Análisis: Benoot se lleva la Strade Bianche de los outsiders
Por @pmpalermo
Apenas comienza marzo y ya quedó atrás la carrera más atractiva de todo el calendario. Sí, los bellos parajes de la Toscana y los siempre espectaculares tramos de sterrato -hoy más impresionantes por la climatología- volverán dentro de un año. Pero el espectáculo de la edición 2018 durará mucho más en la memoria.
¿Por dónde empezar? Probablemente sea bueno comenzar por el final. Sólo con observar la clasificación, queda a la vista un enorme número de outsiders en posiciones de avanzada, clara señal de que, además de una forma magnífica, algo atípico sucedió para propiciar dicha circunstancia.
Y la respuesta es obvia: marcaje. A la falta de una mejor condición física por parte de algunos capos -normal por la época del año- se sumó una vigilancia excesiva hacia algunos pedalistas, especialmente Alejandro Valverde y Peter Sagan.
El murciano inició las hostilidades entre los jefes de filas, a unos 65 kilómetros de meta, acompañado por Michal Kwiatkowski, campeón defensor y, por consiguiente, otra rueda a seguir. Al dúo se unieron Van Aert y demás galgos.
Valverde, que claramente tenía el día, volvió a la carga con 48 kilómetros por desandar y, cómo no, sus rivales hicieron fila para secarlo. No son justificaciones, sino hechos. Gajes de ser uno de los mejores del planeta a pesar del transcurso de los siglos.
Pero el marcaje existió, no así para con otros que decidieron saltar casi en el mismo punto. Ahora sería sencillo decir que el “Bala” debió saltar en tal o cuál sector, pero la verdad, lo hubieran perseguido lo mismo.
De regreso a la cronología, Van Aert, que en ese momento iba sobrado y se cargó al español, salió tras un valiente Bardet, otro que tenía nafta y, apenas conectó con el grupo, pasó de largo y se convirtió en cabeza de carrera. Restaban 46 kilómetros a meta e iniciaba una tendencia.
La temática se repitió. Con el sólido dúo cabecero incrementando su renta, cada vez que un “grande” intentó algo, fue cazado. A tal punto llegó la vigilancia, que Sagan -en ventaja táctica por contar con dos laderos a los que frenó- comandó temporalmente el grupo a ritmo cansino, sin que nadie saliera de su estela, como si fueran paseando.
¿Más evidencias? Con los capos vigilándose hasta para ir al baño, se formó un grupo perseguidor tras los dos líderes, compuesto por segundas y terceras líneas: Moscon, Puccio, Latour, Visconti, Küng, Mühlberger, Madouas, Benoot, Amador y Serry.
Pronto destacarían Serry y Benoot, que además de contar con la “libertad” de la que gozaron todos estos, tenía unas piernas impresionantes. Tanto así que, al partir junto a Serry (-30 km a meta) viajaba a 48 segundos de la punta.
Entre tanto, Van Aert, generoso como todo gran y joven corredor ávido de mostrarse, comenzaba a quedarse sin resto, quizás sintiendo la distancia o el hecho de no haberse alimentado correctamente. Bardet, lógicamente con más fondo, iba más cómodo, pero aún así no lograron sostener la ventaja.
Benoot, que se deshizo de Serry cuando quiso, llegó a los dos líderes con 15 kilómetros por delante, y los soltó en una cota de tierra, a poco más de 12. Desatado, el belga viajó de allí en más rumbo a la gloria, logrando su estreno como profesional en un escenario espectacular contra adversarios de lujo. ¡Soñado!
Dicen que quien gana es el más fuerte y nadie va a discutir eso en este caso. El de Lotto Soudal remontó casi un minuto y ganó por 39″, aunque -hay que decirlo de nuevo- usufructando el celoso marcaje entre las estrellas. Y algo parecido puede decirse de Bardet y Van Aert, de tremenda performance, pero con más cuerda por tratarse de debutantes en este evento.
Nada del otro mundo, puesto que siempre existe el celo entre los favoritos. Aunque notable, porque en esta clásica (la verdad ya merece ese mote, camino de ser el sexto Monumento) suelen primar piernas famosas.
Conclusiones:
En definitiva, de cara a lo que viene, el pelotón salió avisado de tres cosas:
1- Valverde volverá a arrasar en las Ardenas, aunque su equipo lo haga igual de regular que hoy.
2- Sagan, posiblemente a media máquina, tiene el mejor grupo de gregarios de toda su carrera y eso podría sentirse en la temporada de clásicas.
3- Van Aert, por si había dudas, es el clasicómano que viene. ¡Hoy corrió solo!
Fácil hablar ahora, pero de todas las figuras, bien o mal elegidos los ataques, Valverde fue el más fuerte por lejos. Kwiatkowski gastó pronto las balas y se hundió en su inconsistencia, Sagan casi ni se metió en la puja, Stybar lo hizo bien pero le faltó un punto, Dumoulin y Nibali no estuvieron finos y Van Avermaet desapareció.
¿Benoot? Quienes siguen el ciclismo de cerca, sabrán que este chico fue 5° en el Tour de Flandes 2015, su primera temporada como pro. Ahora que “se le abrió el arco”, no sería raro verlo recolectar en cantidad, porque le sobra capacidad y a la misma le suma trabajo. Sí, aún con todo el marcaje que este periodista quiera mencionar, hay que hacerle justicia al belga, que llegó desde una concentración en altura (y van…) con tres kilos menos.
Pablo Martín Palermo
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van aert el domingo pasado tb estuvo en el grupo bueno, aunque dps lo alcanzó el pelotón. hoy hizo un carrerón. está muy fuerte y habrá q ver q pasa ahora q empezará a ser metido en los radares.
benoot, q agregar, q par de huevos e inteligencia p leer la carrera.
bardet, ojalá corra así en el tour.
el resto, muy preocupados mirándose unos a otros, sin querer tirar del pelotón para q un rival aprovechara el esfuerzo y los pibes se llevaron la carrera.
gracias por el análisis. ojalá veamos más carreras así.
Una Carrera emocionante, las clasicas de primavera son de lo mejor del ciclismo, Carreras donde pesa mas el corredor que el equipo, quedo maravillado por el acierto de David hunter en los pronosticos
Que carreron y que manera de inaugurar el palmares Benoot. Enganche la transmisión a unos 70km de meta y no deje de ver un segundo. Histórica jornada en Italia.