Análisis: Roglič vs Roglič
Por @pmpalermo
El título de Primož Roglič en la Vuelta a España 2019 no estuvo nunca en entredicho. Llegó como uno de los tres máximos aspirantes -junto a Miguel Ángel López y el ausente de última hora Richard Carapaz- e hizo buena su planificación y preparación sin pasar apuros.
No en vano señalamos antes de la crono individual que era el gran ganador de la primera semana y que tenía la carrera a su favor, aún cuando no vestía de rojo. Tan sólido estuvo el esloveno, que luego de hacer lo que debía sobre la cabra, estuvo siempre con sus adversarios en la montaña, asestando un par de golpes precisos y letales.
Esto es, que no sólo no lo lastimaron sino que se movió correctamente, sacando tiempo a su escolta -Valverde- en los Machucos para luego hacer lo propio con los otros en el Acebo. Sólo en Andorra y la Cubilla corrió como un croner, defendiéndose y dosificando. De hecho, lo soltaron allí porque él decidió no salir de punto y, además, su más inmediato perseguidor ya venía detrás.
Frío, calculador, rocoso, inteligente. Todos esos atributos le valieron a Rogla para controlar de inicio a fin una Vuelta en la que cometió un error, es cierto, el día de los abanicos camino de Guadalajara. Algo que, casi con seguridad, no volverá a sucederle nunca. ¿Por qué? Porque esta Vuelta demostró la capacidad de aprendizaje del campeón, un hombre que pagó sus equivocaciones en el Giro.
El equipo también merece un elogio. Sin ser algo extraordinario, fueron uno de los tres conjuntos que funcionaron como bloque. Sabiendo de sus limitaciones, movieron correctamente las piezas, enviando gregarios en las escapadas de montaña para descolgarlos luego, evitando que su capo quedara aislado.
O en la etapa 20, marcando ferozmente a los domésticos de Astana, desesperados por salir de lejos para preparar el terreno a López. A esta solvencia táctica se le suman un par de días buenos por cabeza, como los de Kuss en Andorra o Gesink en la Sierra de Madrid. Suficiente, y otra muestra del bajo nivel medio de la competencia.
Párrafo aparte para la cuota de ayuda de los rivales. Comenzando por la desgraciada CRE inaugural, en la que Roglič -y también Tadej Pogačar- regalaron un tiempo precioso merced a las caídas de sus formaciones. En el caso del campeón, fueron 40 segundos para López y 24 para los Movistar.
Además de evidenciar la fortaleza física y mental del ex esquiador, también enseña su fortuna y, más relevante, flaquezas en la otra vereda. En lo que al azar refiere, decir que el de Jumbo se fue varias veces al suelo durante el evento, sin daños. No olviden este punto, lo trataremos más adelante.
Primero toca ponderar a los contrincantes, que se unieron en un recital de ataques mal preparados, inferioridad de piernas, fisuras internas y limitaciones varias. Ejemplos: cuando López más piernas encontró menos daño hizo y acabó la Vuelta quemándose. El propio Pogačar lo dijo tras la 20° fracción: “López salía una y otra vez con el viento frontal, eran balas vacías. Yo tuve paciencia y cuando salí, sabía que llegaría”.
El caso de “Superman” es el más destacable, puesto que acudió habiendo preparado la cita como Rogla. Y eso expresa lo bien que leyó el recorrido uno y lo mal que lo hizo otro. El daño había que hacerlo temprano, porque la última semana no tenía terreno para que el de Astana brillara. Miguel probó, aunque podría decirse que equivocadamente. Por caso, en la etapa 9 el punto clave era la Gallina y para atacar, no para seleccionar como hicieron los celestes. Obviamente, después se quedó sin piernas.
¿Movistar? Con dos gallos otra vez dando de comer a propios y extraños con el tristemente célebre doble comando, perdieron medio evento sin acabar de decidirse. La ruta dejó a Valverde como jefe de filas en el podio y con 39 años. Era más de lo que iba a buscar en la previa y eso lo conformó.
Algo similar pero a la inversa con Pogačar, que se topó con el cajón en su primera grande y, al margen de algunos momentos de ambición que le bastaron para desplazar a los colombianos, también lo calmaron. Amén del respeto y amistad para con su compatriota. Nada que temer en esos dos frentes.
El resto del top 10, el más accesible en décadas, es relleno. Con todo el respeto que merecen, la expresión va en el sentido de que ninguno puso en jaque jamás a los de arriba. Fue una carrera entre tres equipos, con un ciclista que dominó cuando y donde debía. Es más, podría afirmarse que el principal contrincante de la camiseta roja fue él mismo y sus temores ante la incertidumbre de algo todavía no vivido y los errores del pasado.
