El Giro deja un corredor sobrevalorado y otro vapuleado en demasía
Otra vez las redes sociales hacen de las suyas. El Giro deja un corredor sobrevalorado y otro vapuleado en demasía
El Giro deja un corredor sobrevalorado y otro vapuleado en demasía
Otra vez las redes sociales hacen de las suyas. El Giro deja un corredor sobrevalorado y otro vapuleado en demasía
(COLUMNA DE OPINIÓN) Por Nahuel Londeix
La llegada de las redes sociales en el deporte acrecentó la exageración y la sobredimensión de las pasiones. Incluso generando opiniones y narrativas en torno a algunos ciclistas que son exageradas y hasta rondan la falsedad. Sin ir más lejos: Isaac del Toro pasó de ser el ganador declarado del Giro a convertirse en un corredor vulnerable a las crisis en la etapa 16 de San Valentino a ser nuevamente el “hermano gemelo” de Tadej Pogacar en la jornada posterior en la que triunfó, incluso haciendo patéticas comparaciones en cuando a sus gestos de triunfo al llegar a meta (poco tiene que ver el gesto de “matador” que realiza “Torito” con el del esloveno). Probablemente, la verdad absoluta, si es que la hay, se encuentra en algo intermedio.
Hoy se cerró una novela con el abandono de Juan Ayuso: la del drama interno de UAE. Está claro que en los equipos hay batallas internas por la jerarquía y, de hecho, si son bien manejadas, son hasta saludables para la escuadra. Sin ir más lejos, Astana –equipo que hace cinco meses estaba virtualmente en segunda división y hoy remontó para evitar el descenso- motiva a sus corredores a una batalla interna entre sí por los puntos UCI. El que más consigue puntos, obtiene un plus a su salario. El resultado: óptimo para todas las partes.
¿UAE se equivocó?
Más allá de todo, la estrategia de UAE se basó en un simple precepto. Mantener a Juan Ayuso arriba en la clasificación. El equipo se aferró hasta último momento con el español esperando una recuperación –tras su fuerte caída en la etapa 10 de gravel a Siena- para la tercera semana que nunca ocurrió. ¿Podrían haber hecho las cosas mejor? Si, por supuesto. Colocar a múltiples líderes sin haberlos utilizado tácticamente –como a Adam Yates o a Brandon McNulty- careció de todo sentido. Es el problema de un equipo con tantos líderes que no quieren oficiar como gregarios (sin embargo, el vulgo considera que Ayuso es el “egoísta que no quiere trabajar por los demás”).
Dejar a Del Toro seguir ganando bonificaciones, como lo hizo en un inicio en algunos sprints intermedios, también era una buena opción pero que no se maximizó. Que Del Toro esté en un puesto similar a Ayuso en la general es beneficioso en cuando a posibilidades de táctica, pese a que se sabe internamente que uno de los dos corredores “no es el elegido”. La doble táctica de Roglic-Vingegaard en la jornada de Granon en el Tour de France sirve como ejemplo, pero lamentablemente las escuadras fracasan en intentar copiarla.
¿El UAE erró en confiar más en Ayuso que en Isaac del Toro? Puede sonar controversial, pero se trata de algo absolutamente comprensible. El español –de tan sólo 22 años- ya demostró en dos grandes vueltas poder ubicarse en tercer y cuarto lugar. Sus credenciales junto a las de Joao Almeida son las mejores en la escuadra detrás de Pogacar. El nivel demostrado en las carreras de principios de año auguraba un salto de nivel para esta temporada: no cualquiera triunfa en Tirreno-Adriático. En los papeles, a inicios del Giro, era el mejor junto a Primoz Roglic.
Una decisión comprensible
En tanto, el joven mexicano es inexperto en estos terrenos. Los gastos innecesarios de energía en las diversas etapas muestran a un corredor que aún no está acostumbrado en como correr carreras de tres semanas. La crisis que tuvo en la primera jornada de alta altitud, final en alto y múltiples puertos muestran que, con el diario de lunes, la decisión inicial de UAE de priorizar a Ayuso era la correcta. Eso no quita que Del Toro pueda alcanzar un nuevo nivel en el futuro próximo y pueda prepararse para una gran vuelta; y que incluso pueda tener alguna chance (lejana) de ganar este Giro. Pero en el ciclismo las cosas se logran de a poco y dándole tiempo al tiempo. Es apenas la segunda temporada del mexicano dentro de UAE. La excepcionalidad de Pogacar está colocando bajo una presión innecesaria a ciclistas de temprana edad como Ayuso y Del Toro, e incluso algunos ya se animan a “retirar” a estos corredores si fallan en ese estadio de la carrera cuando, en la vida real, se trata de ensayo y error.
Las decisiones de los equipos no se deben guiar por los pedidos de gente anónima con un teclado. En ese sentido, Ayuso sufrió una condena desmesurada por razones poco comprensibles: la crítica es totalmente aceptable –frente a la obsecuencia que es muy común especialmente en aquellos que miran con las gafas de nacionalismos- pero en un momento esos cuestionamientos pueden salirse de la raya.
