Ciclismo Internacional

“Decidí dejarlo marchar”: Alaphilippe ganó en Québec ¿gracias a UAE?

Julian Alaphilippe

Julian Alaphilippe ganó el GP Québec en una definición que, además de su excelente condición, tuvo a Alberto Bettiol como juez. Es que el italiano prefirió dejarlo ir antes que colaborar con Pavel Sivakov. “UAE ya ha ganado mucho esta temporada, así que decidí dejar marchar a Julian”, dijo medio en broma medio en serio el pedalista de XDS Astana.

Un Pogacar apagado

La carrera, 216 kilómetros en Québec, tuvo una escapada de salida, compuesta por Filip Maciejuk (RedBull), Luca Vergallito (Alpecin) Philippe Jacob y Félix Bouchard (Canadá), cuya máxima renta alcanzó los 6’30” sobre un pelotón controlado por Lotto y Tudor. A 85 km, Jacob perdió contacto con la fuga producto de calambres y, paralelo a ello, Tim Wellens (UAE) aceleró desde el lote, arrastrando a casi diez corredores consigo, aunque sin obtener éxito en el intento.

Sin embargo eso derivó en un descontrol generalizado con una serie de ataques a los que UAE intentó reaccionar. Finalmente, a 73 km del cierre, se estableció un quinteto con Nils Politt (UAE), Julian Alaphilippe (Tudor), Laurence Pithie (RedBull), Bastien Tronchon (Decathlon) y Xandro Meurisse (Alpecin). Una vez consolidado el movimiento, la brecha no superó el minuto y Visma se hizo cargo de la situación.

En la marca de 50 km para el final, cuando la diferencia se acortó, saltó otro grupo para fusionarse a la persecución: Pavel Sivakov (UAE), Matej Mohoric (Bahrain), Anthon Charmig, Alberto Bettiol (XDS), Artem Shmidt (INEOS), Mattias Skjelmose (Lidl) y Quinten Hermans (Alpecin). Del quinteto inicial, Politt y Meurisse dijeron adiós. El margen era estrecho con el pelotón y a falta de 13 km para la conclusión, partió Tadej Pogacar (UAE), pero sin su letalidad habitual, pues Biniam Girmay (Intermarché) o Neilson Powless (EF) fueron capaces de replicar y la renta respecto al grupo cabecero -cada vez más reducido- no bajó.

Alaphilippe ganó gracias a UAE

En el repecho definitivo, esa zona de doble dígito pasado el puente que enlaza con la “Villa Vieja”, es donde Alaphilippe eligió hacer su ataque. En ese punto, solo Sivakov y Bettiol sobrevivían, pero ninguno seguía la rueda de Loulou, que en un remate agónico, acabó alzando los brazos por delante de su compatriota y el italiano, que cerró el podio. Victoria de envergadura al tratarse de una carrera en la que es usual definir al sprint y por ser parte de la movida inicial, la de 73 km. Valentía, que a estas alturas, es identitaria en alguien que con o sin las piernas, nunca se queda con la duda.

Pero Bettiol regaló una frase que dejó al descubierto otro aspecto en la resolución: “Cuando Alaphilippe atacó, Sivakov no quiso colaborar y encima UAE ya ha ganado mucho esta temporada, así que decidí dejar marchar a Julian (risas)”. Con eso en vista, no es exagerado afirmar que Alaphilippe ganó gracias a UAE, o mejor dicho, a que los ciclsitas corren contra ellos.

Finalmente, destacar a Michael Matthews, que además de que siempre rinde en Quebec, lo hizo tras superar un problema de salud que pudo costarle la vida.

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