Por @pmpalermo
El recorrido del Tour de Francia de 2015 ya es una realidad y por eso, nuestra obligación analizarlo, sobre todo porque tiene muchas novedades con las que han intentado dar un giro de 180°.
Básicamente, han anulado las cronos, un claro guiño hacia los escaladores puros, que sólo tendrán que enfrentarse a 41.7 kilómetros sobre la cabra: 28 por equipos y 13.7 individuales.
El pavé vuelve a estar presente con 13.3 km en la etapa 4 repartidos en 7 tramos; recordemos que Nibali causó estragos al resto en los adoquines del Tour 2014.
Además habrá dos ‘Murs’ (Huy y Bretagne) y regresan las bonificaciones, sólo en la primera semana, con 10-6-4 segundos para los tres primeros respectivamente.
Pero vamos a hilar más fino sobre los 3344 kilómetros de la ronda gala, que se llevará a cabo entre el 4 y el 26 de julio:
1ª etapa. Sábado 4 de julio: Utrecht – Utrech 14 km CRI: para los amantes de la lucha contra el tiempo esta será la única oportunidad de ver a los atletas sobre la cabra individualmente. Muchos hablan de un prólogo, pero no lo es, y ya habrá algunas diferencias aquí, aunque no serán para nada decisivas. Un dato estadístico interesante: los 14 kilómetros de esta crono representan la menor cantidad desde 1945: 42 km – 2011; 52 km – 1967; 54 km – 2014; 56 km – 2009 y 57 km – 1974.
2ª etapa. Domingo 5 de julio: Utrecht –Zelande, 166 km: etapa con previsible final al sprint. Muchos nervios por el numeroso pelotón, el viento costero del desenlace y las energías acumuladas.
3ª etapa. Lunes 6 de julio: Anvers – Huy, 154 km: primer examen para los favoritos con el tradicional Muro de Huy (1.3 km al 9.6 %), donde gente como Valverde o Purito Rodríguez tendrá mucho que decir.
4ª etapa. Martes 7 de julio: Seraing – Cambrai, 221 km: tal vez uno de los puntos donde se decida el Tour, sobre todo si nos guiamos por lo sucedido en el 2014. La etapa es larga (una de las dos que supera los 200km) y los adoquines no sientan bien a los escaladores (salvo por Nibali), que podría aprovechar para dañar a Contador, Quintana y compañía. Se puede perder la competencia este día.
5ª etapa. Miércoles 8 de julio: Arrans – Amiens Metropole, 189 km: etapa llana para los sprinters.Como siempre, los nervios de un pelotón todavía numeroso serán el principal problema.
6ª etapa. Jueves 9 de julio: Abbeville – Le Havre, 191 km: otra jornada para los velocistas con la adición nada despreciable de los vientos costeros.
7ª etapa. Viernes 10 de julio: Livarot – Fougeres, 190 km: probablemente veamos otro embalaje, aunque el terreno suele ser más ondulado en esta zona.
8ª etapa. Sábado 11 de julio: Rennes – Mur de Bretagne, 179 km: la general seguirá apretada a excepción de los huecos que el pavé haya abierto. En el Mur de Bretagne (2km al 6,9%) seguramente haya sprint entre los gallos o clasicómanos. Las variables son muchas pero es difícil que una escapada llegue.
9ª etapa. Domingo 12 de julio: Vannes – Plumelec, 28 km CRE: pocos hablan de esta fracción. Aso recibió un permiso especial para hacerla allí puesto que por reglamento sólo puede estar en el primer tercio del evento. Esto no es un dato menor porque muchos equipos pueden estar mermados en este punto con las desventajas que eso conlleva. Si en los inicios de las grandes se marcan diferencias notorias, en el Ecuador de este Tour, con menos efectivos, fatiga en las piernas y llegada en alto (1.7 km al 6.2 %) los huecos podrían ser grandes.
10ª etapa. Martes 14 de julio: Tarbes – La Pierre Saint Martin,167 km: arriban los Pirineos y la primera llegada en alto propiamente dicha donde los jefes de fila romperán la armonía. El trazado no favorece a una escapada y los capitanes serán los que luchen por el triunfo en los 15 km de esta trepada.
11ª etapa. Miércoles 15 de julio: Pau – Cauterets / Vallé de Saint Savin, 188 km: segunda jornada pirenaica con dos puertos de entidad: Aspin yTourmalet (se subirá por La Mongie). El final es en Cauterets, pero en el pueblo, por lo que no lo consoderamos en alto. En este punto ya tendremos claro el panorama sobre los aspirantes al título.
12ª etapa. Jueves 16 de julio: Lannemezan – Plateau de Beille, 195 km: último día en Pirineos con 4 puertos: Aspet, Core, Lers y Plateau de Beille. No son los más duros pero a esta altura el cansancio, el calor y la acumulación de desnivel se hará sentir. De todos modos, los pedalistas son los que determinan o no la dureza y, con mucho Tour por delante, quizás sea la fuga la que triunfe aquí. Este será un día de homenaje a Fabio Casartelli, fallecido en 1995 en el Aspet.
