Dayer Quintana: “En 2015 mi objetivo es poder correr una carrera de tres semanas”
Por @pmpalermo
El final de la temporada significa descanso y vacaciones para los ciclistas, pero también balance y planificación de cara al futuro. En ese contexto hablamos con un viejo amigo de la casa, Dayer Quintana, que próximo a regresar a Colombia, habló con nosotros sobre su primer año al máximo nivel.
Proveniente del Lizarte, el menor de los Quintana marca rápidamente la diferencia entre el campo amateur y el World Tour: “Es un cambio bastante interesante, empezando porque se corre de diferente manera y controlando, no como en la amateur que vas todo el día atacando y tienes para rematar al final. Además aquí se va más rápido”, dice.
Casi como si de un gen familiar se tratara, Dayer se muestra ambicioso y se olvida que apenas transcurrió su primera campaña en la élite: “Creo que mi primera temporada ha sido buena aunque siento que faltó un poco. Me hubiera gustado una victoria más”, confiesa.
Lo que sí está claro es que nuestro invitado comprobó que, contrario a la opinión de aquellos que decían que no estaba para dar el salto, sí tenía las piernas para ello: “El tiempo dirá hasta dónde puedo llegar pero creo que soy uno más, de nivel estoy bien sólo que, como dije antes, siento que faltó una victoria más”, cuenta.
Con 22 años y un apellido muy pesado, Dayer mantiene los pies en la tierra y trata de aprender todo lo que puede sobre el oficio: “la principal enseñanza que me dejó mi primera temporada en el World Tour es a guardar energías para cuando te toque hacer tu trabajo porque, como dije antes, en amateur vas con ataques desde salida hasta el final mientras que en la categoría profesional tienes que ser más cauto para cuando te toque controlar o disputar”.
Inevitablemente le preguntamos si será el hombre de confianza de su hermano, con quién compartió muy poco (sólo Murcia y Roma Maxima): “Este año ha sido más de aprendizaje, la verdad que quisiera correr muchas con él pero el equipo tiene la decisión y yo respeto eso”, afirma.
Contrario a lo que se esperaba, Unzué lo puso a correr clásicas y el joven escarabajo explica por qué: “El equipo decidió ponerme a prueba en diversas carreras para ver en que terreno me desenvolvía mejor y mal no me fue, aunque es muy duro”, arranca y luego completa: “se dieron cuenta que voy bien en la montaña, me defiendo muy bien en ella, pero aún falta mucho para decir que soy un escalador”.
Y que mejor modo de confirmar su última afirmación que recordar el Tour de Austria, carrera en la que brilló con luz propia, venció una jornada con final en alto (Kitzbüheler Horn, uno de los más duros de Europa 9,7 km al 12.%), fue 2° en otra y ocupo el 9° puesto final en la general: “sin dudas el mejor momento de la temporada fue cuando gané la etapa en el Tour de Austria”.
Ante nuestra insistencia, Dayer relata brevemente (es hombre de pocas palabras) su hazaña: “a Austria llegué con el objetivo de hacer buen papel pero el primer día hubo caída y desgraciadamente quedé involucrado perdiendo tiempo frente a Peter Kennaugh. Por eso, el tercer día me infiltré en la fuga pensando que no iba a llegar, pero empezamos el ultimo puerto con algo de tiempo y luego se dieron las cosas”.
Obviamente que no todo es color de rosa y también pasó situaciones adversas, aunque ninguna que lo haya marcado: “hubo muchas situaciones negativas, pero no marco ninguna en especial. Me refiero a que tuve caídas y retiros de carrera”.
En pleno descanso y deseoso de volver con su novia y familia, Quintana ya tiene un ojo en 2015, temporada de la que aún no sabe nada pero para la que tiene un único deseo: “Aún no sé nada del calendario pero mi objetivo es poder correr una carrera de tres semanas”.
Rodeado de estrellas y gente de experiencia, es imposible que no haya recibido consejos y en ese sentido lo indagamos: “No diré qué pero sí, me dijeron muchas cosas que me sirvieron este año y me servirán toda la vida, uno no termina de aprender de ellos”. concluye.
Esperemos verlo en San Luis, evento en que le “encantaría participar, es un buen modo de empezar el año”.