A veces es bueno recolectar más declaraciones de los protagonistas debido a que responden varias veces ante diversos medios. Tal el caso de Jonas Vingegaard, que además de sus comentarios aquí compartidos, luego dio otra nota. 
Fue a Eurosport y sus dichos valen la pena. “En cierto modo, esperaba que Tadej me diera la victoria de etapa, pero no necesariamente lo esperaba”, se contradijo el danés. “Puse un ritmo alto, si llegábamos al sprint no hubiera tenido chance de todos modos porque ya estaba al límite”, expresó.
Lo que Jonas quería, fiel a su modo afable de ser, era que los dos cruzaran juntos por la línea de meta, obviamente con él en primer puesto. “Siempre se puede tener esperanza, en el ciclismo es así siempre”, añadió.
“No lo culpo, probablemente yo hubiera hecho lo mismo en su lugar”, completó el de Visma, que enseguida se refirió a su recuperación. “Estoy feliz por cómo rendí hoy, cómo volví tras el golpe de ayer”, cerró.
Quizás a modo de reflexión, se podría pensar que Pogi sí fue benévolo con su adversario y que se limitó a birlarle el parcial cuando pudo haberle metido más tiempo con un ataque de lejos. Buenas intenciones o inocencia extrema del danés, pero debe entender que el basal del esloveno es diferente y, guste o no, es uno de los corredores más agresivos de la historia.
A fin de cuentas, esto es deporte profesional, ¿y si Cavendish hubiera regalado alguna diana a lo largo de su carrera? Hoy no sería el máximo vencedor de etapas del Tour. El mismo Frank Van den broek cedió a Bardet la gloria el primer día del evento y nunca más se encontró en posición de celebrar. Hay trenes que mejor no se dejan pasar…
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