El desafío de Samuel Sánchez

Por @pmpalermo

Es evidente que Samuel Sánchez ya no es el mismo que tras brillar durante años en la Vuelta llegó al podio del Tour de Francia en 2010, acumulando hasta siete top ten en carreras de tres semanas antes de su abandono en la Grande Bouclé del año pasado.

Tras una temporada correcta en la que fue 12º en el Giro, donde no corría desde 2005, levantó los brazos en Dauphiné y encaró el segundo bloque del año con mejor ánimo y miras más altas, aunque poco le duró la alegría puesto que ya en la etapa dos de la presente edición de la prueba española perdió tiempo y quedó relegado en la general.

Pero Sánchez no es de los que se rinde fácilmente, se replanteó los objetivos en busca de un triunfo parcial y casi sin quererlo comenzó a recuperar posiciones en la clasificación que encabeza Nibali y en la que el Asturiano es hoy noveno.

Y es que el Campeón Olímpico de 2008 parece ir a más, ya que como le sucedió en la Corsa Rosa tras una semana inicial para el olvido, recuperó las buenas sensaciones y comenzó a escalar en la tabla en Valdepeñas de Jaén, confirmó su mejoría en la crono de Tarazona y se metió entre los diez mejores en la cruel jornada con final en la Collada de la Gallina.

Como si esto fuera poco, tras quedar descolgado del grupo de favoritos en el Formigal, reapareció de la nada y los superó como una moto durante un breve trayecto, concluyendo ese día con tiempo ganado sobre el maillot rojo y a la par de Chris Horner.

Con la competencia ingresando en su territorio y pese a que Samu ya no es el de antaño, su forma creciente, su espíritu combativo y el conocimiento del terreno lo empujarán al ataque en busca de seguir siendo el de siempre en la gran vuelta de su país, esa que casi gana en 2009, cuando terminó segundo a menos de un minuto de Valverde.

Es claro que en el mano a mano no vencerá a Horner y compañía pero con las fuerzas tan justas en el tramo definitorio de la carrera nadie saltará a perseguirlo si el líder de Euskaltel ataca de lejos buscando regalar una alegría a su afición en el Angliru.

Su calidad innata, su talento para bajar, el conocimiento de la orografía y la rabia acumulada serán motores suficientes para buscar la hazaña de cruzar primero por la línea de meta frente a su gente, en un año que no es el suyo por más que ya acumule buenas generales en Giro, Burgos o Dauphiné.

Con 35 años es más que probable que el de Oviedo haya ingresado en el declive de su rendimiento, algo que no le impide seguir siendo un corredor de élite y candidato a top ten en cualquier parte, tal y como está demostrando en la Vuelta a España.

Devenido en buque insignia de los naranjas tras las salidas de Mayo y Zubeldía, Samu tiene ante sí la chance de refrendar una vez más esa responsabilidad y comenzar a sentar desde el éxito las bases del nuevo proyecto que su amigo Fernando Alonso prepara en torno a él.