Análisis: El recorrido del Giro de Italia 2017
Por @pmpalermo
Una semana después de que el Tour de France hiciera lo propio, el Giro de Italia descubrió su recorrido para 2017. El mismo no ofrece demasiadas sorpresas, aunque está claro que está dirigido a corredores completos que no podrán especular y tendrán que presentarse a tope desde el inicio para desandar 3.572 exigentes kilómetros que no saldrán del país anfitrión.
Todo arrancará con las tres etapas de Cerdeña que se develaron hace un mes, antesala de una temprana y peligrosa llegada en alto en el Etna (1,892 metros de altitud y 17,5 km al 6,6%), en la cuarta fracción, con la complicación siempre latente del día de reposo intercalado.
A grandes rasgos, es bueno señalar que en la novena se sube y se llega al Blockhaus en apenas 135 kilómetros, brutal aperitivo para la dura y ondulada contrarreloj de 39 kilómetros dispuesta entre Foligno y Montefalco para la etapa 10. Dato no menor, la segunda jornada de descanso está estratégicamente ubicada entre ambas.
Ese segundo tercio de carrera se completa con otra meta en montaña, más precisamente en Oropa y en la 14° jornada. Muy sencilla y mayormente llana, del estilo “unipuerto” tan criticado durante la Vuelta.
Como es habitual, lo más duro se concentra en la semana conclusiva, empezando en la etapa 16 con un auténtico Tappone en el que tomarán la salida con las dudas que genera el reposo, ya que el tercero y último será el día previo. Aquí aguardan: 227 kilómetros entre Rovetta y Bormio, que esconden el Mortirolo, el Stelvio (Cima Coppi) y el recientemente pavimentado Passo Umbrail (2.502 metros), también conocido como el hermano menor del Stelvio.
Los cuatro últimos parciales encadenan mucho desnivel, empezando con la corta pero brutal etapa 18, 137 kilómetros entre Moena-Ortisei, que aglutinan Pordoi, Valparola, Gardena y Passo di Pinei, antes del ascenso final a Pontives.
Al día siguiente esperan 191 kilómetros entre San Candido y el cierre cuesta arriba de Piancavallo, en tanto que la 20° etapa ofrecerá el ascenso al Monte Grappa el final en Foza Asiago, última chance para los “grimpeurs”.
El último día se llega a Milán, pero no será con el tradicional paseo triunfal sino con una contrarreloj plana de 28 kilómetros que perfilará la general definitiva.
Etapas:
Los sprinters deberían aprovechar un recorrido accesible y las piernas frescas para imponerse el día 1.
La segunda fracción dará más juego a la fuga y los “puncheurs” debido a un perfil quebrado y dos cimas categorizadas. El final aparece tras casi 40 kilómetros de bajada.
Otra chance para los hombres rápidos, que recibieron bastante atención de la organización en el diseño del trazado.
Muy temprano en el evento aparece la montaña. Este puerto es cosa seria y obligará a los favoritos a presentarse en forma, sin posibilidad de rodarse durante la competencia. El Giro se gana más adelante, pero puede perderse aquí, donde 3500 metros de desnivel acechan a los atletas.
Atractiva fracción con un comienzo duro que pondrá a prueba a los sprinters. ¿Podrán recuperarse para disputar la victoria o será cosa de la fuga? Para que se hagan una idea, es similar a la que ganó Michael Matthews en el Tour 2016.
El perfil es propicio a los atacantes tardíos. El largo llano entre el kilómetro 107 y el 178 puede ser favorable al lote, atentando contra una fuga temprana, que debería abrir una buena diferencia en las primeras ondulaciones su quiere llegar al cierre.
Jornada extensa en la que los sprinters deberían tener la última palabra.
Otro día con trampa en el final. Es muy posible que se ruede a toda marcha hasta el primer puerto, donde se formaría un corte exitoso. El trazado será quebrado en la segunda parte, ideal para rodadores y puncheurs. Con la tremenda etapa posterior, el pelotón quizás se tome las cosas con calma.
Día corto en el que todo se centrará en la trepada al Blockhaus y sus 31.7km al 6.2%.
Primer día clave del Giro y tras el segundo descanso: una crono relativamente larga con mucho desnivel, similar a la de 2016. Una mala performance aquí puede ser letal en las aspiraciones de los favoritos.
Empieza la escalada verdadera, con puertos encadenados. Una etapa exigente, con final en descenso de esas que tanto gustaron en el Tour.
Otro día en el que los sprinters tienen las de ganar.
Todo lo que no sea un embalaje masivo será una sorpresa mayúscula. El Giro suele poner una etapa llana al 100% por edición.
Fracción corta en la que se volará rumbo a la mítica trepada que catapultó a Marco Pantani al estrellato. Será un duelo entre jefes de fila luego de un aburrido desarrollo.
Perfil ideal para los atacantes tardíos, siempre y cuando el lote no se relaje de cara a la alta montaña y regale una minutada a la fuga matutina.
Etapa brutal, con dos puertos míticos y un kilometraje total (la segunda más larga del Giro) que se cobrará varias víctimas. La fracción esconde unos 5.500 metros de desnivel positivo acumulado y llega tras el último día de reposo.
La jornada siguiente quizás pase inadvertida en una primera revisión, pero puede ser clave: 219 kilómetros, un puerto de salida como Aprica y el Tonale enseguida. Luego de un largo descenso, casi 80 kilómetros en constante ascenso. Si alguien rompe de salida puede darse un vuelco a la general.
