“Oier Lazkano ya no formará parte de nuestro equipo. El asunto concierne a las temporadas 2022-2024, periodo anterior a su incorporación a nuestro equipo”: estas fueron las únicas ¿y las últimas? palabras de Red Bull – BORA –Hansgrohe, el último empleador del corredor español, tras la suspensión comunicada por la Unión Ciclista Internacional (UCI).
Critican a Red Bull por el manejo de Lazkano
La suspensión de Lazkano efectivamente concierne a anomalías en su pasaporte biológico registradas entre 2022 y 2024, periodo en el cual corrió para Movistar. Pero, tal como señalamos, ¿Red Bull no tiene ninguna responsabilidad? ¿No debieron haber hecho una revisión más exhaustiva de sus datos clínicos al contratarlo para esta temporada? Ya señalamos el caso de Giovanni Carboni, con irregularidades en su pasaporte en 2024 en UKYO y posteriormente contratado por Unibet Tietema Rockets para este año. El mismo equipo hizo un comunicado público señalado que, además iniciarían una investigación interna. Evidentemente en Red Bull, por más que no se reconozca públicamente, algo salió mal
El ex ciclista danés Micahel Rasmussen cuestionó duramente la actuación de Red Bull en su cuenta de X. Cabe señalar, primero que nada, que el “pollo” no tiene un historial impecable: en 2007 vestía la malla amarilla y estaba encaminado a ganar el Tour de France pero a cuatro etapas del final fue removido y despedido por Rabobank. Tras servir una suspensión, admitió usar EPO, hormonas de crecimiento, insulina, testosterona y dopaje sanguíneo en la mayoría de su carrera.
Pero, hecha esta aclaración y recordatorio, el punto de vista del danés –quién actualmente trabaja como analista y periodista- es válido y cobra relevancia. “Por lo que sé, solo hay dos escenarios. Supongo que Red Bull-BORA-hansgrohe —como es muy probable— solicitó ver el historial médico de Lazkano antes de firmar el contrato. Primer escenario: los médicos de Red Bull-BORA-hansgrohe no eran lo suficientemente competentes como para detectar irregularidades, lo cual habría sido problemático. Segundo escenario: esos mismos médicos podrían haber detectado irregularidades, pero confiaron en que la Agencia Internacional de Pruebas y/o la UCI no tomarían medidas al respecto.
Rasmussen alertó sobre este segundo escenario en el cual Red Bull lo fichó aun sabiendo de las banderas rojas. “En ese caso, el problema sería aún mayor. Se abriría un nuevo campo en el que muchos ciclistas, con el conocimiento del equipo, podrían estar compitiendo con análisis de sangre anormales”, advirtió.
¿Un alerta para los demás equipos?
Otro tema cuya respuesta no tenemos aún: ¿Cuándo se enteró Red Bull de la investigación? ¿Fue en abril tras el allanamiento policial en casa de Lazkano o antes? En ese caso, ¿Por qué lo dejaron seguir corriendo? En abril, Henrisch Haussler, miembro del staff, señalaba a Sporza, que Lazakno había tenido “pruebas prometedoras” en enero pero que luego se había enfermado en tres ocasiones. Nunca se supo cuál era la causa de estas enfermedades. Otra falla de transparencia.
Según alertó Velo, muchos equipos están contratando ciclistas sin solicitar chequear sus pasaportes biológicos cuyo acceso depende del consentimiento de los propios corredores. En el caso de una contratación, se espera que los equipos revisen los pasaporte, verifiquen si hay patrones que no son naturales (en el caso de Lazkano los hubo en cuatro ocasiones) y pedir a la UCI, clarificaciones si fuera necesario. ¿Red Bull accedió o no a esos datos? ¿Y si los observó, fueron descuidados?
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