Análisis: Corredores obligados a mejorar en 2018 (I)
Por @pmpalermo
Mientras algunos disfrutan de lo realizado en la temporada que dijo adiós, otros ya se preparan a tope para la próxima, motivados por no haber podido alcanzar el nivel que ellos podían dar. A continuación, un listado con algunos pedalistas obligados a volver por sus fueros en 2018.
Vale la pena aclarar que se trata de ciclistas con talento como pare exigirles más y todavía en edad plena, por lo que no deben ser comparados con sus versiones de larga data, sino con las de temporadas más cercanas en el tiempo, en las que brillaron.
Además, se reconocerá los casos en los que hayan sido mermados por lesiones o enfermedades, aunque ya recuperados, afrontarán el año con obligaciones.
*Leopold König: Un auténtico talento, al que las lesiones han lastrado hasta dejarlo al límite. Los problemas de rodilla parecen haber quedado en el pasado y, por caso, mostró algún destello de su potencial en el Tour de Turquía.
Aunque se lo notó falto de ritmo, el checo estuvo cerca de los mejores y, más importante todavía, afirmó estar sano. Este pedalista, top 10 en todas las grandes vueltas, tiene la capacidad de brindar resultados a Bora-hansgrohe. Más aún, sacando rédito de su relativo anonimato, puesto que Sagan y Majka acaparan todos los flashes.
El bloque germano dispone de un ejército de escaladores, aunque todo apunta a que König compartirá galones con Formolo en el Giro de Italia. Con poco fondo, no sería raro verlo sufrir y, posiblemente, alejarse de la decena de avanzada. Pero todo será construir desde bases sólidas para un 2019 en el que tendría la oportunidad de volver a ser un líder fiable.
En caso de no padecer lo que sería un bajón normal para alguien con tan pocos kilómetros en los últimos meses, hay que resaltar que se trata de un atleta completo, ideal para el recorrido de la Corsa Rosa venidera.
*Lachlan Morton: Volvió al World Tour de la mano de Dimension Data y con una campaña brillante a cuestas, la de 2016. En la misma, con el Jelly Belly, dominó la escena norteamericana a sus anchas, recordando al corredor que en su momento enamoró a Jonathan Vaughters y el Garmin.
Pero el 2017 no fue lo esperado. Sintió el salto de categoría y, aunque completó 79 jornadas de competición y su primera gran vuelta, apenas descolló en California, probablemente porque dicho evento tiene un cartel inferior y por sentirse como en casa.
Lo concreto es que él mismo reconoció que no estuvo bien y, apoyado en un curso que le valió para extender sus límites, espera dar un paso más en 2018. Ya no como el vueltómano que apuntaba ser, sino como un caza etapas.
La respuesta podría llegar pronto, porque indicó que repetiría gran parte del calendario. Con eso en perspectiva, habrá que comparar entre un año y el otro para saber con qué Morton nos encontraremos.
*Sep Vanmarcke: Uno de los mayores talentos físicos en lo que al pavé refiere, el belga es un imán para las desgracias. Obviamente que también debe cometer errores, que muchas veces tapa con su fortaleza.
Lo cierto es que su campaña de clásicas no fue la esperada. Y aunque luego rindió en otras fechas, su contratación fue para dar presencia a Cannondale en los adoquines, donde apenas si mostró la cara, lastrado por las caídas.
Ya enseñó en años precedentes que tiene un Monumento en las piernas. Con poca -por no decir nula- ayuda de su escuadra de turno, fue podio en el Tour de Flandes o París-Roubaix, algo al alcance de pocos en el lote.
La llegada de Breschel debe servir y mucho en sus aspiraciones, pero el resto del bloque promete, puesto que lo componen gregarios sólidos para estas cuestiones como Langeveld, Phinney, Docker, Van Asbroeck y hasta Modolo.
Dicho esto, la clave será su salud. Si la “Bestia del pavé” se mantiene entera, entonces podría dar el gran salto con el que amenaza hace años y que ahora, sin Boonen y Cancellara, se antoja más accesible.
*Petr Vakoc: El checo no lo hizo del todo mal, pero su palmarés estacional difirió mucho del sensacional 2016 en el que explotó ganando Classic Sud Ardéche, Drome Classic o Brabantse Pijl, sin olvidar que fue quinto en Strade Bianche, segundo en el GP de Wallonie o noveno en Quebec.
Sin embargo, no fue incluido en este listado por las estadísticas, ya que obtener posiciones de privilegio no siempre depende de la condición física. El motivo por el que quedó en deuda es que nunca demostró esa potencia bestial que lo ayudó en la campaña anterior.
Sin ser malo, su 2017 fue más apagado, especialmente en el comienzo del calendario, mismo periodo en el que había dominado 12 meses antes. La señal positiva la regaló de agosto en adelante, con buenas piernas en BinckBank Tour, las clásicas de Canadá o la Binche-Chimay-Binche.
Joven (25) y en un gran equipo, el potente ciclista cuenta con todas las herramientas para recuperar el golpe de pedal que tanto llamó la atención en 2016.
*Diego Rosa: Su sensacional progresión con Androni y Astana le valió el fichaje por Sky, escuadra en la que no encontró su hueco. No sería ni el primero ni el último que acusa el cambio en los métodos de entrenamiento -Kwiatkowski, por caso- pero por lo realizado antaño, su bajón se notó.
Escalador genial, se echó en falta su cuota de trabajo para los capos en la montaña, así como también su usual presencia en los momentos definitorios de pruebas de un día a su alcance, tales como Lombardía, Milano-Torino o Strade Bianche.
Con una campaña de adaptación en las piernas, el italiano debería encontrarse más cómodo desde el comienzo mismo porque, según dijo, ya sabe “cómo funcionan las cosas y está todo servido para rendir sobre la bicicleta”.
En una edad perfecta para este deporte (28) y con los mejores recursos a mano, uno de los prospectos más talentosos del pelotón debería sobresalir en 2018 porque, ciertamente, tiene con qué.
Pablo Martín Palermo
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