Continúa el caos tras el UAE Tour, a pesar de los 600 negativos en los test de coronavirus
Por Oscar Trujillo Marín
Después de realizar más de 600 pruebas para determinar la existencia de corona virus en todos los participantes del cancelado (tras la quinta etapa) UAE Tour y haber resultado todas negativas, (incluidos los dos supuestos positivos por los que se suspendió la carrera), los corredores, personal de los staffs de los equipos, directivos, organizadores de la competencia pertenecientes a la empresa italiana RCS Sport, periodistas y demás personal extranjero desplazado para la carrera obtuvo luz verde para marcharse del país.
Así lo han hecho ya varios equipos y los restantes estarán abandonando el emirato entre hoy domingo y mañana. No es el caso del equipo anfitrión UAE Team Emirates, quien por voluntad propia ha decidido alargar su estancia unos días más en Abu Dhabi al estar algunos miembros del conjunto con resfriado común, no quieren correr riesgos. Cuesta entenderlo, pero es lo que han hecho.
Team Ineos, Jumbo-Visma, Bora-Hansgrohe, Movistar e Israel Start-Up Nation ya se marcharon anoche. Ayer por la tarde, en teoría tras ser notificados, todos podían hacerlo. Pero como este episodio ha transcurrido de la manera más caótica, novelesca y desafortunada posible, luego, horas más tarde se conoció que Groupama FDJ, Gazprom y Cofidis tenían que quedarse un tiempo más a la espera de más pruebas, aún con todos sus integrantes dentro de los más de 600 test negativos.
Dos cosas para terminar con esta absurda historia de nunca acabar: primero, la tardanza en el retorno del personal italiano de la organización de esta carrera RCS Sport (la misma que se encarga de hacer posible la Strade Bianche, Tirreno, Milán San Remo y el Giro de Italia) aparte de la incertidumbre de la evolución de la crisis en Italia por este mismo tema, pone en serio y razonable riesgo la realización de al menos la primera de ellas, es decir la Strade Bianche, que se correría el próximo sábado 6 d marzo. Cada hora que pasen en el emirato les resta el tiempo que, contrarreloj, necesitan para preparar la enorme logística que requiere una prueba de este nivel. La preocupación es justificada.
Y segundo, sin ningún tipo de acritud, la situación presentada en el emirato, se ha manejado de manera caótica, ineficaz, alarmista y un tanto esperpéntica.
El aeropuerto de Abu Dhabi, el mayor de los Emiratos Árabes Unidos (país muy rico pero de solo 9 millones de habitantes, que no obstante es un gran destino turístico y de negocios mundial) y uno de los de mayor tráfico de personas del planeta, donde entre arribos y salidas se mueven 78 millones de personas cada año (dividan por 365 y tendrán el promedio diario) la inmensa mayoría de ellas extranjeras, turistas o gente de negocios de todo el mundo que abarrotan los inmensos hoteles, que salen y entran sin cesar cada minuto en ingentes cantidades de vuelos a todos los rincones del globo, y lo llevan haciendo el último mes, la última semana, -y ayer mismo para no ir más lejos-, sin ningún tipo de control sanitario menos epidemiológico, ni de test de coronavirus, ni cuarentena alguna, deja toda esta parafernalia mediática en un inútil paño de agua tibia, estético, absurdo e ineficaz.
De verdad es un manejo cuando menos incomprensible, más de cara a la galería mediática internacional que efectivo. 600 personas extranjeras son retenidas con cobertura on line 24 horas en todos los medios (entre 213 mil anónimas que entran y salen al día del país) que para colmo resultaron negativas en la prueba anti viral, es un riesgo de contagio y expansión ridículo comparado con las decenas de miles extranjeros que llegan pernoctan habitan y salen cada día de los Emiratos, rumbo a USA, toda Europa, Suramérica, Japón, Rusia, África, China y el resto del mundo.
Si era la salud local y mundial lo que importaba y no mostrar la ortodoxa e implacable eficiencia del autoritario gobierno, en vivo y en directo para todo el mundo, lo lógico y sensato hubiese sido poner también en cuarentena a todos los extranjeros que llegaron en las últimas semanas al país desde que se conoció la alarma en China y posteriormente en Italia ya hace semanas. Retenerlos a todos ponerlos en cuarentena y no dejar salir a ninguno. ¿No? Tan potencialmente peligroso es un sospechoso ciclista con gripe que tose, como un banquero suizo, directivo de petrolera estadounidense, empresario japonés, traficante de armas ruso o modelo sueca.
No vamos a subestimar al, virus por su novedad y falta de estudio para combatirlo mejor, ni mucho menos vamos a minimizar el ya brutal impacto para la economía mundial, pero si podemos pedir que se actúe con cordura: de manera menos alarmista, más sensata y responsable. “Soluciones” caóticas, inútiles y de cara a la galería de este tipo lo único que hacen es llenar a la gente de pánico por un virus de letalidad baja comparada con otros similares que ya han existido de la misma familia, que, en un mundo hiper globalizado e interdependiente es imposible de controlar su expansión, como las evidencias diarias lo demuestran con casos que aparecen en casi todos los países. ¿Nos encerramos todos, mejor de forma indefinida y por si acaso?
Y más bien se deberían destinar todos los esfuerzos y recursos en agilizar la salida de una vacuna y proteger a las personas ancianas, inmunodeprimidas y con riesgos respiratorios subyacentes que es donde el virus se suele cebar y ha producido la inmensa mayoría de las tres mil muertes asociadas que lleva hasta ahora en el mundo. Por desgracia la actualidad del ciclismo desde hace varios días está dominada por este asunto. En mi caso prefiero escribir sobre carreras, corredores, gestas épicas etcétera. Pero la actualidad manda en todos los medios deportivos mundiales y hay que hablar de las pruebas y deportistas que de alguna manera se puedan ver -o estén siendo- afectados ahora mismo.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
