Por Oscar Trujillo Marín
Dentro de un Tour de Francia que ha sido muy poco emocionante en cuanto a la lucha por la general, consuela al menos que Richard Carapaz haya brindado espectáculo la última semana con tres días seguidos en fuga. Lo ha hecho desde el mismo comienzo de las etapas y tres veces con opciones de disputar victoria hasta el final.
Hoy no se le dio, pero no fue derrotado. El gran trabajo junto a su compañero del Ineos-Grenadiers, Michal Kwiatkowski, para ser los más fuertes de la escapada, hizo que se dividieran de forma salomónica los honores: el ecuatoriano se quedó con los puntos de la montaña hasta conseguir arrebatarle el liderato a Tadej Pogacar, y para el polaco la etapa. Merecido premio a su anónimo sacrificio de hoy -y tantos años- para hacer grande a otros en esta escuadra.
“Fue una victoria increíble. Los dos salimos en la escapada, queríamos tanto sumar puntos por el maillot de lunares como ir por la victoria de la etapa, era un trabajo colectivo y nos salió perfecto”, declaró muy feliz el ganador del pasado Giro de Italia.
“Decidimos juntos que Michal iba a ganar la etapa y yo el jersey de lunares. Ahora vamos a defender esta camiseta y tendremos que encontrar la mejor estrategia para mantenerla hasta París”, explicó el corredor nacido en Carchi.
Richard cuenta tan solo con un premio de montaña de cuarta categoría mañana y el final puntuable a los mejores tiempos de la subida conclusiva de la crono del sábado para defender su exigua renta ante Pogacar y Roglic. En la que desde ya, se presume como una lucha apasionante hasta el último minuto.
Así quedó la clasificación general de la montaña
Oscar Trujillo Marín
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