Por Oscar Trujillo Marín
El humorista eslovaco Peter Sagan ha hecho un alto en el camino de su celebrada campaña de promoción del Giro de Italia. Tras aparecer en varios sketchs donde se autoparodia, pero caracterizado en alguno de los más reconocidos íconos y también tópicos de la cultura transalpina, Peter se dedicará por unos meses a uno de sus pasatiempos favoritos: la bicicleta.
Como todos los amantes del humor negro y absurdo sabemos, el cómico eslovaco, en sus ratos libres que le deja su carrera artística, suele ser un entusiasta y temible clown de la bicicleta. Gracias a ese hobby que practica “como por hacer algo de deporte” según sus propias palabras, ha ganado tres mundiales de ciclismo de manera insultante, ha sido siete veces el más regular en la ronda gala, vistiendo con esa versátil fiabilidad la camiseta verde en el Tour de Francia; se ha llevado monumentos, etapas para aburrir, trofeos como el mejor -a punta de pala- y, salvo en alta montaña, es muy bueno en todo; es capaz de ganar en cualquier terreno: bajada, sobre piedras, al sprint, etc. También es capaz de ganar en el terreno de la actuación, como es apenas lógico.
Debido al desafortunado parón de la industria del espectáculo en toda Europa, este año Peter no tendrá más remedio que aparcar sus celebradas actuaciones como showman, renunciar a sus surrealistas entrevistas y delirantes performances tipo Monty Phyton y se verá obligado a competir subido en una bici contra profesionales serios y muy circunspectos (Sagan también tiene que comer y pagar facturas a fin de mes, mantener un chiquillo, como cualquier hijo de vecino)
Su calendario en ese aburridor mundo del ciclismo profesional de élite (hace poco declaró que le hartaba, le aburría sobre manera ya) empieza el primero de agosto en la Strade Bianche: también asistirá al Tour de Francia y debutara a los 30 años en el Giro, desdeñando varias clásicas en esta singular temporada.
Pero, ¿a quién le importa el Sagan profesional de la bicicleta? cuando lo que él disfruta realmente es con el Sagan sutil e irónico comediante, con el Sagan de las respuestas hilarantes y más aún con el anónimo Free styler amateur que comparte en sus redes acrobacias, piruetas, descensos de vértigo, donde con la libertad de un adolescente temerario demuestra por qué es uno de los mejores humoristas del mundo en destreza habilidad y dominio de la máquina. Por supuesto, gracias a eso, de rebote, por qué ha ganado tantas carreras importantes y es una leyenda viva del ciclismo. Sagan ha hecho de su transgresor, divertido y ecléctico estilo una marca, y una marca muy, muy ganadora.
https://www.youtube.com/watch?v=4OLwylxBbEQ
Oscar Trujillo Marín
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