¿El secreto para llegar al podio del Tour? “No miro el potenciómetro”

Florian Lipowitz (Red Bull - Bora) (LOIC VENANCE/AFP via Getty Images)

Florian Lipowitz, con su tercer puesto tanto en Dauphiné como en el Tour de France por detrás de Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, fue una de las grandes sensaciones del año, convirtiéndose en la Grande Boucle en el primer alemán en ganar la clasificación de mejor joven desde Jan Ulrich. Lo que pocos saben es uno de sus secretos para afrontar mentalmente esa gesta: no mirar el potenciómetro.

De gregario a líder

Pero, más allá de su rendimiento, lo más destacado es como enfrentó Lipowitz esta altísima presión con serenidad y muy bajo perfil, conforme avanzaban ambas carreras. Algunos incluso creen que el año próximo, dentro de Red Bull, el joven alemán será más capaz de enfrentar a Pogacar y Vingegaard que su nuevo compañero, Remco Evenepoel.  “Intenté no demostrarlo, pero llegar a París fue sin duda un gran alivio”, declaró Lipowitz a Ramp Table Talk, según citó Eurosport. “Antes de que empezara el Tour, no me había marcado grandes objetivos; solo quería aguantar las tres semanas y llegar a París. Fue solo en la segunda semana cuando empecé a ver que podía luchar por un puesto entre los cinco primeros, quizá incluso por el podio, y claro, eso añade un poco de presión”, comentó.

¿El secreto para llegar al podio del Tour? “No miro el potenciómetro”

Previamente Lipowtiz comentó que, en la primera semana, había cumplido un rol de gregario de Primoz Roglic y que recién en la segunda semana, precisamente, le habían dado un rol libre.  Pero más allá de la serenidad en cómo afrontar el Tour, hay otro secreto más del ex triatleta: correr por instinto. “No miro el potenciómetro ni uso pulsómetro. Si viera que mi pulso está 15 pulsaciones más alto que en los entrenamientos, pensaría en ello durante toda la carrera. Así que ignoro todo eso y simplemente corro por sensaciones; es la mejor manera para mí”, reveló. Algo muy poco habitual hoy en día entre los ciclistas, especialmente entre aquellos que llegan al podio de una gran vuelta.

“Uno sabe que has entrenado bien y los números son buenos. Pero para mí, la sensación correcta solo llega cuando quedan cinco corredores en el grupo de cabeza y yo sigo ahí. Ahí es cuando sé que todo está en orden”, concluyó Lipowitz que tuvo un largo descanso de seis semanas y que recién ahora está volviendo con la bicicleta pensando en el 2026, año en donde ya confirmó su intención de volver al Tour.


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