Análisis: Caen las caretas en Andorra

Por @pmpalermo

Por fin llegó la montaña verdadera a la Vuelta a España, con un tremendo parcial en Andorra que incluyó seis puertos y casi 5000 metros de desnivel donde los corredores fueron puestos al límite y descubrieron sus fortalezas y debilidades.

*Aru el más fuerte; ¿Dumoulin el rival?: para empezar, y aunque resulte obvio por los resultados, hay que marcar la forma de Fabio Aru y Tom Dumoulin. El primero, asaltando la general con un brutal ataque desde la base del último puerto que dejó clavados a casi todos los gallos, para cortar luego a los hombres de Katusha y encaminarse hacia el 2° puesto de etapa y el liderato de la carrera.

Aru había avisado durante la primera semana y lo confirmó aquí. Es favorito al trono de Contador porque llegó más fresco, preparó a consciencia la Vuelta y, en jornadas de tanta exigencia, eso es una ventaja enorme de la que sacó rédito.

Pero ojo, porque no es el único que está fuerte, ya que el anterior portador del maillot rojo brilló también, defendiéndose heroicamente en un terreno que no es el suyo, rodeado de escaladores puros que no pudieron más que ponerse a su rueda en lo que es una muestra más de su estado de gracia.

Hablamos del sorprendente Tom Dumoulin, quien pasó la prueba de fuego en la jornada más complicada de la presente edición y se posiciona como aspirante el título, puesto que al aguante cuesta arriba le suma su superioridad contra el reloj, que podrá usufructuar en la etapa 17.

Por supuesto, deberá sostener su forma contra gente más habituada a estas cuestiones y será muy interesante ver cómo repercute en su cuerpo la acumulación de días consecutivos de alta montaña (etapas 14, 15 y 16), sin olvidar que no dispone de gregarios. Pero si su performance es constante, puede ser el gran rival de Aru, sobre todo por el tramo sobre la cabra, donde haría estragos.

“La Vuelta está lejos de haber acabado”, sentenció Aru, y tiene mucha razón, porque aún hay varios contrincantes con vida, de los cuales, Dumoulin es el más sólido y completo.

*El Tour le pesa a Nairo, en todo sentido: lamentablemente, no será este el año en que Quintana sume otra grande a su palmarés, ya que tras quedarse corto en el Tour, se desfondó en la Vuelta, algo esperable si se quiere, debido a su corta trayectoria.

Es muy simple: el ciclismo es un deporte en el que la juventud sólo es buena para la explosividad, pero no así para la resistencia o regularidad, algo que se mejora con el paso de los años y que es fundamental para afrontar un doblete como el del Tour y Vuelta.

En ese contexto, no es extraño que la fiebre haya visitado al colombiano, ya que un organismo al límite es propenso a enfermarse, algo que finalmente sucedió al de Movistar, hoy próximo al abandono. Afortunadamente, aguantó en carrera y marcha 9° a 3:07, diferencia importante pero no imposible de recuperar, para un atleta sano y pletórico.

Por otro lado, no se trata de hacer leña del árbol caído, pero esto debería servir de aprendizaje a Nairo para apreciar más sus chances, puesto que ya se ganó la capitanía de cara al Tour en 2014 e igualmente siguió sumiso las conservadoras órdenes de Unzué.

Tampoco se trata de revelarse porque sí, pero el sudamericano parece no entender lo difícil de disputar una grande y ser favorito. Porque de haberlo hecho, no hubiera dejado pasar el tren como hizo en julio, decidiéndose a atacar recién en el cierre, tras perdonar la vida a su compañero Valverde.

A fin de cuentas, salvo recuperación milagrosa y debacle de terceros, Quintana se quedará sin el pan y sin la torta pese a contar con capacidad para más.

*Las caídas mandan en Sky: tras pasar el día de descanso con tres hombres en el top 11, las cosas cambiaron de repente para el conjunto británico, que vio como Roche y Froome cayeron abruptamente en la general, despidiéndose de sus opciones de título.

