Análisis: El egoísmo español agranda la figura de Froome

Por @pmpalermo

Si bien sostenemos que Alberto Contador ya ganó la Vuelta a España, el tardío despertar de Chris Froome genera emociones un tanto inesperadas hace una semana que adornarán una edición donde la paridad fue la tónica reinante.

En análisis previos dijimos que el trío de españoles había cometido un error grave al no rematar al de Sky cuando tuvieron la oportunidad y que no en vano el conjunto inglés trabajaba en los puertos ya que sabían que su jefe iba a más y tarde o temprano respondería.

Así sucedió, la etapa 18 no fue la excepción y el keniata volvió a atormentar a sus oponentes con un ritmo feroz por parte de sus gregarios en el primer paso por Monte Castrove y un contragolpe todavía más imponente en el segundo, luego de algunos momentos de esfuerzo y duda ante los cambios de ritmo.

El campeón del Tour 2013 desplazó a Valverde del 2° escalón del podio y, aunque no se quedará con la general, va a dificultar la faena a Contador, que no puede estar tranquilo con 1’19” de renta sobre su perseguidor, debido a que éste aún no mostró lo mejor de su arsenal.

Anticipamos también que por frescura, recorrido y equipo Valverde caería al 3° escalón aún bonificando, pero lo que pocos esperaban eran una ofensiva en toda regla por parte del pupilo de Brailsford en una fracción más propicia para los demás, que optaron por pelearse y le abrieron las puertas a terceros.

El resultado: menos renta para el líder y una posible alianza forzosa entre los ibéricos para no salir más perjudicados, algo que se puede suponer al ver como colaboraron en forma conjunta tras Aru y el inglés recién en el final de la trepada pese a que Valverde era quien más tenía que perder.¿Para qué unirse? Para obtener una etapa Rodríguez, sostener el podio el “Bala”  y quitarse el peso de vigilar tres ruedas “El Pistolero”.

Ahora bien, éste sería el escenario ideal, pero con el correr de los días hemos sido testigos de las divergencias entre los “Tres amigos”, cada uno enfocado en sus objetivos y con poco ánimo de ayudar a sus compatriotas o incluso eligiendo perjudicarse entre ellos.

Esto no está mal ya que cada uno defiende la mano que le da de comer pero sí hace sonar las alarmas en el seno de la selección española, que una vez más contará con la formación más potente pero, ciertamente, no la más unida.

Regresando a la Vuelta, el golpe psicológico por parte de Froome es más fuerte que el deportivo puesto que, en concordancia con lo que ha sido la competencia, las diferencias en meta no fueron importantes.

Con la etapa 20 en vista, es claro que hay terreno de sobra para recortar un poco más y posiblemente esto suceda debido al crecimiento en la condición de “Froomey” pero Contador limitará daños y se va a quedar con la carrera, por lo que la duda pasa por saber qué harán Katusha y Movistar, con más ganas y egoísmos que piernas.

Purito quiere un parcial y dijo que le da igual ser 4° que 6°, pero por más empeño que tenga, si mantiene su postura mezquina y encima los hombres de negro siguen machacando en las aproximaciones a los puertos, es casi imposible que el catalán tenga gregarios disponibles en los momentos clave, sin olvidar que nadie le regalará un centímetro como sí pasó con Aru. Por su parte, Movistar podría darse por hecho con el podio del fatigado murciano y si esto sucede, Rodríguez será la rueda a seguir.

Tampoco es cuestión de asustar a nadie y no veremos un Froome superlativo sacando una minutada a los demás debido a que las fuerzas van muy igualadas y en Monte Castrove abrió hueco aprovechándose de la vigilancia mutua entre sus tres contrincantes.

En resumen, las posiciones ya no van a cambiar (salvo un percance mecánico o desfallecimiento) y lo que sí veremos será un entretenido desenlace de la Vuelta, con más empeño que otra cosa por parte de los atletas.