Dos cambios para que el ciclismo sume nuevos espectadores

En los últimos meses un tema de discusión candente en el ciclismo es como hacer que el deporte sume financiamiento sin depender solamente de los sponsors, una cuestión de larga data que no parece tener una resolución fácil. Algunos, por ejemplo, propusieron cobrar entradas en puertos de montaña y otros lugares clave de cada ruta por donde pasa el pelotón. Otros, en cambio, creen necesario que el ciclismo recaude más vía derechos televisivos y que ese dinero no vaya solo a los organizadores sino también a cada uno de los equipos que, hasta hoy, no ven un solo centavo de esos ingresos.

Dos cambios para que el ciclismo sume nuevos espectadores

Lo cierto es que hay una cuestión: los presupuestos de los equipos se duplicaron en los últimos cinco años. La audiencia del deporte también creció, pero no a ese mismo ritmo. ¿Existe la posibilidad de que el ciclismo se esté sobrevaluando y entrando en una burbuja que podría golpear, si los sponsors se dan cuenta que no están obteniendo los retornos suficientes por lo que invirtieron?

Aquí la cuestión es simple: los sponsors consideran a los equipos como una valla publicitaria en movimiento. Así que, cuánto más fanáticos tenga el deporte, mejor. Esto, sin embargo, en ocasiones, choca con una cuestión: el ciclismo no es un deporte que sea muy inteligible para los novatos. Esto se debe a muchas cuestiones, desde las reglas inherentes hasta los calendarios. Sin embargo, más allá de que existe la necesidad de realizar cambios profundos, existen dos pequeñas modificaciones que no tendrían ningún costo y que está al alcance de la mano de cualquier organización de carreras y los encargados de generar la transmisión televisiva.

Perfiles de etapa

Los perfiles de etapa son un elemento esencial para conocer cómo se desarrollará una jornada y cuáles son los puntos claves a los que hay que prestar atención. Sin embargo, todos y cada uno de ellos tienen un grave fallo inherente: cualquiera de sus hitos marcados (puertos de montaña, sprints) son marcados contando desde el kilómetro cero y no, en cambio, respecto a los kilómetros que faltan para el final. Si bien se trata de un diseño muy útil para ciclistas y equipos a la hora de planificar, no lo es para un televidente promedio. El que sintoniza una transmisión televisiva, lo primero que observa es un contador de kilómetros hasta el final, por lo que es lógico que los perfiles (tanto publicados como aquellos que se muestran visualmente por televisión al iniciar una etapa) sea con kilómetros remanentes.

Este problema arrastra a comentaristas y relatores al mismo error. En lugar de señalar donde estará el puerto o el sprint respecto al final de la etapa (por ejemplo, “a 27 km del final”), lo anuncian señalando, por ejemplo, que estará “en el kilómetro 127”. Esto no solo confunde a los espectadores, sino que se les obliga a realizar un cálculo de resta, suponiendo además que saben de antemano cuantos kilómetros en total tiene la etapa. Algo ridículamente contraintuitivo. Se trata de una modificación que no costaría absolutamente nada en hacerlo. Pero que, sin embargo, a día de hoy los organizadores siguen sin implementar. Incluso a más de 15 años de implementarse por televisión contadores permanentes en pantalla con los kilómetros que restan.

Composición de grupos

Tuvo que ocurrir la muerte de una ciclista en un Mundial para que la Unión Ciclística Internacional (UCI) se dignara a colocar GPS en las bicicletas de los corredores de las competencias que organiza. Estos dispositivos, que transmiten la ubicación de los ciclistas en tiempo real, se están implementando lentamente. En algunas carreras, como en el Tour de France, ya se utilizan desde hace algunos años. Los GPS no solo son de mucha ayuda en cuanto a la seguridad de los corredores –ya que permiten detectar si un ciclista se cayó y rápidamente reaccionar frente a estos hechos- sino que también abren una oportunidad en cuanto a las trasmisiones televisivas para saber inmediatamente que ciclistas están en qué grupo.

La información a la hora de seguir una transmisión de ciclismo es esencial, más considerando que, especialmente en etapas de montaña, los corredores están disgregados en múltiples grupos. Sin embargo, para los nuevos seguidores del deporte, esto no suele ser tarea sencilla. Las gráficas o zócalos no detallan quién está en cada grupo. Hay que aguardar hacia el ocasional cambio de cámara para que muestre en una esquina los integrantes del grupo que se enfoca o que los comentaristas lo mencionen explícitamente. Y para esto, se pueden esperar minutos. En la época de la inmediatez, eso no es aceptable.

El poder del GPS (y de un buen diseño)

Es cierto: siempre está la opción de entrar a los “race centers” oficiales o a ProCyclingStats, pero esa información tiene que estar en pantalla. Los espectadores no deberían recurrir a un medio externo para enterarse. La solución pasa por mostrar de forma permanente, o al menos intermitente, los nombres que componen cada grupo. El Giro d´Italia en su edición 2025, como se ve en la captura, comenzó a implementar de forma tímida los nombres de los ciclistas en los recuadros de tiempo y grupos, de forma permanente en pantalla. Sin embargo, se queda corto.

Un formato ideal sería el aplicado por la Maryland Cycling Classic, carrera norteamericana que se desarrolla en agosto. Una torre permanente que muestra a los apellidos de los ciclistas y los tiempos en un costado de la pantalla, de forma similar a la Fórmula 1. Es necesario que aquellos televidentes que apenas sintonicen sepan de un vistazo la situación de carrera y no tener que dar malabares en torno a ello.

Una vez más, la tecnología está. Falta la decisión solamente (Boost Graphics es la encargada de la tecnología en carreras como el Giro d´Italia, el Tour de France y el Mundial en asociación con EMG). Es necesario que el ciclismo salga de algunos dogmas y barreras que impiden que rompa su techo. Y ni siquiera hace falta pensar en temas complejos como vender entradas, fusionar organizadores o reformar radicalmente el calendario.