Revolución en el UCI América Tour con el nacimiento de nuevas carreras

Por @pmpalermo

Son días ajetreados en el ciclismo, porque además de la disputa del evento máximo como es el Tour de France, es época en la que se cuecen las habas detrás de los traspasos de corredores y, cómo no, en lo que al calendario de la Unión Ciclista Internacional refiere.

En ese marco, el continente americano presenta varias novedades, no sólo por la baja del USA Pro Challenge yankee o el nacimiento de la Vuelta a Trujillo (2.2) peruana y del Tour de Higuito en Costa Rica, sino por los numerosos movimientos surgidos en el resto Sudamérica y la consolidación de otros, como la Vuelta a México (2.1).

Colombia quiere crecer, su Federación no

Con una docena de estrellas de alto calibre en el pelotón mundial, el caso más notorio es el de Colombia, que tiene en su patria algunos problemas para estar a la altura de sus embajadores. Es que la Federación de Ciclismo de ese país no inscribió la Vuelta nacional en la UCI para 2017 y, encima, estaría dificultando el progreso de nuevos proyectos.

Según pudo saber ciclismointernacional.com de un allegado a la Federación cafetera, los directivos optaron por retirar su competencia emblema ante la presión por parte de la UCI para hacer respetar los reglamentos. De hecho, no es ninguna novedad que la Vuelta a Colombia incumplía recurrentemente las normas, pero no fue sino hasta el arribo de Cookson que se forzó a la rebelde competencia a cumplir los reglamentos.

Vale la pena recordar que, la nueva admnistración de la UCI brindó oportunidades adicionales a la competencia, como el día extra que se les otorgó excepcionalmente. Pero, ni así, los colombianos se atuvieron al reglamento.

Por ello, tras años disputándose bajo el ala protectora de McQuaid a cambio del seguro voto en situaciones clave, se terminaron las concesiones para la Federación colombiana de ciclismo. A modo de ejemplo, salta inmediatamente a la vista el fallo en la normativa que obliga a invitar cinco conjuntos foráneos, porque en la reciente edición, sólo había dos.

Ni que hablar de que los equipos participantes deben pagarse los hoteles y una inscripción, o la violación en el cupo de corredores por escuadra, que en 2015, llegó ser de 10 pedalistas.

Más allá de que la Vuelta a Colombia será nuevamente un evento regional, los dirigentes de la Federación estuvieron poniendo palos en la rueda al pujante proyecto denominado Tour del Café. Se trata de una interesante idea impulsada por el grupo norteamericano MedalistSports, los mismos que están detrás del Tour de California, por mencionar un ejemplo.

De acuerdo a nuestros informantes, la Federación colombiana estuvo trabando las gestiones de los privados que, junto a MedalistSports, pujan por sacar el evento adelante. Esto significa que el Tour del Café envió la documentación pertinente a la Federación para que ésta la remitiera a la UCI, hecho que no sucedió.

Afortunadamente, los dirigidos por Jorge Ovidio González, tuvieron un primer contacto con la gente de MedalistSports el 11/7 y en el marco de la conferencia con algunos de los máximos dirigentes del deporte pedal. Quizás, el inicio de una solución que la Unión Ciclista Internacional vería con muy buenos ojos.

De no resolverse la situación, el Tour del Café deberá esperar otro año para ver la luz, porque el calendario está  cerrado, por más que luego queden algunas cuestiones burocráticas por decidir durante el Mundial de Doha.

Sus aspiraciones pasan por una competencia 2.1 con fecha estimada para fines de febrero, unos pocos días antes de los campeonatios nacionales Elite, estipulados entre el 1 y 5 de marzo. El problema, es que González no quiere ser opacado en su proyecto personal (Colombia Manzana Postobón 2.1)

Respecto del Mundial 2019, es cierto que Colombia demostró interés pero, a diferencia de muchos otros países aspirantes, las chances de que se concrete no son tan reales como se indica desde la cúpula de la Federación cafetera, que tiene que realizar el envío de diversos documentos y avales.

Primero San Luis, ahora… San Juan

Aunque a los ojos del mundo San Luis es sinónimo de ciclismo argentino, es justo aclarar que San Juan es la provincia “gaucha” con mayor tradición en el deporte pedal y la que presenta el nivel más alto en lo que a sus representantes refiere.

No en vano se la denomina Capital del ciclismo argentino, pero el “efecto puntano” es innegable en el país y, por ello, la 35º edición de la Vuelta sanjuanina sería de categoría UCI 2.1. La idea del gobierno provincial es invertir una importante suma de dinero y aprovechar la presencia de los equipos World Tour en la vecina San Luis e invitarlos a ser de la partida en el renacido evento.

Sin embargo, las buenas noticias para el ciclismo argentino no terminan allí, ya que al elevar el nivel de la prueba, el gobierno de San Juan optó por potenciar a sus equipos que, de otro modo, hubieran quedado excluidos de la clásica prueba cuyana. Así, aportarían parte del presupuesto para que Municipalidades de Rawson, Pocito y Chimbas, junto a los ‘piqueteros’ de la Agrupación Virgen de Fátima y Mardan se unan al SEP como continentales.

La Vuelta sanjuanina ya fue inscripta en la UCI y, pese a que no fue confirmada definitivamente, todo marcha sobre ruedas y apuntan a correr seis etapas entre el 24 y el 29 de enero.

Tour del Sur: un evento sin precedentes a lo largo de 4 países 

Por último, pero no por ello menos importante, hay un proyecto de origen chileno que se las trae. El Tour del Sur, creado por la Fundación del mismo nombre, inscribió en la UCI un evento de 10 etapas a disputarse en la primera mitad de febrero y ¡en cuatro países!. Los involucrados serían Brasil, Uruguay, Argentina y Chile.

El flamante Tour transandino solicitó categoría 2.1 y sería la frutilla del postre para la entidad madre del ciclismo, que ha fomentado el crecimiento de un circuito americano, aún contra la resistencia de dirigentes pasados de moda que dirigen federaciones con mano de hierro.

El Tour del Sur es la más ambiciosa de las carreras que se están gestando por estos días en Sudamérica, contaría con un presupuesto inédito en lo que al ciclismo refiere y hasta patrocinaría atletas con capacidades diferentes a través de la Fundación.

No conformes con ello, ofrecerían la posibilidad a las damas de competir al máximo nivel con premios a la altura de los hombres e infinitamente superiores a los de competencias como el prestigioso Giro Rosa, que paga la ridícula suma de 1.050 euros a la campeona. El Tour femenino consistirá en seis o siete etapas y, con su presupuesto, planea convertirse en uno de los objetivos de las estrellas femeninas.

Tanto en la rama masculina como femenina, se planean televisaciones del más alto nivel, completamente diferentes a lo que se acostumbra de este lado del mundo.

Pablo Martín Palermo

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