Análisis: Los momentos que marcaron el Tour de France 2016
Por @pmpalermo
Con el Tour de France atrás, es bueno repasar los momentos más importantes, ya sea por el valor simbólico de los mismos o por la repercusión que hayan podido tener en el desarrollo de las acciones.
1-El cielo y el infierno en Utah Beach: El Tour de France 2016 será recordado por la pobre batalla entre los jefes de fila, doblegados desde el inicio por Chris Froome. Y aunque nunca lo sabremos, es muy probable que la historia se haya comenzado a escribir en esa dirección desde el día 1.
Es que, justo en el tramo más rápido del nervioso parcial, cuando el lote volaba por la Normandía, Alberto Contador derrapó solo en una curva y se lastimó seriamente, comprometiendo sus chances definitivamente. El de Pinto llegaría tocado a meta y, para colmo de males, se iría de nuevo al suelo un día más tarde, penando de allí en más y hasta su retiro.
Señalado por muchos (y nos incluimos) como el único rebelde capaz de desarmar el tren de Sky a distancia, su debilidad y ausencia se notaron, y los hombres de negro hegemonizaron a sus anchas durante tres semanas.
Por contrapartida, la etapa inaugural del Tour regaló otra sorpresa cuando Mark Cavendish, que venía de varios años grises y sin grandes victorias, emergió en medio del caos y dejó a las figuras del momento con las manos vacías.
Los vatios de Kittel o Greipel fueron nada en la emblemática playa normanda, donde el Dimension Data africano dio arranque a un Tour soñado y el de la Isla de Man hizo lo propio, camino de alcanzar cuatro dianas en la presente edición y 30 en su currículum en la Grande Boucle.
Con todo respeto por sus trenes y maravillosas piernas, pero la grandeza incluye otras cosas y “Cav” las sacó a relucir: casta, vergüenza deportiva, rabia contenida y ‘pedigree’. Eso, más una preparación física genial enfocada a explotar en los JJ.OO, fueron los ingredientes para una bomba que explotó en la cara de los sprinters de la actualidad, propinándoles una dura lección.
Cavendish volvió por sus fueros, todavía tiene cuerda para rato y el récord de Eddy Merckx -máximo vencedor de etapas en la historia del Tour- está en peligro de ser pulverizado.
2-Fin de la sequía para uno y abandono para otro: Tras el movido incio de la prueba francesa, la etapa 2 no se quedó corta en emociones y hubo novedades. No sólo por la segunda caída de Contador o las buenas prestaciones de Quintana y Movistar, siempre bien ubicados.
No, fue en el cierre de la fracción, cuando Richie Porte, que venía adelante de todo en el lote, sufrió una avería mecánica y fue dejado a su suerte por el equipo. Con Van Avermaet pujando por la victoria y Van Garderen correctamente posicionado, el ‘aussie’ no contó con una mano amiga sino hasta que era muy tarde.
Así, en una jornada prácticamente intrascendente, el ex Sky empezó a perder el podio de la general, puesto que ingresó a meta con 1:45 de retraso. De allí en más hizo una carrera magnífica, mostrando mejores piernas que los demás capos y confirmando que, sin el incidente de Cherbourg, hubiera acabado 2° en la competencia.
Pero mientras unos penaban, otro iluminaba Francia con su particular presencia. El campeón mundial, Peter Sagan, siguió burlándose de la maldición del arcoíris, como en todas las citas donde dijo presente desde su victoria en Richmond.
Sin dianas en el Tour desde 2013 y con 9 segundos puestos en las siguientes dos ediciones, Sagan rompió aquí su particular maleficio, y explotó en todo su esplendor, cosechando tres triunfos que pudieron ser más.
Corredor único en el mundo, futuro miembro del salón de la fama del deporte pedal, el eslovaco fue de lo más sobresaliente una vez más, con la diferencia que no falló a la hora de definir situaciones.
3-Bajada y abanicos, las nuevas armas de Froome: El ‘keniata’ es un gran campeón y lo ha demostrado a lo largo de los años, mejorando en todos y cada uno de los apartados en los que alguna vez lució frágil.
