David Moncoutié: “Me hice profesional en 1997, brillar en esa época era complicado sin tomar nada”
Por Oscar Trujillo Marín
Para los que son muy jóvenes o empezaron a ver ciclismo hace poco tiempo, el francés David Moncoutié fue una especie de Thomas De Gendt de su generación (aunque mucho mejor escalador David). Un infatigable abonado a las fugas en terreno quebrado, un obstinado y talentoso caza etapas. Su carrera transcurrió entre 1997 y 2012, siempre siendo parte del equipo Cofidis.
Inició su andadura como profesional en medio de la época más oscura, álgida y diversificada del dopaje en este deporte. Moncoutié es uno de los pocos corredores de esos años que puede presumir de no tener un solo escándalo, ni informe de agencia donde se lea su nombre, ni sombra de trampa, ni resultado adverso ni sospecha sobre su larga carrera. Mientras no aparezca seguirá con su hoja de vida limpia.
David pretendió empezar como vueltómano gracias a su buen fondo y condiciones para la escalada, pero muy pronto (era la época del reinado de Pantani, Ullrich, Riis, y Armstrong… entre otros ilustres fraudes) desistió: no había manera de hacerles daño en la montaña y escalar era su mejor virtud.
Su techo como vueltómano fue el Tour de Francia de 2002, cuando dando todo lo mejor que tenía, solo pudo ocupar la casilla 13 en la general. Si en esa edición suprimiéramos a todos los corredores que fueron después sancionados o confesaron su dopaje, y dejáramos solo a los que jamás tuvieron escándalo alguno ni dieron positivo, ni fueron delatados por doctores inescrupulosos o compañero alguno, la general hubiese sido: Jose Azevedo campeón, (fue el 4° ese año), 2° Carlos sastre (fue 9°) y 3° David Moncoutié (fue 13° en la general).
Pretender ir limpio a pelear el Tour -o cualquier carrera importante- en esos años no era un buen negocio. Es iluso y cínico intentar decir que ir con EPO, hormonas del crecimiento, testosterona, cortisona, auto transfusiones, entre otras cosas, no dan evidentes ventajas en resistencia y recuperación.
Hay gente que dicen ser apasionados por el ciclismo y les produce una profunda incomodidad hablar de esto, prefieren taparse los ojos o reclamar una gangsteril omertá para “no dañar” su imagen. Sería bueno que se acostumbraran, la trampa es parte de la condición humana, del ciclismo, de la vida. Se puede amar al ciclismo y ser crítico con él con la intención de mejorarlo al menos un poco, de reducir la trampa a la mínima expresión.
David se reconvirtió en aguerrido habitual de las fugas en etapas de media y alta montaña y pudo cosechar un bonito palmarés gracias a su clase, olfato y envidiable fondo para apuntarse con éxito a las escapadas. Entre algunas vueltas menores y varias etapas en vueltas de una semana importantes, siempre a la fuga, siempre en montaña, atesora dos parciales en el Tour de Francia y cuatro en la Vuelta a España, además de la camiseta de la montaña en la ronda ibérica en cuatro ocasiones también. Un palmarés envidiable para el 97 por ciento del pelotón en cualquier época.
En entrevista para Cyclism’ Actu, el ex corredor francés repasó algunos momentos de su carrera y otros de actualidad:
“Al principio, cuando eres un corredor francés, el Tour de Francia es la obsesión, la carrera más bella posible. Después de 2005, tuve un Tour un poco más difícil, había muchas expectativas a mi alrededor y empecé a sentirme más cómodo en el segundo esfuerzo, que era la Vuelta a España, me gustaba mucho ir allí, era más tranquila, los perfiles muy montañosos me convenían perfectamente”, explicó David, quien ganó etapas en el Tour en 2004 y 2005. Y en la ronda ibérica en 2008, 2009, 2010 y 2011 mostrando una exitosa regularidad como caza-parciales de prestigio.
“Así que al final de mi carrera, a menudo hice Tour y Vuelta, pero tuve mucho más éxito en España. Obviamente, si tengo que dar una jerarquía a mis victorias, aquellas en el Tour tienen más sabor, más impacto con el público local, en mi casa, especialmente la que conseguí aquél 14 de julio…” (Fiesta nacional de Francia N.d.r).
Preguntado acerca del inicio de su trayectoria, que coincidió con el esplendor de toda esa pléyade de vueltómanos y clasicómanos que terminaron siendo sancionados o descubiertos por temas de dopaje, mientras él apostaba por correr limpio David dijo:
“Ya ha habido varias eras de dopaje, no ha sido la única. Empecé como profesional en 1997, y entre 1997 y 1998, para existir y pretender brillar en las carreras más grandes, era muy complicado hacerlo sin tomar nada. Luego explotó lo del asunto Festina que comenzó a desnudar lo que era un secreto a gritos en el pelotón”.