13ª etapa. Viernes 17 de julio: Muret – Rodez, 200 km: teórica jornada de transición, veremos si es para una escapada o para los embaladores más duros.
14ª etapa. Sábado 18 de Julio: Rodez – Mende, 178 km: otro día con trampa, ya que el final en Mende no es sencillo merced a los 3 km al 10.1 % del arribo. Y si no que le pregunten a Miguel Indurain, que sufrió horrores contra la ONCE de Manolo Saiz dos décadas atrás. Más cercano en el tiempo, recordamos la victoria de Purito Rodríguez sobre Contador luego de un ataque de Vinokourov.
15ª etapa. Domingo 19 de julio: Mende – Valence, 182 km: previsible final de etapa al sprint, siempre y cuando los equipos con gente rápida no se relajen, porque el recorrido no es tan fácil.
16ª etapa. Lunes 20 de julio: Bourg de Peage – Gap, 201 km: ¿jornada para la fuga?. Con el día de descanso en ciernes y las cotas cercanas a meta, quizás los aventureros tengan el guiño del pelotón. Los sprinters duros también podrían optar a la victoria.
17ª etapa. Miércoles 22 de julio: Digne les Bains – Pra Loup, 161 km: llegan los Alpes y, obviamente, la definición del Tour. La organización recupera 40 años después al Pra Loup, puerto donde Eddy Merckx flaqueó frente al francés Bernard Thevenet. Esta fracción el pelotón pasará por Colle Saint Michel y Col d´Allos antes del Pra Loup, pero las jornadas posteriores son las más importantes, por lo que no es seguro que haya mucho espectáculo.
18ª etapa. Jueves 23 de julio: Gap – Saint Jean de Maurienne, 185 km: etapa peligrosa porque arranca cuesta arriba desde la meta. El perfil es quebrado, y se pasará el Col de la Morte, el Glandon y el Montvernier justo antes de la llegada.
19ª etapa. Viernes 24 de julio: Saint Jean de Maurienne – La Toussuiere Les Sibelles, 138 km: monumental jornada con inicio cuesta arriba en Col du Chaussy los pasos por Croix de Fer, Mollard y llegada a la Toussuire. La ronda gala se decidirá entre esta fracción y la posterior, ya que aunque son sumamente cortas no hay un metro plano.
20ª etapa. Sábado 25 de julio: Modane Valfrejus – L’Alpe d’Huez, 110 km: las trepadas al Telégraphe, Galibier y Alpe d´Huez garantizan un emotivo y espectacular final para el Tour, que tras toda esta montaña, será para un escalador. El Alpe d´Huez se subió por última ocasión en 2013 y Quintana destrozó a los favoritos.
21ª etapa. Domingo 26 de julio: Sevres Grand Paris Seine Ouest – Paris Champs Elysees, 107: paseo triunfal tras un extenso y exigente Tour.
Para añadir a los datos útiles, es necesario decir que aumentan los puntos en Meta para la Clasificación del Maillot Verde en las 9 etapas llanas: 50,30,20,18,16,14,12,10,8,7,6,5,4,3,2 es decir, se premia a los primeros 15.
Conclusiones: no nos gusta caer en lugares comunes y decir que se trata de un Tour para escaladores o ideal para tal o cual corredor, pero las modificaciones realizadas son exageradas en un sentido y es inevitable señalar que los grimpeurs son los grandes beneficiados.
Los 8 finales cuesta arriba no son de los más duros o novedosos pero, por contrapartida, gente como Froome (medita hacer Giro y Vuelta) sólo cuentan con 13,7 kilómetros de crono individual el primer día en Utrecht y los 28 por equipos de la novena etapa.
En cambio, los 26 pasos o finales de montaña (de todas las categorías) favorecen a Vincenzo Nibali o Nairo Quintana, que se relamen tan sólo con ver que el perfil tendrá llegadas en Huy, Muro Bretaña, Pierre St Martin, Plateau de Beille, Mende, Pra Loup, La Toussuire y Alpe Huez. Alberto Contador hará el Giro, no llegará a tope y en una edición tan dura no le será sencillo estar con los favoritos.
Con el antecedente del pavé de 2014, Vincenzo Nibali sería el más feliz, aunque no se puede obviar que el Tiburón no es el más fuerte subiendo, por más que eso pasó desapercibido en la última ronda gala. Allí, Contador lo soltó en los metros decisivos de la única ascensión que compartieron, en Gerardmer.
Purito Rodríguez es otro que vería con buenos ojos este trazado, aunque deberá sobrevivir el adoquín de la etapa 4, que con la ausencia de cronos, se convierte en un arma todavía más valiosa para Nibali. Atentos porque si bien Nairo es el líder de Movistar, Valverde se adapta de maravillas ante la falta de cronos.
Pinot o Bardet agradecen las novedades, mientras que Van Garderen se lamenta y quizás deba ir a Giro y Vuelta.
Dicho esto, el Tour es la carrera más dura del mundo y, características físicas de los aspirantes al margen, será para el ciclista que esté en mejor forma.
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