Corredores a seguir en 2015 – Mitchell Lovelock-Fay (entrevista)
Por David Hunter
Mitchell Lovelock-Fay es el hombre que fue a Nueva Zelanda y se quedó con la carrera principal de ese país, consiguiendo la gesta de ser el primero en 50 años. Es que el aussie se impuso en el Tour of Southland, signo del potencial que tiene. Pero nada mejor que él para contarlo:
“El Tour comenzó con una crono por equipos muy húmeda por los alrededores de Invercargill. Fue genial ganar con los chicos del Avanti, fue un momento muy especial. Luego perdimos la punta, pero en perspectiva, eso fue algo bueno porque pudimos meter gente en la fuga y yo tuve un día fácil que me sirvió para llegar 3°”, comienza.
“Luego llegó la etapa 3 a Te Anau, muy complicada porque tuve un problema mecánico en la base de la subida y no pude utilizar cambios. El pelotón me dejó cortado, pero luego de solucionarlo, pude alcanzarlos”, cuenta y sigue con el relato: Segumos con 188km de Te Anau a Coronet Peak. Metimos un hombre en la fuga de nuevo, pero quedó colgado y debimos trabajar, por lo que me puse a rueda del resto y aproveché su estela para atacar en la trepada, consiguiendo mi primer triunfo y el amarillo”, dice el austrliano, que no tuvo fácil la defensa de allí en más.
“En la sexta fracción llegué a 21 segundos de Joe Cooper, porque es una disciplina que manejo. Pero fue un alivio cruzar la meta el último día y lo primero que pensé fue en agradecer a mis compañeros, porque se vaciaron desinteresadamente por mí”, concluye y posteriormente, nos cuenta su vida.
Mitch comenzó con el triatlón, pero rápidamente dejó la natación y la carrera a pie por la bicicleta: “Sinceramente, no pensé que tenía talento para la bici cuando era junior, sólo disfrutaba rodar y mejorar. Pero mi progresión fue muy buena y eso me motivó a dar un salto. Mi entrenador, John Armstrong, me seguía de cerca y me ayudó a crecer; así fue que a los 16 años clasifiqué 6° en el nacional contrarreloj sub17, resultado que me hizo tomar el ciclismo de otro modo”.
Un año más tarde, a los 17, nuestro protagonista se consagró campeón en el mundial de Persecución Individual Junior: “Ganar esa noche en el velódromo, frente a mi familia y amigos que viajaron hasta Italia para apoyarme, fue una experiencia hermosa. Además estuvo muy cerca del récord mundial y conseguí el de mi país. Haber estado en el tope del podio, escuchar el himno y llamarme campeón mundial…me deja sin palabras.”
Pero la vida no siempre fue fácil para Lovelock, que se mudó a Europa en 2013 para correr en el Christina Watches-Onfone, donde las cosas no fueron bien: “Tuve muchos altibajos, pero disfruté. Vivivr en talia es maravilloso pero no tenía compañeros cerca y encima tuve un problema con una infección severa en la boca de la que no logré recuperarme. Aprendí mucho y fue un gran impulso para mi trayectoria y ahora sé como corren en Europa. De todo se aprende.”
Pero estar fuera de la patria a tan corta edad no es nada sencillo, por estar solo, tener que cocinarse o lavar la ropa: “Desde pequeño que me la paso viajando, y debo decir que Cycling Australia nos ayuda mucho para desarrollarnos, pero deberían hacer más para que los más jóvenes no sientan el desarraigo. Igualmente, espero volver a Europa”, exclama.
En una situación algo extraña, Mitch cuenta sobre su estadía en el recién desaparecido Christina Watches: “El dueño, Claus Hembo, es una gran persona y puso todo a disposición. Por ejemplo, no tenía auto y nos dejó manejar el del equipo. No es un dato menor porque no estábamos cerca de lugares para hacer compras o conectarnos a internet. Cariza (la esposa de Rasmussen) hizo mucho también, cocinando o manejando.”
Como dijimos, su mala temporada lo llevó de regreso a Austrlia, donde consiguió acomodo en un equipo a su medida: “No tuve un 2013 aceptable, lo mejor que hice fue ganar la clasificación de los jóvenes en el Tour de Marruecos. Entrenar y vivir en Dinamarca tampoco ayudó: por la comida y por el terreno completamente plano. Por eso le pedí al equipo volver a Italia y me dejaron, pero complicó las relaciones. Eso y la falta de calendario derivó en que no recibiera ninguna oferta y decidiera volver a casa. AlIí las cosas cambiaron cuando me llamó Andrew Christie-Johnston y me fichó para Avanti. Mi oportunidad de probar mi valía.”
Y justamente a la hora de juzgarlo como ciclista, el propio Lovelock nos ahorra la tarea y se describe: “Cuando comencé en el ciclismo, a los 15, hubiera dicho que sólo era bueno en las cronos. Era muy potente y recién mejoré en las cuestas en mi segundo año como sub19, cuando perdí peso. John Forrest tomó el lugar de John Armstrong como entrenador y me llevó al límite entrenando en las colinas de Canberra. Mi dieta fue modificada y me fui convirtiendo lentamente al punto de decir que ahora soy un escalador que se defiende en las cronos. Pero igualmente, tengo cientos de horas en el velódromo y eso no lo perderé nunca, así que siempre voy a hacerlo bien en la cabra.”
El ciclismo australiano es uno de los más fuertes de la actualidad, y el hecho de tener un equipo World Tour, una motivación extra para los jóvenes: “La calidad de los chicos que vienen desde la base es muy fuerte. Tener a gente joven como Caleb Ewan consiguiendo podios en pruebas World Tour dice mucho, pero yo estoy en el grupo que viene detrás. Espero seguir el camino de algunos compañeros como Flakemore y Haig y dar el salto.”
“Tener a Orica GreenEdge ayuda. Los equipos de la National Road Series no tenían mucha idea, pero cuando GreenEdge apareció las cosas cambiaron y ahora los australianos no dejan de fichar en Europa. Orica hizo famoso el ciclismo australiano.”
Mitch tiene contraro con el Avanti Racing Team para 2015, campaña en la que espera conseguir ese punto extra: “Tengo más motivación que nunca, sé lo que quiero, mis entrenadores me apoyan y no me cuesta entrenar o correr. Mi objetivo es que mi nombre se haga conocido para poder saltar de nivel en 2016.”
En ese aspecto, el Avanti va a sacar licencia en Nueva Zelanda, hecho que debería propiciar más invitacions a la escuadra: “Esperemos que este cambio nos haga competir en Estados Unidos o en citas como el Tour de Langkawi, una prueba que me encantaría hacer, además de defender mi trono en Tour of Southlands.”
Pensando más profundamente en 2015, Lovelock tiene las cosas claras y ya está en ello. Es que mientras gran parte del pelotón está en el receso, los aussies ya están a tope de cara a los campeonatos nacionales y el Tour Down Under: “Aspiro a brillar en la crono y en línea, porque los dos recorridos me van bien. De todos modos, paso de sub23 a élite y debo ser realista.”
Pero el mundo de las dos ruedas vuelve a la charla, y el australiano cuenta sobre las trepadas más duras que hizo: “Es corta, pero Bluff Hill. Tiene un promedio al 16% con máximas al 25%. En 2012 conocí otra, en el Tour de Tailandia, no sé el nombre, pero pude superarla y ganar.”
“Disfruto todas las escaladas, antes no me gustaban las más empinadas, pero si debo elegir hoy, prefiero puertos largos y muy empinados.”
David Hunter
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