Descalifican a cinco equipos tras conflicto con la UCI
Visma, Lidl-Trek y EF, algunas de las escuadras fuera de competencia del Tour de Romania femenino, por un conflicto por los GPS
La muerte de Muriel Furier, ciclista suiza en el Mundial de Zurich que no fue atendida por más de una hora por los servicios de emergencia, obligó a la UCI a tomar una decisión: implementar sistemas de GPS en todas las bicicletas. Más allá de que algunas competencias ya prueban sistemas propios hace un tiempo, la UCI eligió el Tour de Romandía femenino como terreno para probar el suyo, implementando un dispositivo de 63 gramos en una corredora por equipo. Pero todo terminó mal.
Equipos top descalificados
Lidl-Trek, Visma-Lease a Bike, Canyon-SRAM zondacrypto, EF Education-Oatly y Picnic-PostNL fueron descalificados, lo que significa que 30 corredores, seis por equipo, quedaron fuera de la carrera incluso antes de que comenzara, según informaron CyclingNews y múltiples medios. Una vez más, los conflictos entre las partes se anteponen antre la seguridad de los corredores. ¿Qué sucedió? La UCI y los equipos no se pusieron de acuerdo sobre la implementación de este sistema, que el organismo rector quería probar en este evento –que inició con una crono en subida de 4,4 kilómetros- como preparación a su implementación definitiva en el Mundial de Ruanda, tanto para pruebas femeninas como masculinas.
La tecnología, al transmitir la ubicación de los ciclistas en tiempo real, está diseñada para aumentar la seguridad en el pelotón, luego de la muerte de Muriel Furrer en el Campeonato Mundial en Suiza el año pasado. Furier estrelló en un bosque denso y apenas más de una hora después, se la encontró pues, a raíz de la falta de GPS, se pensó que seguía compitiendo. El helicóptero de rescate llegó una hora después de que la carrera finalizó. El prólogo terminó realizándose con 60 corredoras, 30 menos que la lista inicial debido a las descalificaciones.
El argumento de las escuadras
El 15 de agosto, los directores ejecutivos de los cinco equipos, así como el director de AG Insurance-Soudal, enviaron una carta al Director Deportivo Estratégico de la UCI. En ella, afirmaban haber solicitado, sin obtener respuesta, aclaraciones sobre estos dispositivos. En un comunicado conjunto, los cinco equipos le respondieron a la UCI y señalaron que están “conmocionados y decepcionados” por la decisión. Indicaron que previo a la carrera, habían planteado “serias preocupaciones sobre la imposición unilateral” del GPS. Afirmaron que no querían hacerse cargo de elegir al ciclista en cuestión (uno por equipo) ni tampoco hacerse cargo y ser responsables de instalar, quitar o mantener el dispositivo, así como las posibles consecuencias legales.
No quieren hacerse cargo de instalarlos ni de seleccionar quién los usará
“Los equipos apoyan plenamente las medidas para mejorar la seguridad de los ciclistas en todas las carreras. El proyecto SAFR busca lograrlo mediante un enfoque colaborativo con el apoyo de todas las partes interesadas. Esto queda demostrado con el éxito de las pruebas de un sistema de seguimiento de seguridad en todo el pelotón, tanto en el Tour de Suiza masculino como en el femenino, con el consentimiento y la colaboración de todas las partes interesadas, una prueba a la que la UCI tuvo pleno acceso”. “Lamentablemente, la UCI, en su calidad de reguladora del ciclismo profesional, se ha propuesto imponer el seguimiento en bicicleta bajo el lema de la “Seguridad” en beneficio del Campeonato Mundial de la UCI, una carrera propiedad de la UCI, organizada y comercializada por ella”.
La carta continúa insistiendo en que el derecho a montar un dispositivo en la bicicleta de un ciclista que solo debe hacerse con el “consentimiento y la estrecha colaboración” del equipo. “Sin embargo, la UCI ahora parece cuestionar este derecho y, en lugar de buscar el permiso de los equipos y/o colaborar con ellos, la UCI desea otorgarse a sí misma o a un tercero asociado el derecho a montar un dispositivo en la bicicleta de un equipo sin el consentimiento del equipo”.
“Groseramente injusto”
Las escuadras consideraron “groseramente injusta” la descalificación final. El razonamiento es el siguiente: los equipos quieren tener control y colocar ellos mismos los dispositivos ya que, de lo contrario, no se sabe quién (las escuadras o la UCI) se hace responsable de “cualquier accidente, lesión o daño derivado de dicho dispositivo”. La carta concluía diciendo: “Por último, usted (en referencia a la persona responsable de la UCI) declaró lo siguiente: “El debate más amplio sobre la implementación del seguimiento GPS de la seguridad ciclista en el ciclismo profesional es un tema importante y se llevarán a cabo conversaciones con la participación de todas las partes interesadas”. La conducta de la UCI contradice claramente esta declaración y este sentir”.
