Mientras INEOS sigue su reconstrucción, el colombiano recibirá otra oportunidad de encabezar la escuadra en el Giro de Italia. El escarabajo compartirá galones con Thymen Arensman, quien en realidad debería ser el jefe de filas único. Egan Bernal volverá a liderar a INEOS en una grande… acompañado.
Egan Bernal volverá a liderar a INEOS en una grande… acompañado
Aún se especula con la llegada de Oscar Onley, cuarto en el último Tour de France, a INEOS. Pero si el británico firma con el equipo tendrá un rol protagónico máximo, algo que no afectará el calendario de Bernal, hoy relegado en la consideración interna en lo que a objetivos deportivos refiere. Por eso, el sudamericano irá al Giro de Italia.
Así lo reportó La Gazzetta dello Sport, siempre ligada a la organización de dicha competencia. Eso sí, Egan no será capo absoluto, como ya sucedió en 2025, cuando compartió con Thymen Arensman, que dicho sea de paso, luego se hundió y dejó solo al escarabajo en la general. Pero se sabe que el neerlandés tiene una proyección superior y es de esperar que en 2026 sea el verdadero patrón de la formación en Italia.
La determinación del conjunto inglés es enviar a esos dos pedalistas por la general en la Corsa Rosa, en tanto que dejan a Onley (su firma es inminente), Carlos Rodríguez y Kevin Vauquelin para la Grande Boucle. Si se confirman las novedades, será la tercera aparición de Bernal en un evento que se le ajusta, ya que lo ganó en 2021 y fue séptimo hace unos meses.
¿Y el futuro?
Por su lado, Arensman fue dos veces sexto y en el Tour 2025 ganó dos etapas en el Tour, atacando mano a mano a Pogacar y Vingegaard en una de ellas, con lo que las expectativas a su alrededor son enormes. Además es joven (26) y un croner top, con lo que cual su potencial es superior al de su compañero, quien quizás ya debería enfocarse en carreras de un día y clásicas, algo en lo que destacó los últimos meses del año.
Un dato no menor es que Egan termina contrato a fin de temporada y está negociando. Habrá que ver si sigue y en qué rol, porque es evidente que aún haciendo todo bien y sin problemas físicos, ya no tiene los vatios que la nueva generación trae en las piernas. Y no hablamos de Pogacar -que le genera rabia, según dijo- o Vingegaard, sino de la pujante camada de Onley, Gee o Lipowitz, a quienes tampoco podría batir escalando mano a mano.
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