Así, en 2015 se dio el lujo de atacar en el pavés y de solucionar su temor en las bajadas. Pero en 2016, no sólo no tuvo problemas (la caída de la etapa 19 se llevó a un experto como Nibali, por lo que era insalvable), sino que aprovechó cada metro del terreno en beneficio propio.
En el Peyresourde, o más precisamente en su descenso, aprovechó uno de los ya usuales descuidos de Movistar (siempre a rueda) y se lanzó cuesta abajo, dando un primer golpe psicológico merced a una victoria bien planificada que también le valdría el maillot ‘jaune’.
No conforme con ello, y lejos de quitarse de encima la preciada camiseta que ya portaría hasta Paris, el de Sky volvió a la carga en un tramo llano, donde todos sabían que el viento sería factor, y realizó un gran esfuerzo para llegar a la rueda de Sagan y Bodnar, lanzados hacia la gloria.
El mérito del ‘keniata’, que bien pudo haberse quedado escondido, fue estar en las posiciones de avanzada y junto a Thomas. Así, en vez de padecer entre codos y bordes, acabó incrementando un poco su colchón y, principalmente, sacudiendo de nuevo la moral rival.
¿La clave? No poner todas las fichas en tal o cual terreno o etapa, sino hacer suyo cada metro del recorrido.
4-Vergüenza en Mont Ventoux: Luego de que los Pirineos fueran desaprovechados debido a la pasividad general, el lote llegó a la parte intermedia del Tour, donde dos etapas resaltaban con particularidad, por más que muchos sólo hablaran de la 3° semana.
La primera de esas fracciones era la del Mont Ventoux, donde los gallos tenían una cita para empezar a dirimir diferencias. Con el puerto recortado por las inclemencias meteorológicas, los pedalistas comenzaron a trepar a rueda del Sky, al que sólo Valverde y Quintana trataron de hacer daño.
Sus intentos lucieron débiles ante el bloque negro, que los neutralizó fácilmente, para que Froome rematara con dos aceleraciones al tunjano. Sólo Porte y Mollema lograron seguir a la locomotora amarilla, que parecía encaminada a meter un margen importante sobre el resto, hasta que una moto empujada por el público frenó su avance.
Para peor y a diferencia de sus dos acompañantes, otra lo embistió desde atrás y destrozó su bicicleta, dejándolo literalmente a pie. Las escenas que siguieron quedarán por siempre en la memoria, ya que Froome empezó a subir de nuevo, ¡corriendo a pie!
El accidente, que salvaría el Tour de Nairo en ese momento, pondría entre la espada y la pared a la organización, que optó por neutralizar los tiempos. Sin embargo, es obligatorio decir que, de no haber mediado la tragedia con la moto, Froome habría sido campeón, por un margen aún mayor.
Como sea, las imágenes del escuálido líder de origen keniata trotando entre la multitud, ya son parte de la historia grande del ciclismo, aunque en los capítulos más tristes.
5-Remate sobre la cabra: La vida siempre concede revancha y así lo tomó el líder del Tour, que salió al día siguiente con más rabia que nunca, a rematar a sus heridos contrincantes. No hubo demasiadas emociones, porque si bien reinó la paridad entre los demás ocupantes del top 10, no fue así con el misil amarillo.
El de Sky fue de menos a más, y acabó sentenciando la general, no tanto por los márgenes numéricos, sino por las sensaciones de unos y otros, completamente distanciadas por un abismo.
Froome salió así rumbo a los Alpes (en teoría, una pesadilla para él) con 2.59 sobre Quintana, también en los papeles, su principal amenaza tras lo visto en 2015. Posteriormente demostró que, a diferencia de otros, aprendió de sus errores y no sólo no padeció en la semana conclusiva, sino que estuvo más fuerte que nunca, haciendo valer los cambios en su planificación anual.
