Giulio Ciccone fue segundo en la etapa 2 de la Vuelta tras ser superado agónicamente por Jonas Vingegaard. El danés se impuso tras haberse caído unos kilómetros antes. El pelotón lo esperó junto a sus gregarios, actitud que el propio italiano apoyó. “No se puede tomar ventaja cuando un campeón está en el suelo”, afirmó.

Ciccone tenía el arribo de hoy como objetivo porque sabía que le permitiría vestirse de líder si lo lograba. No sucedió, tal como él mismo narró. “Quedé algo cerrado en los últimos 500 metros, con Ayuso adelante mío. Salí intuitivamente, quizás anticipadamente, y fue difícil aguantar”, relató sobre la definición. “Iba con un desarrollo muy grande y en los últimos 50 metros se me hizo duro”, tiró.
“Mis piernas estaban muy bien, es una lástima que no gané. Era un objetivo, quería vestirme de rojo, seguiré intentando”, reconoció el de Lidl Trek, quien ya se dio el lujo de vestir de amarillo en un Tour de France. No es un dato menor que aquí es una de las principales referencias de la general, algo que quizás no le sucedió antes y que bien podría confirmar años de conjeturas sobre su potencial.
“No se puede tomar ventaja cuando un campeón está en el suelo”
Ciccone luego habló sobre la caída de Jonas Vingegaard. “Fue un día peligroso. “No se puede tomar ventaja cuando un campeón está en el suelo”, explicó, aludiendo a que el grupo esperó por los caídos en la montonera que tuvo a Visma y su jefe de filas como principales protagonistas. Lamentablemente para el italiano, el propio Jonas sería luego se verdugo, algo que resalta su juego limpio puesto que fue uno de los más expresivos respecto a que debían aguardar por el subcampeón del Tour.
No es la primera vez -ni será la última- que se genera polémica sobre esta cuestión. La realidad es que el pelotón iba lanzado cuando se cayeron los corredores en cuestión, y evidentemente pesó mucho que Vingegaard fuera uno de los damnificados. Eso también explica por qué se esperó su regreso al grupo.