Alaphilippe continúa este año con el pie cambiado
Por Oscar Trujillo Marín
El año 2020, salvo para Netflix, algunos fondos millonarios que se dedican a la especulación y los fabricantes de mascarillas y ciertos equipos e insumos médicos, puede ser perfectamente olvidado, para siempre: nadie lo echará de menos. Julian Alaphilippe traía una sensacional racha ganadora en las últimas temporadas y venia exhibiendo un nivel muy superior que en lo que va de perturbado curso ha sido parado en seco. Ayer en la Strade Bianche no fue la excepción: el viacrucis para el excelente corredor francés, de momento continúa.
El comienzo de año, antes de la invasión de esta distópica pandemia paralizante del mundo, ya fue complicado para Julian. En San Juan, Argentina, tuvo que bajarse en la tercera etapa por enfermedad y en su tradicional y exitoso periplo por el Tour Colombia pasó muy mermado, discreto, no brilló como en otras ediciones.
Pero es que el genial corredor galo llegó a Europa, en lo poco que se pudo correr en invierno-primavera, ¡y más de lo mismo! se retiro en la Faun Ardeche Classic y mantuvo un anonimato total en la Royal B. Drome Classic. En la París-Niza -de forma inusual para su habitual protagonismo- no pudo destacar en absoluto. Luego el telón cayó para todos durante casi 5 meses.
Siguiendo a juego con su ausente buena estrella este curso, hace un mes su padre -que arrastraba una grave enfermedad- falleció, cosa que si es una verdadera tragedia e irreparable pena, por la excelente relación que tenían. Ayer en su regreso a la competencia en una prueba en la que el año pasado ganó y dio una auténtica exhibición de clase, ¡5 pinchazos! (que se dice pronto) lastraron cualquier opción del aguerrido y versátil ciclista francés. En un encomiable gesto de pundonor, Julian quiso terminar la prueba para honrarla por el cariño que le tiene, pero desde luego la diosa fortuna, de momento, sigue ausente en esta aciaga temporada: ha dejado de sonreirle.
“Fue imposible hoy. Perdí la cuenta de cuántas veces tuve que parar debido a la mala suerte y tuve que volver a perseguir”, dijo el líder de Deceuninck, que llegó en el lugar 24º a 15’06 “del ganador Wout van Aert. “La carrera en sí ya es lo suficientemente dura como para añadirle estos reiterados problemas mecánicos. Por respeto y amor por esta competencia, continué hasta la meta”, declaró Julian a la TV italiana.
Desestimar el influjo de la suerte en la senda de un campeón es conocer muy poco del ciclismo y por extensión de la vida. No todo es actitud, aptitud y voluntad. La suerte también juega. El mismo corredor, con la misma clase, el mismo itinerario de preparación y mismas pruebas que otros años ha sido disminuido por imponderables: gastrointeritis, caídas, pinchazos, averías, tragedias familiares son capaces de mermarle los resultados y el nivel a cualquiera por muy genio y crack que sea. Todo está demasiado conectado y tienen que juntarse muchas cosas para ser siempre el mejor.
En las últimas temporadas Alaphilippe ha sido un especie de rey Midas en el pelotón internacional: carrera que tocaba compitiendo se convertía en oro: o bien ganaba o bien estaba peléandola hasta al final como gran protagonista. Sin imprevistos, sin imponderables, “sin sorpresas” como diría Radiohead; con la ley de la gravedad y el asfalto respetándolo; con la salud y las fuerzas intactas, en plenitud.
Este año el éxito se empeña en mostrarle su cara menos fotogénica, de la que nadie se libra y a todos alguna vez -o varias- les toca. Por ahora el fantástico corredor francés sigue dentro de una densa nube de polvo. Pero en algún momento tendrá que salir.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Yo creo que todos los ciclistas (salvo uno que otro fuera de serie) después de una, dos o tres temporadas de máximo rendimiento, su fisico se reciente y los lleva a tener una mala temporada. El desgaste fisico en el ciclismo es muy alto, la alimentación tan justa, afecta la salud. El cuerpo necesita recuperarse.
Lulú lleva un tren de alto rendimiento muy alto en estos últimos dos o tres años. Es natural (para mi) que en toda o una parte de la temporada no rinda al máximo nivel.
Es una racha de Julián, que como nos enseña las matemáticas, tarde o temprano pasará… En mi pueblo lo decían, y lo he experimentado en carne propia, cuando uno está de malas del cielo le llueve m…. pero todo pasa… y vendrá para Lou lou otra racha de buena suerte… lo mejor es esperar que pase sin afán, sin renegar de los dioses y menos del dios de la suerte..
Buen ejemplo de Juliancho al honrar la carrera –esto que hace lo catapulta, con su base competitiva para el futuro– claro esta que le falto un pinchazo para que igualara mi registro Jejeje
Al mal viento buena cara dice el dicho y como dice Arturo todo esto pasara –ya le vendrá lo bueno de nuevo
Cuenta tu experiencia Ary para divertirnos…
Te cuento la mía, en una semana santa con un amigo habíamos hecho Bogotá-Mariquita y Mariquita-Manizales.. luego de 2 días de entrenar en manizales, hicimos un viernes santo Manizales-Ibagué y los dioses nos castigaron… mi amigo paró cerca de 10 veces por pinchazo y yo a la par por diarrea… casi me muero…
Duro tu entreno con “los esfinteres” haciendo de las suyas, y ese registro es inigualable 10 veces!!!…UH!!!
En carrera particularmente una de las clásicas en Colombia la cual luego se considero Vuelta— obtuve el registro de 6 veces “creciditas mis ruedas” ellas pasaban por cuanto hueco hubo y se llevaban cuanto “pedazito” de vidrio había- hasta que mi grupo aquel que llevaba nuestro material – decidió que era mejor que el carro escoba me acompañara JEJEJE