A los 18 ya hizo historia y recibió la “bendición” de Pogacar
Una actuación pocas veces vista en el pelotón. A los 18 ya hizo historia y recibió la “bendición” de Pogacar
A los 18 ya hizo historia y recibió la “bendición” de Pogacar
Una actuación pocas veces vista en el pelotón. A los 18 ya hizo historia y recibió la “bendición” de Pogacar
“Es loco lo que puede hacer a los 18 años”, así señaló su “mano derecha” en este Critèrium du Dauphinè, Bruno Armirail. A esa edad, Paul Seixas es el ciclista de menor edad en hacer top 10 en toda la historia del Dauphiné. No sólo del Dauphine sino de todas las carreras de elite de una semana de la historia en el ciclismo: el dato hasta ayer lo ostentaba Gilbert Bellone, otro francés que terminó noveno en el Tour de Romandía en 1962. Entre los ciclistas de la actualidad, Juan Ayuso había sido quinto en la Volta a Catalunya y cuarto en el Tour de Romandía con 19 años y 192 días, y 19 años y 227 días, respectivamente.
Fue un octavo puesto, pero incluso pudo haber sido un sexto lugar de no ser por una caída provocada por otro corredor a pie del último puerto de la etapa 8. Seixas no sólo perdió 40 segundos inmediatamente con los favoritos, sino que tuvo que proseguir con un manillar roto: aún así terminó a 2:05 del ganador de la última fracción, su compatriota Lenny Martínez.
Todo este logro se dio -poéticamente- en el último día de la carrera como profesional, Romain Bardet, esperanza francesa para ganar el Tour de France, misión frustrada en una década dominada por el Sky. ¿Seixas seguirá el camino fallido de Bardet, Pinot y tantos otros en ser el sucesor de Bernard Hinault, el último ganador de ese país del Tour en 1985? ¿O tal vez sea esa esperanza?
Hay una diferencia en este caso. Seixas no solo llama la atención de los franceses sino también del pelotón entero, hasta tal punto que Tadej Pogacar le dedico unas palabras. “Este chico es fantástico. Además, es muy respetuoso en el pelotón y conduce muy bien la bicicleta”, declaró el esloveno a la prensa en declaraciones citadas por Le Figaro. “Es un gran ciclista y, si la prensa francesa no le presiona demasiado, tiene un gran futuro por delante “. Buen punto el de Tadej sobre la presión: Seixas, de todos modos, declaró que no le está prestando atención a lo que dicen sobre el en redes. Sabia decisión.
“La montaña fue difícil. Cada montaña hoy sufrí mucho más que los otros días. Sentí piernas de mierda. Mi ritmo cardiaco era bajo y no podía empujar más que los últimos días. Luego en la última montaña me sentí bastante bien comparado con el resto del día. Lamentablemente, caí porque hubo un ataque, cada corredor quería ir a la derecha y yo quería seguir a mi ritmo. El corredor que iba adelante mío se fue de repente a la derecha y tocó mi rueda así que fue mala suerte. No podía hacer nada sobre eso. Termine en el piso y mi manillar estaba casi kaput. Gracias al equipo porque sacrificaron todo para mí, y hoy pude ser octavo en la general. Estaba muerto en la subida y me empujaron más allá del límite”, afirmó Seixas tras la etapa.
“Esta semana aprendí que el ciclismo es más difícil que lo que pensaba. Aprendí y sufrí un montón esta semana. Estoy feliz de terminar octavo, es increíble, es un sueño vuelto realidad” agregó.
Pero entonces, volvamos a la pregunta del inicio, ¿Por qué Seixas está teniendo el foco de todos? Simplemente porque ningún ciclista a su edad tuvo los logros que está teniendo en categoría World Tour: antes del Dauphinè se destacó en el Tour of the Alps y el UAE Tour, fue segundo en Paris – Camembert y se metió en la fuga (absorbida a último momento por el grupo) del Gran Prix de La Marsellesa, su primera carrera en febrero. A fines del año pasado fue campeón mundial junior en contarreloj y quinto en la de ruta, además de ser previamente ganador de la Lieja junior.
A sus 18, Remco Evenpoel dominó absolutamente la categoría junior ganando el mundial de crono y de ruta en 2018, cuando aún estaba en el equipo Acrog – Balen BC. En tanto, Pogacar en 2017 aún estaba en el equipo continental ROG – Ljubljana, sin grandes resultados más allá de top 10 en los tours de Hungria y Eslovenia. Es cierto: estaba todavía en un pequeño equipo que ni siquiera tenía bicicletas de crono. Una gran diferencia respecto a estar en el Decathlon.
“Sentíamos que progresaba relativamente rápido. Y nos dijimos que después del Tour de los Alpes, dependiendo de sus resultados, podríamos idear un plan para llevarlo al Dauphiné. Con el tiempo y dado lo que nos demostró en el Tour de los Alpes, tenía sentido lanzarlo a por todas”, explica el director deportivo en el Décathlon-AG2R, Sébastien Joly.
Pero no nos apresuremos. La presión y el apuro destrozó la carrera de no pocos ciclistas. Decathlon enfatizó que es “100% seguro” que no estará ni en el Tour ni en la Vuelta. “Con un corredor como Paul, mantengamos la cabeza fría. También me gustaría que dejaran de compararlo con los grandes campeones de los 80. Es él mismo, y es por eso que puede llegar muy lejos”, concluyó Joly.
En los últimos años hubo una brecha: luego de la llegada de Tadej Pogacar y Remco Evenepoel entre 2019 y 2020 al pelotón -más allá de Vingegaard, Van der Poel y Van Aert- hubo un cierto agujero en la llegada de talentos generacionales en el pelotón, con excepción, tal vez, de Juan Ayuso. Recién ahora con figuras como Matthew Brennan, el propio Seixas, Jarno Widar, Jorgen Nordhagen, Tibor Del Grosso, Ashlin Barry, Albert Withen Philipsen y Pablo Torres se está vislumbrando a la generación que tomará la posta en un futuro no tan lejano. Y en el caso de Seixas, el futuro ya está aquí.
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El 24 de septiembre de 2025, cumple 19 años. Es de una envergadura de 1.84 m y 60 kg de peso, gran cróner en los esfuerzos individuales, buen escaldor, sabe sufrir, tiene todo para triunfar y marcar una historia , es un diamante francés que no tiene techo, si lo llevan bien sin apuros, sin forzarlo , puede ser la esperanza que buscan los franceses para fabricar un nuevo ídolo, debe ir mejorando en los cambios de ritmo y explosión, porque el chico sube a paso , debe afinar esos dos puntos de más para ser un escaldor top y marcar diferecnias, porque se puede quedar como Remco, fortísimo en las cronos pero en las subidas no es diferencial o no caer como Ayuso, en la inmadurez y el EGO subido sin haber ganado algo importante hasta ahora con una debilidad mental que se quiebra. Debe mirar el espejo de Pogi y Vinge, quienes son sus verdareros faros, si quiere triunfar en esta modalidad que se exige para convertirse en un súperdop de talento, nutrición y ayudas suplementarias para coronar semejantes esfuerzos descomunales de tres semanas. es la realidad de este deporte, de lo contrario estás liquidado.