Etapa corta y explosiva en los Dolomitas, espectáculo puro. El diseño es similar al de la fracción ganada por Alejandro Valverde en la pasada edición, con un puerto de salida y varios más encadenados. Recuerden lo que sufrió Esteban Chaves por partir mal ubicado.
Con la prueba en fase definitoria y en plena tercera semana, las piernas empezarán a pesar. Más aún ante otro arribo en alto como el de Piancavallo (15.5km al 7.3%) pese a que los kilómetros previos parecen sencillos.
Última chance para los escaladores con las subidas a Monte Grappa y Foza. El cierre tiene trampa, ya que hay unos 15 kilómetros de falso llano entre la cima del puerto y la meta que dificultarán la cacería si alguien abre hueco antes.
Crono corta y llana. El hecho de estar ubicada en el final del evento hará que las cosas se igualen un poco entre los jefes de fila y los especialistas. De cara al título, los mejores en la disciplina podrían defenderse durante los tramos montañosos especulando con el llano circuito de Monza.
Análisis:
A diferencia del Tour, el recorrido es más balanceado, con terreno para escaladores y contrarrelojistas. Es más, el campeón será un hombre completo, porque no cualquiera puede aguantar dos cronos, para un total de 67 kilómetros (más que los 61.1km de 2016)
Un punto interesante que elimina a los especuladores es que el recorrido presenta dos finales en alto muy temprano. Esto implica que no hay margen de error y que los aspirantes deben estar fuertes desde el día uno. Ir a rodarse pensando en la última semana no sirve, porque si bien el Giro se ganará en la misma, puede perderse en el inicio.
Eso mismo corre para los interesados en hacer el doblete con el Tour, especialmente Chris Froome, que hizo público su agrado con el recorrido del mismo modo que reconoció que no le favorecía el de la Grande Boucle.
Conjeturas al margen, el Giro dispondrá de cuatro llegadas en alto (Etna, Blockhaus, Oropa y Piancavallo) y puertos míticos. Por ejemplo, la etapa ‘reina’, que cuenta con el Mortirolo y el Stelvio en sucesión.
La crono larga de la etapa 10 abrirá las primeras diferencias importantes, mientras que el campeón será quien salga más entero del encadenado de las fracciones 16, 17 y 18, las dos primeras brutalmente largas y cargadas de puertos de entidad, mientras que la última es muy corta y con cinco ascensiones a gran altitud.
Por supuesto que nadie es campeón hasta cruzar la meta el día final y que aún restarán jornadas con montaña, tales como la de Piancavallo o la etapa 20. Además, recordar que el cierre será sobre la cabra, y en ese sentido vale la pena marcar que la última vez que el Giro acabó así, Hesjedal se consagró campeón agónicamente.
Un dato adicional pasa por los extensos y agotadores traslados, en esta edición, concentrados en el primer tercio de competencia. Eso obligará a los protagonistas a extremar cuidados, reservándose aún más para el desenlace.
Este recorrido es perfecto para gente como Steven Kruijswijk y Vincenzo Nibali, ya confirmados, o a los poco probables participantes Alberto Contador y Chris Froome. ¿El motivo? Se trata de ciclistas completos, buenos en la montaña y la crono, donde por caso, Fabio Aru o Esteban Chaves deberán sufrir más de la cuenta para tener opciones reales.
Otros posibles aspirantes serían Wout Poels si es que Sky no envía a Mikel Landa, o el ruso Ilnur Zakarin, excelente en todos los apartados y una amenaza en 2016 hasta que se fue al suelo en una bajada.
Claro está que los pedalistas hacen la carrera y que múltiples factores modifican las acciones. A modo de ejemplo, allí está el accidente de Kruijswijk cuando se encaminaba al título, pero lo concreto es que la Corsa Rosa repetirá la fórmula que tan buen resultado le dio en 2016, maximizando las diferencias respecto al Tour.
Así, mientras que la ronda gala apuesta por los escaladores y, casi con seguridad, la Vuelta ofrecerá su marca registrada con “cuestas de cabra”, el ciclismo que más gusta a los aficionados se verá en Italia, donde la cita está pactada entre el 5 y el 28 de mayo. ¡No se lo pierdan!
Pablo Martín Palermo
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Chavito debe haber al tour le es más accesible
Este puede ser el año de Urán… si recupera su forma en la cabra!
esta es una buena GV!!! con etapas para sacarse chispas en la 1er semana, con CR de verdad y no las dos mentiras que pusieron en el aburriTour de France.Y qué buena la idea de la CRI en el último día. todo dentro de italia, en los papeles, una muy buena edición n° 100!!!
Un Giro con 3572 kilometos con 7 etapas de mas de 200 km es de entrada una carrera de aguante y en el caso de CHAVEZ tendra que tener estrategias para hacer ataques de lejos 2 0 3 maximo y con estos lograr sacar diferencias para administrarlas en las cronos, espero que en la 4 etapa pegue fuerte y luego regule para lograr sacar algo mas en las 4 ultimas etpas y tener renta para afrontar la ultima crono
Y Nairo?tendrá opciones?
¡Todas! Parte, para mí, como el hombre a vencer. El análisis es previo a que él anunciara su presencia.
Q buena previa. Seria divertido para futuras previas tambien incluir favoritos para las clasificaciones de jovenes, puntos y montaña.
Creo que Nairo puede repetir GIRO.
Excelente análisis amanecerá y veremos