Por @pmpalermo
Días después de que se hicieran conocidos los recorridos del Giro de Italia y el Tour de France de 2017, los corredores comenzaron a delinear sus calendarios y a especular. Así, por citar un ejemplo resonante, Chris Froome mostró su predilección por la trazado italiano, más favorable a sus cualidades debido a los kilómetros contrarreloj dispuestos.
Pero eso no implica que el “keniata” vaya a competir en la ‘Corsa Rosa’, sino que se trata de una cortina de humo para confundir a los rivales y, además, un mensaje expresando su disgusto para con ASO. Una historia tan vieja como el ciclismo, en la que el dominador de determinada prueba a lo largo de una época pretende que se lo mime, y la organización de la misma primero intenta que otro se imponga, adecuando sus caminos en consecuencia.
Aclaración al margen, a nadie escapa la importancia suprema del Tour, la grande donde menos espectáculo se ha visto los últimos años pero a la que todos quieren acudir, tentados por el prestigio que otorga lograr algo allí. Y, por eso, es casi imposible que Froome vaya al Giro, especialmente mientras reine en Francia.
En ese contexto, su principal oponente, Nairo Quintana, se sumó al juego mediático deslizando la posibilidad de estar presente en el evento transalpino. “La Vuelta no me pasó factura. Si decidimos probar el Giro, no sabemos qué podría pasar”, dijo el colombiano.
Mucho más seguro se mostró su director, Eusebio Unzué, aunque sus motivos podrían esconder una táctica de seducción y desgaste hacia el líder de Sky, que parece tener menos poder recuperación que su pupilo boyacense. ¿Tratarán de inducirlo a derrochar energías en mayo?
Conjeturas a un lado, desde ciclismointernacional.com consideramos un error grave por parte de Movistar abrir el juego con su carta más fiable de podio en el Tour. Para empezar, no sería bueno publicitariamente, ya que el intento aglutinaría los esfuerzos del tunjano en apenas dos meses del curso, tal como reconoce el manager navarro. “Si decidimos ir al Giro, habría que modificar el calendario anterior, el de marzo y abril, en el que Nairo ha hecho también muy buenos resultados este año, en la Volta, País Vasco y Romandía”, explicó.
Para tener una idea de lo que se puede esperar en ese caso, es oportuno mirar el cronograma de Alberto Contador en 2015, cuando se coronó en Milán, pero luego no tuvo resto físico y “sólo” pudo ser 5° en París.
El recorrido del evento italiano presenta montaña desde el comienzo mismo y eso implica que los favoritos deberán arribar a tope, sin chances de especular con la forma y rodarse en competencia, como hizo el propio Contador en 2008, cuando acudió a última hora y “desde la playa”.
El período entre carreras no deja margen alguno de recuperación, y el de Pinto es nuevamente el mejor ejemplo de ello, puesto que en el mencionado 2015 hizo todo alrededor del difícil reto, y la fatiga le pesó en julio.
Por otra parte, Quintana se impuso en la Vuelta de este año tras pasar casi un mes descansando y sabiendo lo necesario para gestionar esfuerzos en esa parte del calendario, en tanto que viajará a terreno desconocido en 2017 si intenta el asalto a la “bota”.
Pero hay más razones que tornarían insólita la elección. El trazado del Giro es tan favorable a Froome como el del Tour a Quintana, por lo que no se entiende que, tras un par de campañas sacrificando todo por la Grande Boucle, justo ahora modifiquen los planes.
Con dos cronos que suman 67 kilómetros en Italia, contra apenas 36 de dicha especialidad en el Tour, es absurdo que los telefónicos piensen en llegar desgastados al verano, más aún, si la fatiga con la que se presentó el escarabajo hace unos meses fue tal.
Eso, sin olvidar la arrasadora hegemonía del británico sobre la cabra en las dos grandes de 2016. Sólo para no perder de vista el daño que puede hacer, vale la pena recordar que le metió 2:05 y 2:16 a Quintana en las cronometradas largas de los eventos en discusión.
Otro punto en contra del intento es el palmarés. Nairo ya tenía un Giro, ahora añadió la Vuelta y sólo le falta la ronda francesa. Y si bien es cierto que contará con apenas 27 años, las oportunidades siguen desfilando frente a sus ojos muy rápido como para regalar una edición que lo beneficia como a nadie.
Si en años precedentes, respirando por y para el “sueño amarillo”, no fue capaz de desbancar a Froome, se antoja casi imposible que lo consiga llegando con la fatiga de la grande inicial de la temporada en las piernas.
Ser de la partida en el Giro bien puede ser tomado como aceptar que Sky es invencible en Francia, pero también es desconocer dos décadas de antecedentes negativos, ya que el último en obtener el doblete con la disposición del calendario actual, fue Marco Pantani en 1998. Sobran las aclaraciones…
Nada parece favorecer el experimento, excepto por las alergias que Quintana dice sufrir en el verano y que no padece antes o, poco probable, el mero hecho de querer obtener la centenaria edición de la competencia en cuestión, algo que con todo respeto, no le quita el sueño ni a él ni a su escuadra.
Pablo Martín Palermo
¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en @CiclismoInter
Sumate en facebook: Ciclismo Internacional
Copyright ©2012-2016 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved