Horner, a un paso

Por @pmpalermo

Llega la etapa 20 de la Vuelta a España y con ella la definición de la carrera, que según lo acontecido los últimos días parece quedará en poder de Chris Horner, imparable en la montaña durante las tres semanas que se llevan recorridas.

Luego de su día malo en la crono de Tarazona, el norteamericano fue a más y recuperó tiempo en casi todas las llegadas en alto, destacando lo sucedido en Formigal, Peña Cabarga y Naranco, donde limó segundo a segundo la renta de Nibali.

Con el rojo sobre sus hombros nuevamente y el modo abrumador en que descuelga a sus oponentes en  las cimas españolas, el de RadioShack se encamina a un claro triunfo.

Frente a él sólo se interponen los 142 kilómetros entre Avilés y el monstruoso  Angliru con los puertos de Cabruñana (3ª), Tenebredo (2ª) y el duro Alto del Cordal en el medio, donde podrían suceder cosas importantes.

Olvidada por la presencia como final de etapa del coloso asturiano, el Cordal es una trepada durísima de 5300 metros al 9,6% de desnivel dónde ya se seleccionarán los favoritos que no estén bien si, en lo que fue la tónica de jornadas previas, los equipos interesados imponen un ritmo frenético.

Pero no sólo la subida es de preocupar, ya que con la competencia escurriéndose entre sus dedos, no sería extraño un intento de Nibali en el descenso.

Las conjeturas son muchas y las tácticas de equipo serán clave, sobre todo a la hora de conformar la escapada, pero todo puede quedar en la nada cuando el grupo llegue al Angliru.

Sus 12,2 kilómetros al 10,2 % meten miedo con su sola mención, pero lo que hace daño a los ciclistas son las imposibles rampas a lo largo de la ascensión que impiden rodar con un ritmo uniforme.

Ante este escenario y con los pedalistas fatigados tras una larga temporada, todas las opciones parecen recaer sobre los hombros del americano, mucho más fresco por su larga inactividad, por lo que si las apuestas deportivas son lo tuyo no dudes en jugar a favor del puntero.

Cierto es que su ventaja es mínima y cualquier percance o diferencia puede representar una pérdida mayor, por lo que ninguno de los primeros cuatro en liza está fuera del todo.

Es más, de continuar cada uno con una progresión lineal, el jefe de filas de Astaná podría no terminar en el segundo lugar que recaería en Valverde o Purito, los dos más fuertes luego del veterano Horner.

Rodríguez, pese a que se quita presión señalando a otros, podría tener opciones por sus características físicas, lo mismo que Domenico Pozzovivo, otro peso pluma a quién gustan los desniveles brutales.

Los antecedentes más recientes en la corta historia de esta cima que cuenta en su historial con ganadores ilustres como Chava Jiménez, Simoni, Heras y Contador, se remontan a 2011, el día que ganó Juanjo Cobo.

Aquella jornada Igor Antón culminó en el sexto lugar, Purito en el séptimo y Nibali en el 15°, por citar algunos ejemplos notorios que repetirán mañana; pero para terminar de sepultar las opciones del Tiburón en la previa, también vale la pena recordar que Valverde y el hoy capitán de Katusha secundaron al de Pinto en 2008, por lo que es evidente que no se les da mal.

De todos modos, frente a una de las montañas más exigentes de Europa, sólo resta que se inicien las hostilidades para tener un ganador y por suerte para los aficionados, las variables son tantas que cualquier análisis puede ser descartado en segundos por lo que lo único garantizado es la emoción hasta el final.

Pablo Martín Palermo