“Después me sentí mucho más cómodo, parecía que tras eso se empezaría un poco a poner el freno, especialmente a nivel de los equipos franceses. Obtuve mi primera victoria en 1999 y hasta 2002 seguí progresando. En 2002, incluso hice 13º en el Tour de Francia. Entonces viendo lo que había, me dije a mí mismo que siempre uno podía elegir su forma de existir, no tenía como pelear para llegar más arriba en la general contra gente que iba con tanta energía extra. Sobre todo, cuando en 2003 sentí que todo volvía a ser como antes. Así que cambié los objetivos en mi carrera al decidir centrarme en la búsqueda de etapas, era más realista, más posible”, relató Moncoutié. (NdR: Según algunos informes y confesiones, fue en 2003 cuando empezaron las transfusiones de manera masiva y recurrente)
La historia ha sido implacable y siempre es el mejor juez, así lo deja entrever David: “Para todos aquellos que desempeñaron los papeles principales en ese momento, y especialmente la clasificación general en las grandes carreras, fue complicado brillar sin dopaje. No era solo Armstrong, ¡eran los demás que le disputaban su trono también! Afortunadamente, hubo algunos corredores, incluido yo, que no lo hicieron. Obviamente no pudimos competir por la general a ese nivel en carreras muy codiciadas y prestigiosas como grandes vueltas o clásicas de élite, donde la resistencia y la fatiga eran más relevantes”, argumentó.
Preguntado sobre su opinión cuando se sabe que casi todo el top 20 del Tour de Francia 2002 -exceptuando un puñado de corredores- iban dopados, han estado en escándalos de dopaje o han admitido su consumo, sabiendo que él solo pudo ser 13°, en el mejor momento de forma de su vida, el francés se mostró sereno, sin rencor:
“Hablamos mucho sobre este Tour 2002. Es cierto que cuando vemos esta clasificación… es el año en que realmente jugué la clasificación general del Tour, me aferré todos los días. Aún así, terminé muy lejos del primero, pero es seguro que sin dopaje habría sido una carrera diferente, no por mí, por todos. Después, si hubiese tenido la mentalidad de jugar un podio…eso tampoco estoy seguro”, aceptó con mucha humildad.
“No me arrepiento, era lo que me había tocado, llevé mi carrera con las circunstancias de la época. Como dije, no me gustaba lo que había que hacer para intentar ganar, no los juzgo, no escogí la época solo me tocó y decidí jugar mis cartas a las etapas que era algo que a los cracks de la general no les importaban, es otra forma de alcanzar la gloria, me concentré solo en eso”, continuó.
Por último, el francés fue preguntado acerca de si Froome regresará con un nivel parecido al que tenía antes de su lesión y por la incómoda tricefalia para el Tour de INEOS. David opinó con el conocimiento directo de sus 15 años de experiencia en la élite y de haber sufrido él mismo dos caídas graves con lesiones de larga duración:
“Sigue siendo muy complicado para Chris teniendo en cuenta de dónde viene, cuando empiece el Tour completará 15 meses sin correr, sin ritmo de competencia. El Tour en septiembre en lugar de en julio, que lo deja dos meses más, siempre será bueno para sus lesiones. Lo malo, no habrá tenido la oportunidad de correr carreras antes para recuperar el poder, incluso si sabemos que es un gran trabajador y mentalmente fuerte”, enfatizó el ex Cofidis
“Para un ciclista de tanto nivel que se la juega con tipos iguales a él, siempre es importante hacer muchas carreras previas, rodar por meses en el pelotón. Por eso, por mucho que no disputen y su objetivo sea el Tour, se empieza a competir desde febrero, y aunque los demás pararon, sólo lo habrán hecho tres o cuatro meses en cambio él completará casi 15 meses quitando los 5 días de UAE Tour, eso a tan alto nivel es dar mucha ventaja” explicó el francés, ratificando el análisis que algunos especialistas hicieron para esta redacción.
“Recuerdo que cuando tuve mis dos grandes caídas en 2006-2007, hice seis meses de muletas, y en las primeras carreras en serio de 2008, fue un poco desastroso, no me encontraba cuando apretaban el ritmo, tuve problemas, en el Tour la pasé fatal. Pero sin embargo, ya mejor rodado tras el Tour, en la Vuelta e España estuve mucho mejor. Entonces, ¿necesitaría Froome una gran Vuelta, aunque en mala forma primero antes de hacer el Tour? Ya Veremos”.
