Análisis: Dani Díaz, los secretos de su preparación
Por @pmpalermo
Daniel Díaz ya es campeón del noveno Tour de San Luis, y con justicia. El salteño relegó a Rodolfo Torres y Nairo Quintana en el podio y se transformó en el primero que repite en la historia de la general del evento puntano. Está claro que tiene talento, pero también sus rivales, motivo por el que hay que detallar qué es lo que hizo la diferencia a su favor, además de la sed de revancha acumulada a lo largo de los meses.
Para empezar, debemos destacar los incontables kilómetros de entrenamientos específicos que reemplazaron a las competencias, porque Díaz corrió muy poco en 2014. Eso es un riesgo porque es casi imposible alcanzar el punto de forma ideal sin disputar frente a otros ciclistas, pero el gran protagonista del Tour obvió las carreras y la apuesta le salió bien.
En su lugar, Dani hizo algunas modificaciones en su dieta que, junto al trabajo sobre la bici, lo llevaron a perder peso. Casi 2 kilogramos que, por más poco que parezcan, son suficientes para que se dispare el consumo de oxígeno (VO2máx) con los beneficios en el rendimiento que eso conlleva.
Pero como si eso no fuera suficiente, repitió una fórmula que ya le dio buenos resultados y que nadie aplica en la Argentina: la concentración en altura. Básicamente se trata de vivir y entrenar por arriba de los 2000 msnm para propiciar la hematopoyesis ante la falta de oxígeno. Esto significa que su sangre se hace más rica, se elevan los valores y mejoran sus prestaciones deportivas.
Esta es una práctica común en Europa que aquí se deja de lado. Es legal y mejora el rendimiento sin hacer trampas. Díaz es muy inteligente, le gusta estar actualizado al respecto y luego, junto a su entrenador, diseñan los trabajos a realizar.
Justamente, en esos 17 días que pasó concentrado a 2400 msnm, el flamante campeón realizó “tras moto”. Esto es rodar detrás de dicho vehículo a velocidades superiores a las que puede desarrollar cualquier pedalista. Mejora la cadencia y la resistencia a la intensidad.
En simultáneo, Dani escaló mucho. Cerca del punto en el que se hospedó, hay un puerto de montaña de 35 kilómetros de longitud. Un monstruo que sirvió de banco de pruebas al salteño, que incluso se dio el lujo de utilizar sólo los primeros 15 kilómetros de ascensión, ya que no era necesario “ahogarse más” alcanzando alturas mayores.
Por supuesto, además de un equipo fuerte a sus órdenes, Díaz corrió muy concentrado, como si de un veterano se tratara (apenas tiene 25 años). Una evidencia de ello son sus clasificaciones parciales, siempre en vanguardia: 23° en Villa Mercedes, 1° en Potrero, 64° en el caótico embalaje de Juana Koslay, 1° en el Amago, 10° en la crono, 3° en Comechingones y hoy.
Con todo esto sobre la mesa, es evidente el motivo de su éxito. Todos estos factores aglutinados forjaron al campeón del Tour de San Luis 2015, un atleta que llegó tan fuerte que se dio el lujo de estrenar su nueva bicicleta (con los riesgos del caso) dos días antes del inicio de la competencia que ya le pertenece otra vez y debería ser el puntapié para dar el merecido salto a Europa, donde seguro encontrará un hueco digno de su profesionalismo.
Pablo Martín Palermo
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Honestamente, no se como gano. En el futuro analisis antidoping en el tour de San Luis , serian indisnpendables, para que este evento no pierda credebilidad. En el tour hubo mucho rumores del uso de estimulantes de algunos corredores.
Sería no…son. Quizás deba saber que hubo controles. Que la última etapa esperamos una hora hasta que Cavendish salió del control ya que no podía orinar. Debe hablar con tacto de algo si no sabe. ¿Cómo ganó? lo dice en la nota que ud comenta
Tambien toca aclarar que Diaz era a 100% en el TSL mientras Quintana estara a 100% durante el Tour de Francia – los objetivos no son los mismos.