Un estratega con piernas de juvenil

Por @pmpalermo

“Tengo piernas de juvenil”. Con esas palabras se despachó quién está siendo la revelación de la Vuelta a España, el norteamericano Chris Horner, segundo en la general y el único capaz de discutir la hegemonía de Nibali en la montaña.

En esa frase se encuentra además, el secreto mejor guardado del corredor de RadioShack, ese que hasta sonríe cuando sufre y que no se cansa de romper récords en la ronda ibérica, en la que se transformó en el más veterano en ser líder y ganar una etapa en una de las tres grandes.

Ya no es ningún misterio la historia del calvo pedalista yankee, el mismo que ama tanto su profesión que hasta abandonó a su mujer en pos de cumplir con el sueño de correr un Tour de Francia.

Pero lejos de querer repetir la biografía de Horner, se trata de destacar su espíritu jovial que, sumado a su gran profesionalismo, se conjugaron para lograr una extensa trayectoria en la que increíblemente, y a un mes de cumplir 42 años, sigue progresando hasta encontrarse en situación de podio en la tercera competencia más dura e importante a nivel mundial.

Ya quedó en el tiempo su rebeldía para cuidarse, más vinculada a su “hippismo” y a la cultura de las donuts y hamburguesas de Estados Unidos que a otra cosa, y hoy goza de los favores de su pasión y dedicación en detrimento de las principales figuras del ciclismo que poco pueden hacer cuando el nacido en Japón ataca en la montaña.

Zorro viejo como pocos,  tiene amplio conocimiento de sus límites y del recorrido, hecho que motivó su ataque ayer sabedor del daño que haría luego de una jornada terrible en la que, curiosidad al margen, trazó todas las curvas por su lado externo recorriendo más metros pero con menor dificultad una vez que se marchó con Nibali.

En cambio hoy, consciente de que los desniveles no jugaban a su favor en Peyragudes, se limitó a aguantar y poner el ritmo con Kiserlovski primero y él mismo después, para impedir que gente como Valverde o Purito, mucho más explosivos, pudieran marcar diferencias.

Ese es Chris Horner, el simpático veterano sin equipo para 2014 que amenaza las opciones de Nibali de cara a la general de la Vuelta tras estar parado durante meses y retirado por más de uno que ya no creía en su regreso a la alta competencia.

Un verdadero ejemplo para chicos y grandes que ha extendido junto a Jens Voigt la vida útil de los atletas del mundo pedal y decora con sus gestas un palmarés cada día más grande que será enorme si dentro de una semana lo adorna con el podio de la gran ronda española, algo que por lo visto, tiene a su alcance.

Pablo Martín Palermo