El caso de Froome fue evidente, ya que se golpeó seriamente apenas iniciada la jornada, en el kilómetro 3 de carrera, hecho que no le impidió conectar temporalmente, hasta que Astana elevó el ritmo de nuevo y descubrió sus debilidades.

El campeón del Tour honró el evento completando el parcial a su ritmo, cruzando la línea de meta a casi nueve minutos de Landa y, peor aún, con fuertes dolores en una pierna que le imposibilitan caminar con normalidad.

Por su parte, Roche pagó el accidente de la etapa 10, cuando logró salvar las papas tras perseguir. Pero el ciclismo no perdona y su cuerpo se resintió con nuevo incidente, quedando cortado bajo el yugo de los kazajos para ceder casi el doble de tiempo que el keniata.

Todo esto no hace más que sumarse a las desgracias de Henao en la primera semana, decantando los galones del equipo inglés sobre los hombros de Mikel Nieve, quien se defendió con solvencia en Andorra, cruzó por el arribo en la 7° plaza y es 8° en la general a menos de dos minutos de Aru.

Así es como se invirtió la historia del poderoso Sky, que se quedó con un sólo líder y un grupo de gregarios maltrechos que poco podrán hacer para defender las chances de su compañero, a quien la desgracia ajena otorgó un merecido premio tras años de servicios prestados.

*No descarten a Valverde: el murciano fue otro que no pudo seguir el brutal arranque de Aru, en su caso, justificado por la caída de hace un par de jornadas, que lo dejó tocado en una clavícula.

Sin embargo, no debe ser descontado de la pelea por el podio de Madrid, porque tiene muchos puntos favor que respaldan su candidatura, comenzando por los antecedentes, que marcan que subió al cajón en seis de sus nueve participaciones.

Pero además, cuenta con un gran equipo, donde destacará el propio Nairo Quintana (si se recupera) corriendo en su favor, ya que el español está 6° a 1:52 y es ahora la mejor baza telefónica. Por supuesto, y como ya mencionamos, tiene la veteranía de su lado y está habituado al doblete.

Finalmente, mencionar que recuperarse de una dolencia traumática es más sencillo que de un virus o afección respiratoria, por lo que sus opciones parecen más favorables que las de Nairo, quien incluso estuvo al borde del abandono hoy, en una situación que pinta el cuadro que padece el colombiano.

*Purito: ganas, piernas y la crono: en medio de la carnicería propiciada por Astana contra el resto del pelotón, hay que remarcar las buenas prestaciones del Katusha, que tuvo a sus dos líderes cerca de la definición de la etapa.

Es que sólo Dani Moreno y Purito lograron seguir el cambio de ritmo de Aru en la base de la última trepada y, aunque luego el italiano los descolgó, terminaron un paso por delante de demás gallos, progresando en la tabla principal, donde ahora el catalán es 2° a 27″ y el madrileño 7° a 1:54.

Esto invita a pensar en Rodríguez como un aspirante válido al podio, porque está sólido a la hora de escalar y cuenta con la ventaja de un compañero igual de fuerte en el top 10, algo vital para las estrategias en un evento donde lo que cuenta es el presente y no el currículum.

Su problema, como siempre, es la crono llana de la etapa 17, donde puede dejar varios minutos respecto a Dumoulin e incluso con Aru, un escalador que ha progresado sobre la cabra y se defiende más que bien cuando está en forma, como es el caso. Por ello, Purito debe moverse como lo hizo hoy, con un intento en la bajada de la Gallina, para poner en apuros a los que se perfilan como los máximos candidatos: Aru y Dumoulin.

En definitiva, Rodríguez fue el que mejor lució de los que acudieron al Tour, tiene mucha experiencia y conoce el recorrido, pero no está por encima de Aru en la montaña y menos del holandés sobre la cabra, motivo por el que tiene que buscar una vía alternativa si sueña con el rojo.

