá echar una mano a sus capos.

Por supuesto, Andrey tiene que confirmar lo realizado en la primera grande del año, pero para eso necesita el respaldo de saberse jefe de filas, al menos, en determinados momentos de la campaña.

Cierto es que, el patrocinador es español, así como casi toda la estructura, pero es hora de quitar galones a corredores de ese país que luego no rinden a la altura de lo esperado y respetar los designios de la ruta, que puso a cada uno en su lugar.

Finalmente, decir que sólo Erviti, Rojas y Valverde están hace más tiempo que Amador en la estructura, por lo que de tratarse de preponderancia interna, el nacido en San Ramón (Alajuela) tiene mucho peso allí, más que los Herrada, Izagirre y compañía.

Conclusiones

En los tiempos que corren y dejando de lado a los infalibles Quintana y Valverde, sólo Ion Izagirre, Beñat Intxausti y Amador retribuyeron con resultados de entidad en lo que a generales refiere, siempre después de vaciarse para los dos indiscutidos jefes de fila en el resto del calendario.

Sin perder de vista la presencia del dúo estelar, el programa presenta oportunidades para todos y será cuestión de que Unzué premie al costarricense, porque a lo largo de los años brindó chances a numerosos miembros de la formación que no estuvieron a la altura de las circunstancias. No así el centroamericano, gregario de lujo y fiel, que dio la cara ante las falencias de sus compañeros o se aferró con uñas y dientes cuando recibió luz verde para defender sus opciones.

Por todo eso, sin caer en la trampa de creer que Amador ganará una grande o dejará tirado a Landa en los puertos del Giro 2016, decimos que es tiempo de que el sólido pedalista compita más protegido, porte galones y reciba el premio a una extensa foja de servicios prestados en beneficio del resto.

Pablo Martín Palermo

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