El día en el que un ciclista aficionado se infiltró en una clásica

Fue en la Omloop Het Nieuwsblad del año pasado. El día en que un ciclista aficionado se infiltró en una clásica

Esta semana se correrá una nueva edición de la Omloop, dando inicio a la temporada de clásicas de primavera. Pero hace un año se dio una situación insólita y extraordinaria. En el pelotón de la carrera apareció una cara desconocida con una malla blanca. ¿Cómo puede ser si no es una carrera por etapas y no hay malla al mejor joven? Se trataba de un ciclista belga amateur que no pertenecía a ningún equipo y se llamaba Jaro Spitaels.

¿Cómo hizo para meterse junto con nombres como Van Aert?

Su plan era tomar el recorrido antes de que vinieran los ciclistas, según contó a Het Nieuwsblad. Él dice que ignoraba por completo que terminó metido dentro de la carrera.“Salí demasiado tarde. Cuando entré en la ruta en el hospital de Geraardsbergen, pregunté al oficial si podía continuar. Me dijo que era posible. Solo me di cuenta de que algo iba mal cuando llegué a la cima y vi todos los coches de apoyo en la carretera listos para participar en la carrera.”, afirmó.

Así fue como el joven de 20 años se coló junto a las estrellas del ciclismo en la legendaria subida del Kapelmuur. Por increíble que parezca pedaleó en solitario entre el grupo de cabeza y los perseguidores a lo largo del puerto, una cuesta de sólo 475 metros de longitud, pero con una pendiente máxima del 19%. Su presencia pasó algo por desapercibida, ya que Spitaels tiene un físico y una bicicleta similar a los ciclistas del pelotón. Además, en el sillín, llevaba el dorsal 36. Spitaels había corrido una prueba amateur unos días antes y no había quitado la placa con el número para tenerlo de recuerdo. Sólo le delataba el maillot que no pertenecía a ningún equipo.

“Ya era fantástico subir al Muur con todos esos seguidores, pero cuando pienso ahora que estaba realmente en la carrera… Eso es genial”, manifestó.

Desató la ira de los organizadores

Sin embargo, los organizadores no estuvieron muy contentos del hecho. “Al hacer esto no solo se pone en peligro la seguridad de la competición, sino también la propia. El hecho de que el deporte se practique en la vía pública hace que la carrera sea vulnerable. Por eso es bueno que en casi todos los casos podamos contar con todos: los señalizadores, las fuerzas del orden, los servicios de emergencia y el público”, indicó la directora de comunicación de la organizadora Flandes Classics, Annelore Cleuren.

Además, se sembró la duda sobre si la aventura de Spitaels fue sin intención como relata o si realmente quería infiltrarse en la carrera. Lo cierto es que fue una increíble historia para el joven y una experiencia que no olvidará jamás.

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