Cullaigh cuenta su mala experiencia en Movistar Team: “Todo fue un desastre”
Por @amatiz12
Movistar es uno de los equipos World Tour que peores actuaciones tiene en el marco de clásicas flamencas y ese estilo de carreras. Eso sucede porque esas no son competencias prioritarias para ellos, dejándolas casi siempre al azar del destino. Sin embargo, pese a que desde este año están intentando cambiar ese panorama, se ha destapado esa gran dificultad de los telefónicos no sólo para no dar todavía resultados, sino también para formar y entrenar a los corredores especializados en esa carrera, hasta el punto de desaprovechar jóvenes promesas.
Gabriel Cullaigh, vivió en carne propia, ese desacertado manejo del cuadro español con esos ruteros enfocados en el llano, vientos y adoquines. El británico, quien no fue renovado para 2022 tras dos flojas temporadas, se quejó en entrevista con Cycling Weekly sobre el pobre calendario que le asignaron y el método de entrenamiento que tuvo que adaptar, el cual lo llevó a desplomarse en la curva de rendimiento y sensaciones.
Para él, como muchos otros la parte de la temporada más trascendental se localiza entre febrero y marzo con la constante acción que hay en territorio belga. El plan era que tras comparecer en la Clásica de Almería -donde Gabriel fue 7º- ese mismo bloque afrontase Omloop Het Nieuwsblad. Al momento de oficializar el plantel, aparecían todos los nombres proyectados, menos el de Cullaigh, reemplazado por Imanol Erviti.
“Después de la carrera, todo el equipo de Almería se quedó allí para un mini campo de entrenamiento, y el equipo dijo que seríamos nosotros siete los que iríamos a Omloop. Justo antes de esa carrera recibimos un correo electrónico de todo el equipo y mi nombre no estaba en la lista de inicio de Omloop. Me sentí instantáneamente confundido, cuestionando qué estaba pasando”, relató el pedalista de 25 años, que recibió una justificación tranquilizadora por parte de Patxi Vila, una de las cabezas más visibles del staff. “Así que llamé a Patxi y me dijo que habían puesto a Imanol Erviti en el equipo. Dijo que debería haberme avisado, pero explicó que Imanol tenía una experiencia increíble como corredor de clásicas… Patxi me dijo que no me preocupara porque me usarían en muchas futuras carreras”.
Esa fue no más otra promesa incumplida, pues el británico tan sólo asistió al Trofeo Laigueglia, Brugge-De Panne, E3 Saxo Bank Classic y Gent-Wevelgem. Un cronograma pobre para alguien que aspira a ser protagonista en los lares flamencos. Incluso, desveló que su jefe de filas, Iván García Cortina “armó un escándalo cuando no fui seleccionado para Flandes”, diciendo que Cullaigh “era uno de los pocos que intentaban ayudarlo”.
“Nunca corrí en una gran vuelta ni fui a ningún campo de entrenamiento de una gran vuelta, así que no puedo decir cómo es ese entorno, pero en las grandes carreras que hice, aquellas relacionadas con las clásicas, todo fue un desastre”, redondeó un decepcionado Gabriel, quien sumaría otro inconveniente.
“Después de tres horas y media, pasaba de mantener el ritmo, sufrir y luego mis piernas estaban completamente vacías. En ese momento pensé que era solo yo, que no tenía las piernas para estar a este nivel, pero luego analicé todo en frío y supe que era mi entrenamiento el que no me estaba funcionando”, explicó.
Entonces, la solución brindada por Vila fue asignarle como entrenador a Leonardo Piepoli, quien en el pasado había trabajado con Sonny Colbrelli y el propio Cortina en Bahrain. Contrario a lo esperado, las cosas con el italiano llevaron todo a peor. Empezando porque sólo se podían comunicar mediante mensajes de texto en español -Piepoli no habla inglés, ni Cullaigh italiano- y porque le impuso entrenamientos de más fondo que no eran útiles estando en competencia.
“Debido a mi experiencia en la pista, el entrenamiento polarizado funciona para mí: ritmo constante y luego intensidad. Pero con Piepoli se trataba de salidas largas, intervalos largos, haciendo funcionar el motor diésel. Descubrí que era fuerte, pero no podía sacarle provecho cuando lo necesitaba en las carreras. Me sentí bastante jodido la mayor parte del tiempo”, describió además de la inefectiva idealización de usar las proteínas como combustible como combustible en los entrenos. “Me estaba diciendo que hiciera recorridos sólo con proteínas. Tenía que montar cinco horas habiendo comido solo proteínas. No se lo recomendaría a nadie”.
El verse sin nivel, sin la efectividad necesaria en los métodos para mejorar y con un escenario gris por delante, lo llevó a tomar la decisión de cortar las cosas con Leonardo. “Estaba deprimido, sabiendo que esto no era lo que una vez fui. No me sentía como cuando me convertí en profesional con Wiggins, con ese estilo agresivo de correr, ganando sprints en Europa, involucrándome en carrera. Sabía que Leo no estaba trabajando para mí “.
De ahí tuvo licencia para buscar su propio entrenador, quien terminó siendo Gary Sadler, un ex profesional británico, que hizo que las cosas cambiaran. Mejoró en sensaciones y resultados, logrando dos top-10 como gregario en un calendario final que incluía Settimana Italiana, Tour de Polonia y Tour de Gran Bretaña.
“No quiero señalar con el dedo porque creo que lo intentaron y pensaron que Leo sería una buena ayuda para mí, pero no me dieron suficientes oportunidades ni la cantidad de carreras que necesito”, apuntó el oriundo de Yorkshire, quien es el fiel ejemplo de las fisuras de los navarros cuando de clasicómanos se trata. “Simplemente nunca sentí que hubiera encajado en Movistar. Sé que mis atributos se prestan a ser uno de los últimos gregarios y ayudar a los líderes, pero eso es difícil en un equipo como Movistar porque no se centran en las clásicas”, sentenció Cullaigh.
Alejandro Matiz¿Te gusta lo que hacemos? Seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Me parece grave y triste… O sea, si el chico tiene razón lo jodieron literalmente, como el mismo afirma… tiene sentido su versión, ya que en 2019 disputaba y ganaba carreras… y hoy está sin equipo…
Es un buen elemento, ojalá un trek, un alpecin o un quick lo contraten…
Lo de Movistar es rídulo. Los ejemplos de mal manejo son desbordantes. Escuché que el programa de entrenamiento de Alba fue ridículo, que era mejor el de un sub23 en Colombia.
el problema del Movistar siempre he pensado que es de los directivos y no de ciclistas y sus nacionalidades.
El problema es que mantienen la vieja escuela, aparte siguen buscando corredores españoles por su patrocinador pero nunca.
Desde que Quintana y carapaz se marcharon no volvieron a ser lo mismo, solo Valverde lo hace más por orgullo que por el equipo.
Le pasó a sepúlveda, a los colombianos y otros tantos que siempre lo mandaron a carrera para decir Movistar team, esos corredores nunca pudieron demostrar nada.