Una buena oportunidad de ver el dopaje y las lesiones graves desde dentro, desde la experiencia de uno de los pocos corredores de la época más vergonzosa del ciclismo que no aparece en ninguna operación, delación, informe o confesión.
La gloria (aunque modesta) es posible actuando con honestidad, sin renunciar a los escrúpulos éticos. Todo depende de qué tipo de alturas quieras alcanzar y del precio que estés dispuesto a pagar a costa de obtenerlas. A veces una bonita colina con vistas a la paz interior puede ser suficiente, en detrimento de un Everest con problemas consecuentes para toda la vida, cambiado por un minuto de inmortalidad. Parece un buen tipo David.
Oscar Trujillo Marín¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Oscar sus artículos son muy importantes siempre dejan un buen sabor, una buena enseñanza y traer a un ciclista David Moncoutiė que quizás nadie lo recuerde porque no perteneció al clan de las estrellas que se dopaban para alcanzar puestos de avanzada, pero que pertenecía a los clclistas de la ética, de la transparencia que se preparaban para correr limpios y sólo les bastaba para triunfos de etapas , una camiseta de la montaña u otra, o estar en un top 12-15. Lo más curioso es que deja entrever que existe pactos o acuerdos secretos entre los competidores que saben que están consumiendo sustancias prohibidas y que están destinados para las disputas de las grandes vueltas y otros que buscan destacarse para las escapadas, etapas individuales y camisetas de trofeos. También se refiere a Froome y coincide con los que conceptuamos que después de una larga para, la gravedad de sus lesiones y la falta de ritmo en las carreras por no competir, le pesará un montón para recuperar su nivel, máxime cuando tiene 35 años, y existe una generación joven, ávida de triunfos con un nivel altísimo de rendimiento, fondo, clase y resistencia.
Salhito, igualmente creo que no resulta adecuado hacer una comparación entre los capos que peleaban la General de las GV allá por el 2002 (sus eventuales acuerdos o pactos relacionados con la utilización de EPO y otras por parte de todos o casi todos ellos), y los líderes de hoy con aspiraciones a la General. Son dos realidades muy diferentes en cuanto a permisividad y controles. Además, y con respecto puntualmente a lo dicho por Moncutié, pienso que en aquella época terrible no sólo se “enchufaban” con lo que estaba de moda la mayoría de los aspirantes a la Gral; creer eso sería ser demasiado iluso en mi criterio. Pienso que tambien se propagaba el fenómeno entre otros que tenían objetivos diferentes, más “modestos” (etapas, etc). Porque si no terminaríamos creyendo que cualquier buen corredor más o menos bueno de aquellos tiempos, podía llegar a pelear seriamente la Gral -aún sin dotes de vueltómano nato-, por el hecho de recurrir a la ayuda. Y creo que no era así.
Tienes razón Guillermo la cantidad de positivos “anónimos” de esa época son muchos. Quizás por no ser nombres tan destacados no se le dio relevancia mediática como en los del top 20. Pero eso no significa que no ocurriera, de hecho los gregarios de Telekom, Us Postal… y demás no ganaban nunca, pero también iban puestos… Lo único cierto es que los pocos de la élite o de la masa que no se doparan (que los hubo también) lo tenían mucho más difícil para destacar, con indiferencia de sus más modestos o altos objetivos. Un saludo.
Sí, Oscar, coincido con tu apreciación final. Saludos
Una solución a esto. Concentrar a los ciclistas un mes antes. Sin sus “pertenencias ” y ahí se vera el mejor sin “ayuda”. En un mes no les queda nada en el cuerpo.
Sergio: o sea, más cuarentena todavia !! jaj
Buen articulo y mejor aun el ejemplo que este integro ciclista no da. Por respeto y admiración a deportistas honestos es que pido mas consideración a la hora de exigir resultados y actuaciones. Pedir a los corredores del pelotón que corran a la par y a alto nivel la cantidad de lo que corrían en la época de Merckx, Hinault, Indurain o Armstrong es pedir que vayan en contra de la naturaleza humana y sus límites para hacer una invitación directa a que busquen las “ayuditas”. Distinta sería la historia y el palmares del ciclismo si no hubiera duda en la limpieza de cada corredor, pero eso es pedir peras al olmo. Conocemos la historia y aun así la repetimos una y otra y otra vez de igual manera, hoy día ya están investigando algo distinto con lo que presumiblemente obtenían resultados que en condiciones naturalmente atléticas no lograrían y tal vez no sean solo las cetonas que de por sí ya rompen con el esquema de lo orgánica y humanamente posible.