Redes y analistas tóxicos
Al igual que con Wout van Aert en tiempos recientes, Ayuso fue duramente cuestionado e incluso ciertos “fanáticos” (si es que se pueden llamar así) se mostraron bastante felices con ver al español sufrir durante las últimas dos jornadas, previo a su abandono. Ese tipo de actitudes no deberían tener lugar en un deporte, más con corredores que dejan todo a un lado por meses para prepararse frente a un objetivo que en una fracción de segundo, queda absolutamente en cenizas. Es admirable que los ciclistas pueden recuperarase de estos golpes anímicos que no cualquiera puede afrontar.
Repetidamente se ha señalado que Ayuso es “egoísta” y diversos calificativos del género. Es cierto: su actitud al no tomar el relevo para Tadej Pogacar en el Galibier lo dejó marcado. Desde entonces todos sus ojos se posan sobre él: no ayuda a que el español nunca clarificó ese momento, posiblemente por algún bozal que puso la escuadra sobre sus declaraciones. Pero, desde entonces, se amplificó ese momento llegando a niveles de ridiculez, incluso criticándolo por presuntas acciones equivocadas (¿Cuáles?) que hizo en este Giro y en otras competencias. La toxicidad que se genera en redes –rememoremos cuando se tildó injustamente a Primoz Roglic y a Jonas Vingegaard de “traidores” en la Vuelta 2023, incluso en transmisiones televisivas- es insólita. Personas que llegaron a entrevistarlo lo consideran como un ciclista inteligente y lejando a como se lo caracteriza en la realidad. Fue, de hecho, el único en el pelotón en alzar la voz contra la negligencia de la UCI en la muerte de Muriel Furrer en Zurich 2024.
No sabemos si los ciclistas leen los comentarios en internet y de ciertos “analistas”. La decisión de Juan Ayuso de continuar en carrera pese a no estar en condiciones de hacerlo, puede estar relacionada. Demostrar algo cuando no había necesidad de demostrar nada. Lo curioso es que a los críticos les puede salir el tiro por la culata: Juan Ayuso podría ser el villano de una historia mal contada. Y desde ya, eso, junto a los ciclistas que enfrentan adversidades, son las historias que más atraen del ciclismo, mucho más, probablemente, de aquellos invencibles que no conocen la derrota.
El peligro de caer en la sobrevaloración
Pero, al igual que la creación de una imagen retorcida para el lado negativo, también ocurren para la positiva. Meses atrás se señaló que, con Tom Pidcock, tendríamos a un gran rival para clásicas y para grandes vueltas, simplemente por triunfar en el AlUla Tour, una carrera de relativo bajo nivel y rivalidades, algo que ya habíamos advertido al repasar dicha competencia.
Poco se entiende de aún de lo que fue el desentendimiento del inglés con INEOS. Parecía que, uno de los motivos, era que era obligado a hacer clasificaciones generales. Sin embargo, su decisión de hacer general en el Giro con el Q36.5, parece dejar atrás esa razón. Pidcock creía que con sus resultados podría tener prioridad frente a un consolidado Carlos Rodríguez, lo cual es un sin sentido.
La realidad es que Pidcock fue una de las grandes decepciones de este Giro. Fue obstinado por la general con un anecdótico top-20 en lugar de competir por etapas, en donde sería más exitoso. Mientras tanto, su formación ocupa un lugar que otras escuadras con mayor profundidad y competitividad como Uno-X podrían ocupar. Hasta ahora lo único relevante de la escuadra fue una acción absolutamente indebida a lo Dylan Groenewegen de su sprinter, Matteo Moschetti a Olav Kooij en la etapa a Nápoles.
Nuevamente, y al igual que con Ayuso, el de Pidcock es el caso de una percepción equivocada o exagerada, siendo uno de los corredores con mayor ratio de entrevistas vs. resultados obtenidos. La decisión de la Vuelta a España de invitar a su equipo por Pidcock cuando el propio Pidcock admitió días atrás que probablemente estará ausente es otra muestra de guiarse por el fervor del momento y por un sistema de invitaciones que, como señalamos semanas atrás, no premia al mérito.
Únete al canal de WhatsApp de Ciclismo Internacional
Ingresa a nuestro foro de Telegram
Puedes encontrarnos en Instagram
No te pierdas #CiclismoInterTV en YouTube
¿Te gusta lo que hacemos? síguenos en @CiclismoInter
Súmate en Facebook: Ciclismo Internacional
Copyright © 2012-2025 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved
La gente y sus comentarios, tildan a EGO Ayuso como el tóxico, Del Toro, infravalorado y por necesidad, soltaron los caballos del U. A. E para que les gane el Giro y en estos 4 años venideros de gran producción, esperan el dominio de Pogi, Almeida y Del Toro que terminarán apostando por este último.
Pidcock muy bueno en MTB, pero en Ciclocross y en la ruta cuando se topa con los gigantes para los manos a manos, se desaparece o queda muy lejos.
Ayuso tiene su ego pero tampoco me parece tan malo como algunos lo pintan en las redes sociales, para mi es que aún es muy inmaduro y no falla en la consistencia, punto que puede mejorar, lo malo es que la prensa amarillista de su país, como el MARCA, tampoco lo ayuda.
Pidcock siempre me pareció sobrevalorado, por más que gano un Giro sub23 sobrado. Pero nunca lo he visto en ese segundo o tercero escalón que la prensa europea lo quiso poner. Y es que el ciclismo es medio injusto. Se retiran hombres del Visma como Krujiente o Kelderman sin victorias importantes y este Pidcock, gracias a una fugan se gana Alpe de Huez.