“Armstrong pagó un médico a mi madre moribunda”

Un histórico del ciclismo revela la ayuda que recibió del exciclista estadounidense. “Armstrong pagó un médico a mi madre moribunda”

Armstrong y Basso

Ganó el Giro d´Italia 2006, se vio implicado en Operación Puerto ese año, quedó suspendido por doping positivo, y luego retornó, ganando el Giro nuevamente en 2010. La carrera del italiano Ivan Basso es compleja de explicar, así como también es la de Lance Armstrong. El estadounidense, reconocido hoy por haber retrocedido el ciclismo como deporte 20 o 30 años por sus trampas con el doping y por sus comportamientos que dejaban que desear en el pelotón, también tuvo varias acciones de solidaridad con sus excompañeros. Recordada es la ayuda que el estadounidense le brindó a Bradley Wiggins o a su archirrival Jan Ullrich en medio de una fuerte depresión y problemas con las adicciones y el alcohol. Ahora son amigos, y de hecho en unos meses correrán juntos.

Menos conocida es la acción que tuvo con Basso. El italiano la volvió a contar en una reciente entrevista con Corriere della Sera. “Lance para mí es el hombre que, habiendo sobrevivido a un tumor, envió a un médico a Italia a su propio costo para tratar de curar a mi madre que tenía cáncer de páncreas. Dejo a otros que juzguen sus mentiras y su dopaje. Para mí hizo algo enorme”.

Lo que lo motivó a iniciar en la bicicleta

El actual director del Polti VisitMalta no tuvo una vida fácil. En cierta forma, la bicicleta fue su salvación. “Yo era hijo único en una familia complicada. Mi madre Nives y mi padre Franco tenían una carnicería, confundían vida y trabajo y discutían mucho y a toda hora. Yo no entendía las razones de sus peleas, pero sufría los gritos y las palabras fuertes que volaban por la habitación. Primero el triciclo y luego la bicicleta fueron mis salvavidas: para escapar de los gritos, salía corriendo y encontraba la paz dando vueltas sin parar en el patio.”

“Luego seguí mi huida, pasando del triciclo a la bicicleta de carreras. La primera carrera a los siete años, gané. La segunda al mes siguiente en mi ciudad natal, Cassano Magnago, gané. Siempre ganaba. En ese momento entendí dos cosas. La primera es que me sentí como si hubiera nacido para pedalear; la segunda es que mis éxitos tuvieron un profundo efecto terapéutico en mi familia. Cuando mis padres venían a verme, es decir, todos los domingos, estaban felices y no discutían durante días”, contó.

Basso a los once subió el Arpica y a los doce el Stelvio, luego dominó las carreras junior e incluso estuvo cerca de ganar el mundial en esa categoría, de no ser por un pinchazo. “Fui aplaudido, los equipos me pelearon, los aficionados me mimaron. Yo era el niño prodigio que estaba haciendo realidad su sueño”.

Operación Puerto: ¿Que es lo que lo llevó al doping?

Ya como adulto, Basso tuvo su peor momento en su carrera en 2006, al verse implicado en Operación Puerto. “En Madrid me sacaron dos bolsas de sangre que luego me habría inyectado antes del Tour para tener glóbulos rojos más frescos e ir más rápido. Pero en un operativo de investigación de la policía española encontraron las bolsas congeladas, mías y de otros, y al asociarlas con el ADN en las bases de datos de la federación me identificaron”.

Pese a insistir que no completó el proceso de dopaje, se muestra totalmente arrepentido. Una diferencia respecto a otros que lo siguen negando.  “Sé lo que hice, reconozco mi culpa y estoy avergonzado. Pero hay motivaciones más profundas en lo que hice”. ¿Que lo llevó a hacer esa elección? “Tenía un deseo incontrolable por ganarlo todo”, admitió. “Tenía, además, la conciencia de que con ese método podía hacer realidad mi sueño. Nada podría detenerme. Sabía lo que estaba pasando, claro, pero no quería darme cuenta. Pensaba que tenía razones para hacerlo”.

Su redención en el Giro: “Basso, un día entenderás que no necesitas esta mierda“

“En aquella época yo no fui educado en la ética de la victoria y de la derrota; de hecho, no tenía ninguna ética. El deseo de ganar lo pudo todo, lo antepuso incluso a mi familia”, señaló.

Tras cumplir su suspensión, volvió al ciclismo y ganó el Giro de 2010. Etore Torri, exjefe de la fiscalía de Roma convertido entonces en oficial antidopaje, le dijo a Basso al momento de la firma de la confesión: “Basso, un día entenderás que no necesitas esta mierda”. Esas mismas palabras las dijo Basso al ganar la cita italiana. Allí, en Verona, apareció Torri y me dijo: ‘¿Ves que tenía razón?’ Al final, creo que estar involucrado en esa operación fue lo más importante de mi vida”, cerró el italiano.

Un accidente que salvó su vida

Otro hecho que cambió su vida fue en 2015, mientras corría como gregario de Alberto Contador en el Tour de France. “Durante la etapa de Pau tuve una mala caída. En el hospital, una tomografía computarizada descubrió que tenía un tumor testicular avanzado, que necesitaba cirugía inmediata. Sin ese accidente, podría haberlo descubierto demasiado tarde”. En ese mismo lugar, once años antes, le habían informado de la enfermedad de su madre.

De cara al futuro Basso, intenta con su formación –que aparentemente pronto recibirá una fuerte inversión- lograr que el ciclismo italiano vuelva a estar en primera escena. Mientras tanto, observa como su hijo Santiago se acaba de convertir en profesional.

“Hace el mismo trabajo que yo, no viste la camiseta de mi equipo, no lo entreno, él hará su propio camino si tiene los medios. Micaela (NdR: la esposa de Basso) y yo nos sentimos felices pensando que trabaja en un mundo mucho más ético que el que yo viví, que no tiene idea de lo que nos rodeaba y nos tentaba a su edad”, concluyó.

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