6-Sólo un rival para el campeón: Casi como si estuviera obligado a demostrar su fortaleza mental contra la adversidad, Froome superó unos pocos momentos de zozobra en el Tour, y lo hizo con nota. Eso sí, fueron la lluvia y el destino quienes lo pusieron a prueba.
Es que se fue al suelo en una caída tan compleja que ni el propio Nibali, experto en esas cuestiones, pudo evitarlo. Lastimado y en bici ajena, debió escalar un puerto de 1° como el Mont Blanc y, ni así, los gallos consiguieron hundirlo.
Siempre a rueda de su fiel Poels (el gregario ideal), se limitó a cerrar la jornada, en la que el único con coraje para atacar tuvo premio: Romain Bardet. El galo no sólo ganó la etapa sino que saltó al 2° puesto, su máximo galardón como profesional.
Así las cosas, “Froomey” se fue a casa sin responder un sólo ataque serio y con su voluntad puesta en entredicho por la lluvia. Fiel reflejo de lo que fue el Tour, aunque eso no sea su culpa.
SECCIÓN TOUR DE FRANCEPablo Martín Palermo
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A propòsito de las caìdas de Alberto Contador -sobre todo la 1era que fue muy seria-, quería preguntarles: siendo ademas que en los últimos tiempos el de Pinto se ha ido al suelo con llamativa asiduidad, estiman que puede deberse a algun problema que afecte su capacidad de concentraciòn ?; puede tener relaciòn con eventuales secuelas de aquel grave accidente que tuvo en el 2004 en Vuelta a Asturias y que lo mantuvo alejado màs de un año de la competencia ?; o estiman que sòlo obedece a una lamentable coincidencia esa seguidilla ?. Me gustaria saber la opiniòn de uds. Saludos
Hola Guillermo. Creo que es casualidad. Alguien que luego de su accidente ganó 7 grandes (9 con las dos que le quitaron) no está falto de concentración.
En mi caso particular -sin querer compararme con estos monstruos pero sí como para explicar una cuestión física- si me llevaban muy justo, apajarado, exigido, se incrementaban las chances de cometer errores. Eso se debía a la imposibilidad de avituallarme, etc y la posterior hipoglucemia.
No creo que sea el caso de Contador. En este Tour en particular, tuvo mala suerte. Se cayó solo en una curva, la rueda le resbaló. La segunda caída fue de las más normales.
Espero haber respondido al nivel de tus exigencias.
Un abrazo
Sì, gracias. Cabe sòlo agregar que, si mal no recuerdo, tanto el año pasado como antes de este tour -no recuerdo en què carreras precisamente-, tambien anduvo por el suelo. De ahi entonces mi inquietud, por la reiteraciòn de episodios.
Otra cosa: deben estra pletòricos los organizadores de la Vuelta a España: por una cosa o la otra, todo indica que van a tener a Alberto, Froome y Nairo…tremenda expectativa !!, se reeditarà el duelo trunco del tour. Saludos
Nibali si no es el mejor bajado está ahí con Samuel S. pero en esta edición no lo demostró ya que le ganaron Ion y Jarlinson P. Así que eso no es muestra que la caída del líder no fue por un error de él que es posible que el piso mojado si lo pueda poner nervioso y sea un punto por mejorar.
Nibali se cuidó en los descensos de cara a los JJOO.
En condiciones normales, jamás hubiera perdido en esas bajadas Gav.
Dicho esto, nunca dije que Froome era perfecto bajando, pero sí que progresó y dejó de tener problemas. Pero, si un Nibali más cuidadoso que nunca se fue al suelo…
Muy buen analisis. Comparto todo. mucho ruedeo en el tour. fue aburrido y con contador fuera y nairo siendo una sombra, a froome se le facilitó todo.
lo que más me sorprendió fue la superioridad de sky sobre el resto. yo creo si querían, podrían haber vestido a un cascote de amarillo. y no quiero que se piense que menosprecio a froome, un justo campeón para mi.
ojalá que la vuelta se ponga buena, este tour lo recordaré por lo aburrido y por froome en modo runner.