Por @amatiz12
Hoy Alaphilippe volvió a ser Alaphilippe. No sólo ese corredor supremamente combativo, sino que complementa ese coraje con unas piernas al nivel de pocos y que en estado de inspiración, son inalcanzables. A pesar de las dudas, de no rendir como se esperaba, supo dar el golpe en la carrera que era y así retener por un año más el arcoíris.
“Las ganas de hacerlo bien me trajeron aquí, sabía que había trabajado bien en las últimas semanas”, expresó Julian que en el transcurso a Flandes desistió de ir a los Juegos Olímpicos para aproximarse con un calendario más ameno en el que estuvo carente de triunfos.
Destacó la iniciativa suya y de su seleccionado y cómo esta ayudó a romper al lote. “En carrera fuimos protagonistas desde el principio, atacamos, hicimos una selección y luego volví a intentar”, describió ‘Loulou’ quien en su último intento, logró separarse del grupo de 17 favoritos para ir rumbo a la conquista de su segundo Mundial. “Cuando me despegué del resto no sabía si podía llegar a meta, de verdad hice un gran esfuerzo para separarme de ellos lo máximo posible”.
Incluso, un factor de impulso, aunque irónico, fue el trato negativo de la fanaticada local, frustrada al ver que a los suyos se les escapaba el título en casa. “La afición belga no fue muy amable conmigo, pero eso me motivó aún más”, agregó el ahora doble campeón del mundo, que disfrutará de su victoria más importante en la campaña 2021, que había resultado en varios momentos, adversa para él.
Alejandro Matiz
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