Finalmente, volver a la cuestión de la suerte. Siempre es un factor, pero si algo han enseñado los grandes campeones es que se debe correr adelante. Y sus gregarios también, situación que a Jumbo-Visma todavía le falta aprender y automatizar de cara a ser el auténtico opositor del INEOS como ya se quiere vender.
En definitiva, Primož Roglič hizo lo que debía y no es su culpa que el camino se allanara incluso antes de arrancar, con un listado de participantes flaco. El resto es historia, y el mérito del esloveno enorme. Porque batió a sus fantasmas y antecedentes, y llevó a buen puerto el objetivo, culminando así una proyección que en cuatro años lo llevó de sorprender en una crono del Giro a dominar en rondas por etapas.
SECCIÓN VUELTA A ESPAÑAPablo Martín Palermo
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Palermo. Me suscribo a sus comentarios.
Faltaría un análisis de lo que fue esta vuelta.
Por ejemplo, los capos que vienen del Tour tienen poco chance con los que vienen del Giro, máxime si llegan carreriados los primeros y bien descansados los últimos.
Pocas etapas para los verdaderos sprinters. Se pensó demasiado en Valverde.
Nairo 2016 y frome 2017 son ejemplo de si se puede doblete a fondo con éxito
De Movistar no es ninguna sorpresa sus estrategias en los ultimos años, es mas, extraña una que otra buena estrategia que normalmente despues terminan ellos mismos por anularsen, pero lo de Astana es increible, nada que ver con la escuadra de los capos italianos (Aru, Nibali) de hace unos años. En Giro y Vuelta hicieron un desgaste increible, algunas achacadas a López como cuando le allanaron camino y al final éste no pudo responder, pero hay otras y no pocas que son de pura dirección de Equipo y que mas parece que “Vino” andara con sus “guaros”. Al final, intuyo que la relación interna del equipo no es la mejor y que para el próximo año tendrán que replantear sus objetivos, tampoco me parece bien que se vuelque toda la escuadra en un único objetivo como lo es la general, tal vez a Miguel le sirva para su proxima GV bajarle al favoritismo, seguir ruedas varias etapas y esperar que sean otras escuadras las del desgaste mientras plantea ataques selectivos, pocos preferiblemente, pero que tengan mas contundencia, porque ciertamente las 3 GV’s de este año terminaron muy lejos de lo pensado.
De Roglic ya lo había dicho en un artículo anterior, en tierra de ciegos en tuerto es rey, lo felicito porque fue el mejor en esta contienda y tal vez esto eleve su estima y le permita en su próxima GV mostrar eso que se hecha en falta de sus carreras de una semana y lograr ver a un capo menos cómodo y mas agresivo.
Roglic confirma, junto con Dumoulin y Yates que los ciclistas SI PUEDEN CAMBIAR SU HISTORIA. Y que , si en un momento, se pincharon en una etapa en la tercera semana, aprendieron de ello y ajustaron su puesta a punto para que no les vuelva a pasar y son excelentes campeones. Roglic ganó sin sudar esta Vuelta. Cansa escuchar a los relatores ” Yo ya vi que Roglic No es corredor de tres semanas”, por una vez? Bien cerradas las bocas. Gan campeón y Pogacar será un digno rival de Sosa, Egan..!
Pablo Martín un comentario quizás desde la ignorancia:
Teniendo en cuenta que a nivel de calendario sólo hay tres grandes de 21 etapa por qué será que las mismas se llevan a cabo con tan poco tiempo de diferencia.
No sería más conveniente realizar cada una de ellas por los menos con dos meses de diferencia para que los corredores lleguen en mejor forma y apreciar a los mejores en estos eventos.
Ejemplo:
Qué pasaría si se corriera así:
Giro en Abril. ( Todo en ese mes)
Tour en Julio. ( Todo en ese mes)
Vuelta en octubre (Todo en ese mes)
Y ajustar el resto del calendario a esta tres carreras. Tendríamos un calendario más largo y excelente espectáculo en las grandes.
Es injusto que una carrera tan buena como la vuelta sea tomada por los equipos como de relleno
Hay dos razones de peso:
– la primera podría resumirse en el orden de lo climático: si corres el Giro en Abril, olvídate de pasar por los Alpes.
– la segunda tiene que ver con la propio ciclismo cómo actividad deportiva; gracias a Dios que existen las clásicas y no todo son Grandes Vueltas (que yo llamo Grandes Bodrios)