Corredores a seguir en 2021 – Keegan Swirbul, el escalador “yankee” que viene

Por David Hunter

Sin lugar a dudas, Keegan Swirbul es uno de los personajes más interesantes con el que nos cruzamos. Su historia es única, incluso increíble, y encima tiene varios capítulos más por escribir. Se trata de un ciclista que ha competido -casi con exclusividad- en Estados Unidos, por lo que más de uno no lo tendrá presente. Proviene de Colorado y empezó como esquiador de fondo, deporte en el que llegó a ser campeón nacional Junior con 17 años, semanas antes de apartarse para siempre en busca de nuevas emociones.

“Mi momento de fama (risas). Tuve varios motivos para dejarlo, el primero que soy muy delgado para alcanzar el máximo nivel, mi tronco y brazos son un problema. Segundo, no me gusta la nieve. Y por último, sentí que no estaba dispuesto a vender mi alma a Instagram como el top 20 del esquí, grupo que hace dinero del marketing en esa red social. No me entusiasmaba eso”.

La siguiente escala en su interesante historia de vida deportiva fue el parkour. Seguramente sea el único ciclista del pelotón que tiene un canal de YouTube para enseñar sus habilidades en la especial disciplina en cuestión.

“Es complicado decir cómo empecé, pero sí puedo afirmar que me pareció espectacular. Obviamente progresé y llegó a ser lo único que disfrutaba en mi vida. Podía practicarlo durante horas, porque además de ser creativo me permitía conocer lugares o visitar partes extrañas de la ciudad a las que usualmente uno no iría. ¡Lo extraño mucho!”

Fue entonces que decidió pasar al ciclismo de ruta pero, ¿por qué?

“Debo agradecer mi genética, soy muy delgado. Por supuesto crecí mirando ciclismo, a Lance en particular, y siempre tuve este deporte en mi cabeza. Sentí que podría ser un buen profesional, pero eso requiere más trabajo y paciencia que cualquier otro deporte. El proceso es lo que más amo”.

Como si fuera poco para redondear su alocada llegada al ciclismo, fue Axel Merckx quien le ofreció un contrato antes de verlo competir una sola vez.

“¡Increíble! Tuve más que suerte de que Axel me hiciera esa propuesta, porque había un millón de muchachos por ahí que la merecían más, sobre todo considerando el equipo del que se trataba. Estaré siempre agradecido”.

En serio, esta historia era sensacional. En 2015, nuestro invitado ganó el título nacional en línea para los Sub23, un momento importante en su trayectoria, aunque no impulsó su carrera como esperaba. Fue después, en 2018, cuando logró un 7mo lugar  en el exigente Tour de Utah que llamó la atención de propios y extraños. En esa ocasión, acabó a menos de un minuto de otro de nuestro corredores a seguir, Hugh Carthy. En 2019, Swirbul fichó con la escuadra de Floyd Landis y firmó resultados como el 2do en la general de Langkawi o el 8vo en Utah. Aún así, el salto no llegaba.

“Fue estresante. Hubo un período desbalanceado en mi vida, en el que intenté con todo llegar a ser pro y no ganaba dinero. Con 24 años no me sentía bien, por lo que estaba en la Universidad pensando qué hacer, ya que encima era parte de un equipo que iba a desaparecer. Entonces me relajé un poco, asumí que mis resultados habían sido en competencias que no tenían el mejor nivel o prestigio. Quizás podía aspirar a una escuadra menor, pero entonces aparecieron las oportunidades”.

En 2020, Keegan firmó con el equipo esloveno Ljubljana de cara a obtener experiencia europea, pero el Covid frustró sus planes.

“100%, fue un golpe duro. Me rompí la espalda en el invierno y entrené en el rodillo durante meses con un corset molesto, siempre con la cabeza puesta en que esos sacrificios reportarían algún beneficio. El covid arruinó las chances de muchos, pero yo me tomé la temporada con el objetivo de reconstruir mi motor mientras muchos estaban encerrados. Disfruté como nunca encima de mi bici”.

Sin equipo, el espigado ciclista trabajó como nunca en el verano, esperanzado de que algún conjunto tomara el riesgo de contratarlo. Y el llamado llegó desde Rally Cycling, que le ofreció la chance de mostrarse en dos citas portuguesas, justo antes del final de calendario.

“Fue una suerte que Rally me llamara para el otoño. Quería verificar que podía ser un ciclista decente, un buen gregario y aportar en el éxito del grupo. Me sentí bien, el ambiente en el equipo fue excelente y trabajamos unidos, sin saber cómo nos iría contra los portugueses. No nos pusieron presión y eso sirvió”. 

Rally brilló en la Volta a Portugal, competencia conocida en el ciclismo por muchos motivos, no todos positivos. Hacer una buena general allí es indicativo de talento, y Keegan clasificó 15to.

“Claro, fue otro nivel comparado con las carreras de Estados Unidos o Asia. Pero disfruté mucho y aprendí a estar enfocado todo el tiempo, recorriendo rutas más estrechas y nerviosas. Nada que ver al ambiente relajado al que estaba habituado, en pelotones dondes uno podía conversar con los colegas durante horas para competir en serio los últimos 30 minutos. Lástima que finalicé resfriado”.

Afortunadamente, Rally quedó satisfecho con sus prestaciones y le ofrecieron un contrato de dos años. La estabilidad había llegado para Keegan, que ahora puede centrarse por completo en competir sin pensar en otras cuestiones.

“Siento que estoy retrasado en términos de técnica y experiencia, aunque espero aprender pronto. Pese a mi edad, creo que tengo alguna chance de ser un buen profesional al máximo nivel, así que no voy a bajar los brazos. Es sensacional la seguridad del contrato firmado, Rally es un equipo en ascenso y estoy honrado de poder correr aquí”.

Swirbul ahora se entrena con la cabeza en Europa, y ha decidido mudarse a Girona para la temporada. La meca de los ciclistas profesionales…

“Estoy emocionado de mudarme allí. Nunca estuve pero revisé las rutas en Strava y luce como un lugar sensacional para entrenar. Además sé que habrá corredores que hablen mi idioma, y encima Rally cuenta con una base en la zona que servirá de apoyo. No soy bueno con la mecánica, así que si algo me sucede ellos me salvarán”.

La cuestión ahora es hasta dónde cree que puede llegar, pero mejor que él lo explique…

“Es difícil de decir. No soy un potencial campeón del Tour (risas), pero creo que mi motor es decente y tengo una voluntad enorme. Quiero trabajar y sueño con correr las grandes vueltas, convertirme en un gregario de lujo, de esos que son factor en las pruebas de montaña cuando sólo quedan unos pocos ciclistas. Me gustan los puertos largos y e la altura me va mejor, sin olvidar que considero poseer una gran recuperación, clave en rondas por etapas”.

¿Qué sería tener un 2021 exitoso?

“Correr muchas carreras, alcanzar consistencia y no cometer errores estúpidos. No sobre entrenarme, ni hacer dietas extrañas o cosas que me afecten. Sería genial aprender del todo el modo de correr en Europa. Ojalá el virus permita una temporada normal para poder hacer todo eso” .

Con ustedes Keegan Swirbul, un ciclista que ha enseñado mucho potencial, tanto que ni él mismo lo sabe. Estén alertas a sus actuaciones, porque si la salud lo acompaña, tiene con qué dar un salto de calidad enorme.

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