El sindicato ciclista critica la fusión Lotto-Intermarché: “Debieron comunicarlo meses atrás”

Pelotón Tour de France / Foto ASO

La fusión de Lotto e Intermarché para la próxima temporada avanza y aguarda la aprobación de la UCI, según un mail interno del equipo de la lotería belga del jueves pasado. El movimiento, necesario ante la imposibilidad de ambos equipos de seguir por propia cuenta, trajo gran preocupación a ciclistas y staff. 16 ciclistas, más de la mitad del número de un equipo WorldTour, fueron informados que no serán tenidos en cuenta y quedaron sin contrato para el año próximo.

El sindicato ciclista critica la fusión Lotto-Intermarché

Esto derivó a un duro cuestionamiento de Adam Hansen, presidente de la CPA (Asociación de Ciclistas Profesionales), organismo que oficia como representación de los derechos de los corredores. “Los corredores merecían conocer su situación, y deberían haberlo sabido hace meses”, escribió en la red social X, explicando incluso que varios ciclistas se enteraron a través de él de que no tendrían contrato para la próxima temporada. Algunos de ellos pensaban que su futuro estaba asegurado. “Eso es lo que los equipos habían comunicado. La CPA no debería ser quien diera este tipo de noticias”, criticó.

Si bien el mercado de transferencias se abre el 1 de agosto, la gran mayoría de los contratos se negocia antes de esa fecha, por lo que, los ciclistas sin contrato del equipo fusionado terminaron con poco tiempo y margen de maniobra de cara a su futuro. “En la CPA, no estamos contentos con la situación. Todos saben que ambos equipos tienen 44 contratos entre ellos y que solo hay 30 plazas disponibles. Tuve una llamada con la UCI y ambos equipos, donde dejé claro que quería ver una lista de los treinta corredores que permanecerían en el equipo y, por lo tanto, también quería saber qué corredores ya no tenían plaza.”, agregó.

Una situación “desgarradora”

La situación, según Hansen, es “desgarradora” y pone de relieve la necesidad de un sistema más sólido para proteger los derechos de los ciclistas. “Necesitamos colaborar estrechamente con la UCI para crear un protocolo más sólido que realmente proteja a los ciclistas en estas situaciones”. Sugirió que las futuras fusiones solo deberían aprobarse si todos los ciclistas tienen una plaza confirmada en el nuevo equipo o una oferta garantizada en otro equipo. Eso sí. Hansen no menciona si Lotto e Intermarché podrían haber continuado individualmente sin la fusión. Los problemas financieros y falta de patrocinadores, especialmente del segundo equipo, podría haber derivado en su quiebra, lo cual hubiera dejado incluso a más ciclistas sin empleo.

En ese sentido, Hansen elogió que ambas escuadras pudieron encontrar una solución que garantice la continuidad del equipo en el próximo año. También reconoció la presión financiera general que enfrenta el ciclismo, señalando que varios equipos luchan por mantenerse a flote. “Cuatro equipos casi se retiran esta temporada”, escribió haciendo mención al cierre de Arkéa (WorldTour) y Wagner Bazin (ProTeam), “así que es positivo que dos hayan podido unirse y permitir que uno continúe”.

Además de la falta de llega de patrocinadores que pueden reforzar a estos equipos del fondo de la tabla, los equipos top cada vez cuentan con más presupuesto: si hace 5 años atrás un equipo del WorldTour podría sobrevivir (y hasta ser competitivo) con entre 10 y 15 millones de euros anuales, esa cifra hoy es absolutamente insuficiente. El listón se movió demasiado arriba y pocos equipos se pueden adaptar a este nuevo escenario.

¿Cambios en las tarjetas amarillas?

Tras referirse a la fusión, Hansen hizo referencia a otras cuestiones en la que trabajará la CPA. Uno de los elementos a analizar serán las tarjetas amarillas que se otorgan al provocar situaciones peligrosas en las carreras. El sistema, tal como señalamos cuando Danny van Poppel recibió su cuarta amarilla sin ninguna suspensión, funciona pero es demasiado benigno en su actual implementación.

“Los velocistas, por naturaleza, tienen más probabilidades de recibir tarjetas amarillas debido a que los sprints están regulados de forma muy estricta. Necesitamos una lista de referencia clara de lo que es aceptable y lo que no”, dice Hansen, quién destacó que los incidentes por culpa del propio ciclista se han reducido un 25 % en comparación con el año pasado. “He hablado con varios velocistas sobre la creación de un Manual del Sprint y les gusta la idea: una guía sencilla y clara que describe en pocas palabras qué está permitido y qué no en un sprint. El objetivo es que sea fácil de entender y coherente para todos”, adelantó.


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