Ancares: un reflejo de la Vuelta
Por @pmpalermo
Se disputó la etapa 20 de la Vuelta a España y Alberto Contador asestó el golpe de gracia que le valió el título de su sexta grande con una autoridad tremenda en una jornada previsible que no hizo más que ratificar nuestra afirmación de hace una semana, cuando dijimos que todo había terminado en Somiedo.
Curiosamente, o no, la fracción fue un reflejo de la carrera en sí misma y no decimos esto sólo porque los aspirantes hallan clasificado en el mismo orden que ocuparán en el cajón sino por el modo en el que se desarrollaron las acciones en este exigente puerto gallego.
El libreto no salió de lo esperado: Contador controló sin problemas y remató, Froome hizo la selección y atacó, Valverde se aferró al podio como pudo y Purito buscó sin piernas un parcial esquivo.
Hilando fino, esa ha sido la tónica en casi toda la Vuelta por más que hoy no lo parezca.Y si no recordemos a Sky dinamitando en los puertos, a Contador corriendo al contragolpe a excepción de su ofensiva en toda regla de Valdelinares, Valverde a media agua entre probar o defenderse (y haciendo un poco de ambas) y Purito manejándose a sus anchas en cuestas de cabra pero sin nada que decir en puertos largos.
¿El resto?aplica el mismo concepto, con Aru un peldaño por detrás en las trepadas (en las que aprovechó momentos puntuales de libertad para concretar dos dianas), Martin y Barguil con muchas ganas sin premio y Samu, Caruso y Navarro haciendo su escalada de supervivencia en el top 10.
¿Espectáculo?poco. El recorrido plagado de rampas imposibles y cortas, la falta de grandes montañas encadenadas, los celos entre los “tres amigos” y la enorme paridad reinante premiaron al más fuerte en el comienzo e inteligente en el final, porque Froome terminó con las mejores sensaciones y si no hizo más daño fue porque no llegó a encontrar el segundo aire necesario para los cambios de ritmo.
Siempre teniendo en cuenta que ninguno de los “cuatro fantásticos” preparó la cita a conciencia es obvio que ganó el mejor y sobre rivales condicionados como él, porque sería injusto obviar la lesión del keniata en el Tour, el cargado calendario de Valverde y la atribulada campaña de Rodríguez con un accidente del que no es sencillo volver a su edad.
Ya sea por falta de piernas o temor al fracaso, se echaron en falta ataques lejanos y el intento de Purito en Ancares fue uno de los más importantes y plausibles, aunque se antojó tardío puesto que hace rato se le reclamaba, más aún tras sus declaraciones en pie de guerra que nunca se cumplieron.
¿Qué decir de Valverde?nada. Aplaudirlo de pie tras un 2014 brillante en el que comenzó ganando en febrero Andalucía, venció clásicas, brilló en las Ardenas, campeonato nacional, 4° en el Tour y podio en la Vuelta. Así y todo lo siguen criticando y no seremos parte de ello. Aquí lo probó, se exhibió con una etapa, atacó en algunos momentos y sostuvo el puesto por detrás de dos hombres más fuertes que él.
Froome es un crack y si la ronda ibérica duraba un poco más hubieramos hablado de otro campeón, porque el de Sky fue encontrando sensaciones con el correr de los días y poco le faltó para recuperar las brutales aceleraciones a las que acostumbra. Su crecimiento y ganas hacen todavía más grande el resultado de Contador.
Y el de Pinto es el último bajo la lupa debido a su impresionante gesta. Llegó casi en muletas a la partida y termina en lo más alto, ingresando a la historia con tres ediciones de la carrera en su haber y redondeando un 2014 magnífico en el que, exceptuando el Tour, nunca bajó del podio allí donde tomó la partida.
Mañana se cierra la última grande del año pero Ancares selló el destino del evento y allí primó la lógica con el disparo letal del Pistolero, que ya es el dueño de la carrera de tres semanas más pareja y cerrada de la campaña.
Pablo Martín Palermo
Como siempre muy buena reseña Pablo, gracias por la excelente cobertura durante esta vuelta que termina.