*Chaves pasa el test: el joven colombiano ya puede sentirse favorito para ocupar el top 10 en Madrid, algo que se ganó a pulso en la etapa de Andorra, primer test real de la Vuelta debido a los seis puertos y casi 5000 metros de desnivel acumulado.

En esta edición de la Vuelta, maravilló en la primera semana, pero siempre dejando la duda de lo que podría hacer en la alta montaña contra los grandes monstruos presentes. Pues bien, “Chavito” respondió sobre la bici con un magistral 8° lugar, a 2:59 de Landa y por delante de gente de altísimo nivel y prestigio.

Por eso, ya no es utópico pensar que Chaves (5° a 1:29) puede ocupar plaza en el top 10, porque escala con los mejores de la carrera, pocos de los cuales son netamente superiores a él, pletórico y sin presión, como sí tienen sus rivales.

*Landa vs Astana, último round para el vasco: desde su explosión en el Giro que empezaron los problemas, agravados en esa misma competencia cuando, pese a tener mejores piernas, sus directores lo pararon para que no bajara a Fabio Aru del 2° lugar del podio.

Desde entonces, los rumores han crecido, especialmente porque Landa anunció su marcha del conjunto kazajo, casi con seguridad, al Sky. Pero antes de eso, quedaba una última cita por cumplir para el ex Euskaltel con su actual formación: la Vuelta a España.

Allí, la misión era arropar a Nibali y Aru, algo que nunca sucedió del todo ya que el “Tiburón” se fue a casa por el incidente ya conocido y, posteriormente, Landa nunca estuvo al nivel del sardo en los puertos, descolgándose tempranamente para llegar varios minutos después.

En Andorra el vasco se metió en la fuga con la idea primaria de servir de puente para su capitán, pero con el transcurso de los kilómetros, el 3° del Giro creyó en sus opciones y se fue sin compañía en busca de la victoria.

Fue entonces que llegó el llamado de Martinelli: “Debes parar para ayudar a Fabio (Aru)”. Pero, Landa se negó, porque tenía su premio al alcance de la mano, y porque se cobró venganza de lo sucedido en la Corsa Rosa.

Sería interesante conocer el momento preciso del llamado desde el coche para profundizar sobre el tema, porque no es lo mismo negarse apenas Aru partió que si la solicitud fue en el tramo final, cuando todo estaba sentenciado.

Como sea, Landa se quitó la molestia que lo agobiaba desde mayo, mostrando un poco de rebeldía que algunos nacidos de este lado del Atlántico debieran imitar, porque se torna insoportable el ciclismo calculador que reina en el presente y que, a veces, priva a los protagonistas de obtener recompensas superiores.

*Majka va en serio: irregular y algo rebelde, el polaco casi que desapareció tras su maravilloso 2014, cuando fue top 10 en el Giro y luego ganó dos etapas en el Tour. Es cierto, en 2015 repitió parcial en Francia, pero eso fue todo, hasta ahora.

Es que el de Tinkoff ya es 4° en la general de la gran ronda española a 1:28 de Aru merced a sus prestaciones para la escalada, que le permitieron finalizar 6° en Andorra a 2:10 de Landa, catapultándolo cinco lugares hacia arriba y, más importante aún, posicionándolo como un hombre a tener en cuenta.

Con perfil bajo, el escalador polaco acecha el cajón y con fundamentos, porque no debe obviarse que también se defiende sobre la cabra cuando está en forma, tal como demostró en el Giro del año pasado al acabar 4° a 1:39 de Urán en Barolo.

En las horas que corren, el principal rival de Majka sería su patrón, Oleg Tinkov, quien furioso por los atropellos de Sagan y Paulinho, medita sacar a sus pupilos de la última grande del curso, donde cometerá un crimen al privar al talentoso corredor de la oportunidad de mejorar su registro en citas de tres semanas.

Pablo Martín Palermo

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