La raíz del problema
Jonathan Vaughters, director general del equipo masculino y femenino de EF cuestionó la determinación de la UCI. “Usar un evento del World Tour como campo de pruebas está mal”, publicó Vaughters en redes sociales. No menciona aquí que hubo eventos WorldTour en el pasado donde se hicieron pruebas como el Tour de Polonia 2024 donde se probó la prohibición del uso de radios.
“Más allá de eso, una vez que se decide imponer la voluntad, ¿negarse a seleccionar a las ciclistas que serán las víctimas y dejar esa decisión en manos de los equipos? No está bien. ¿Y luego descalificar a los equipos por no elegir a la víctima?” Vaughters aclaró que el problema no se debía a un rechazo a usar el GPS. “Los cinco equipos descalificados por la UCI no lo fueron por rechazar el GPS obligatorio (no acordado)”, escribió, “sino por no designar a la ciclista que debía llevar el dispositivo y solicitar a la UCI que lo designara”.
La UCI crítica a los equipos
¿Y qué dijo la UCI respecto a la actuación de los equipos? En un comunicado de prensa señalaron: “La decisión de estos equipos de oponerse a las reglas específicas del evento es sorprendente y socava los esfuerzos de la comunidad ciclista por garantizar la seguridad de todos los ciclistas en ruta mediante el desarrollo de esta nueva tecnología. Tal como se indica en el reglamento específico de la prueba y de conformidad con los artículos 1.3.073 y 2.12.007/3.5.3 del Reglamento UCI, los equipos debían designar a un corredor en cuya bicicleta se fijaría el rastreador GPS”.
“Los equipos recibieron explicaciones adicionales durante la reunión de Directores Deportivos previa al evento. La UCI lamenta que algunos equipos se hayan opuesto a la prueba al no designar a una corredora para que lleve el dispositivo de seguimiento, por lo que han optado por ser excluidos del Tour de Romandía Femenino. Ante esta situación, la UCI considerará si se justifican otras medidas de acuerdo con el Reglamento de la UCI”. “Es deplorable presenciar la negativa de ciertos equipos a avanzar juntos para proteger la seguridad de los corredores, y la UCI condena su falta de cooperación”, concluyó el organismo rector del ciclismo.
¿Los intereses comerciales contrapuestos de la UCI y los equipos están detrás de todo?
La pelea también viene por otros motivos: tanto en el Tour de Suiza de este año como en otras carreras como el Tour de France, las escuadras y los organizadores utilizan otro sistema desarrollado por Velon, empresa que realiza sus propios sistemas de telemetría y GPS. Escuadras como Lidl-Trek y Visma precisamente son propietarias de Velon (que obtiene ingresos vendiendo, por ejemplo, el material audiovisual de sus cámaras) y la UCI lo resalta: “Varios de estos equipos son parte de la organización Velon que trabaja en el desarrollo de su propio sistema de GPS. En cambio, aquí la UCI quiso ir por su propia cuenta en búsqueda de una estandarización en la disciplina. Lo cierto es que Velon no participa del Tour de Romandía y la UCI también tiene sus propios intereses comerciales: utilizan trackers de la empresa Swiss Timing en sus carreras.
“A pesar de las numerosas peticiones de los equipos durante los últimos dos días, los comisarios de la UCI no han podido demostrar bajo qué norma UCI específica los equipos están obligados a discriminar a un ciclista sobre los demás en términos de obligaciones (a excepción de una referencia oficial a un correo electrónico del sindicato del equipo), pero aun así han decidido proceder y descalificar a los equipos y a sus corredores”, afirmaron los equipos. “Esta acción viola los derechos de los equipos y corredores, aplica la medida de manera discriminatoria y contradice el compromiso declarado de la UCI de dialogar con las partes interesadas. Siempre estamos a la vanguardia para hacer del ciclismo un deporte más seguro, pero este objetivo debe lograrse mediante la colaboración, no mediante la coerción”, concluyeron.
La carrera siguió adelante
La etapa se completó y siguió adelante con victoria de la española Paula Blasi (UAE Team ADQ) secundada por Urska Zigart (AG Insurance – Soudal). Pero la polémica no terminó y podría tener consecuencias para las próximas carreras del pelotón masculino y femenino.
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