Corredores a seguir en 2018 (IV): Enric Mas

Por @FXavierVidela

“Es un corredor que puede marcar una época en el ciclismo español”, dijo Alberto Contador en agosto pasado, refiriéndose a Enric Mas Nicolau (Quick-Step Floors). Y en el mallorquín de 22 años han depositado los ibéricos grandes esperanzas, tras los destellos ofrecidos en 2017.

Nacido en Artà, en 1995, de niño no imaginaba convertirse en ciclista profesional. Su enfoque principal estaba en el baloncesto. Sin embargo, todo cambió en 2006, cuando un amigo lo invitó a dar un paseo en bicicleta, que lo llevó a disfrutar del paisaje sobre las dos ruedas y a sentir esa mezcla de dolor y placer al mismo tiempo, tan familiar para los pedalistas.

Inmediatamente, se unió al Club Ciclista Artanenc, con el que estuvo durante dos temporadas. Tras ello, se marchó a España peninsular, donde logró proclamarse campeón de España júnior de contrarreloj en 2012. Dos años más tarde, se unió a las filas del Specialized-Fundación Alberto Contador, con el que despuntó en algunas carreras.

Con un gran talento para la escalada, sus dotes llamaron la atención del ‘Pistolero’, su ídolo, quien le llevó a una concentración junto a toda la plantilla del Tinkoff-Saxo en enero de 2015. De esta manera, pudo compartir valiosos momentos junto a los profesionales en Sicilia (Italia), con todo lo que ello significa para un jovencito de 19 años.

“Es un ciclista perfecto para carreras de tres semanas, joven, con un cuerpo ligero y fuerte para la contrarreloj. Técnicamente es muy bueno, con capacidad de recuperación”, elogió Contador, quien mide 1.77 m, al igual que Enric, llamado a ser su sucesor.

El año pasado, Mas se unió al Klein Constantia checo, filial del Quick-Step Floors que le ofreció un calendario con las mejores carreras para Sub 23. El mallorquín no defraudó a Joxean Fernández ‘Matxin’ y devolvió la confianza con resultados valiosos, llevándose el título de la Volta ao Alentejo (2.2) y el Tour de Savoie Mont Blanc (2.2), o el 2° en el Giro Valle d’Aosta (2.2U).

Dichos logros lo catapultaron al World Tour y, pese a los ofrecimientos del Movistar Team, se decantó por la escuadra belga. Sin presiones desde el conjunto de Patrick Lefevere, el español creció a pasos agigantados. Así, obtuvo el 14° en la Vuelta al País Vasco y el Tour de California, ambas citas de la máxima categoría, realizando una primera mitad de campaña que le dejó conforme.

Tras correr el Critérium du Dauphiné y la Halle Ingooigem belga, se tomó un breve descanso, para luego concentrar en Livigno, cerca del Mortirolo y el Gavia. Y, aunque en los planes estaba competir en el Tour de Polonia, prefirió cambiar su calendario y probarse en la Vuelta a Burgos. Allí, dio sobradas muestras de su clase y finalizó 2° en la general, solo por detrás de Mikel Landa, demostrando que estaba listo para su asalto a la Vuelta a España.

Afortunadamente, Quick-Step Floors le hizo un lugar en el ‘9’ para la última gran ronda de la temporada, y no se equivocó. En la primera semana, el joven de 22 años se coló en varias fugas y logró ser 3° en Sagunt, definiendo con los punteros y llevándose el Premio de la Combatividad.

Dueño de un perfil idóneo para pruebas por etapas, y con una recuperación asombrosa, siguió dando que hablar en la semana final. Fue en la penúltima jornada cuando se vio una imagen inolvidable para los aficionados españoles, en los 117.5 kilómetros entre Corvera de Asturias y el Alto de L’Angliru.

Camino al mítico puerto, Alberto Contador realizó un sorpresivo movimiento en el que se llevó consigo a su compañero Jarlinson Pantano y a su ‘pupilo’ Enric Mas. Lejos de amilanarse, el mallorquín le ofreció la rueda y tiró de él en más de una oportunidad. Algo así como agradeciendo por la formación y el espectáculo que le brindó el ‘Pistolero’ desde que lo veía por televisión cuando niño.

Con una escena que reflejaba el presente y el relevo del ciclismo español, el de Trek-Segafredo regaló un último show y disparó la bala final. Por su parte, Mas arribaba 17°, en una jornada que llevará marcada por el resto de su carrera.

En Quick-Step Floors saben de la joya con que cuentan y no titubearon en renovarle hasta el 31 de diciembre de 2019. Con un futuro promisorio, Enric deberá dar otro salto la próxima campaña, seguramente buscando abrir la lata como profesional.

“Tengo que seguir trabajando y entrenando para poder ser un día el futuro del ciclismo español”, son las palabras del corredor de 22 años, quien tiene clara la ruta a seguir. Sólo así, podrá tomar el testigo de Alberto Contador. O, mejor aún, que “alguien en el futuro quiera ser como yo”.

Franco Xavier Videla

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