Entrenamiento en altura. ¿Existe realmente el beneficio?
Por Emiliano Carricondo
La mayoría de los equipos de élite eligen concentrarse en la altura al menos una vez al año. ¿Cuál es el objetivo?
Al someternos a la hipoxia, los riñones sintetizan mayor cantidad de EPO y, de esta manera, hay mayor estimulación sobre la médula ósea y aumento del número de glóbulos rojos y de Hemoglobina.
Las estancias en la altura, principalmente mayor a 2000-2500 msnm, cumplen esta función ya que la presión del O2 es menor. Además del beneficio de mayor Hemoglobina, y por ende mayor transporte de oxígeno, se plantean otros beneficios adicionales como mayor mioglobina muscular, mayor número de mitocondrias, etc.
Hasta ahora todo suena muy lógico, pero en la práctica no siempre es así. A pesar de ser una estrategia muy extendida en todas las disciplinas la evidencia científica no es tan firme. Si bien hay numerosos estudios, los mismos tiene problemas metodológicos, el número de corredores estudiados es escaso y los resultados disímiles.
¿Tendrán los equipos profesionales medido en sus atletas los efectos de la altura? Yo creo que sí, y por supuesto no lo publican. Se sabe que todas las personas responden diferente a la hipoxia dependiendo de cuestiones genéticas y adquiridas.
Otras de las cuestiones importantes es cómo administrar los tiempos; es decir, se puede hacer estancias en la altura pero los entrenamientos hacerlos a nivel del mar (“vive alto, entrena bajo”); o estar y entrenar en la altura (“vive y entrena en la altura”). Hay defensores y detractores de ambas ideas.
Existen problemas del entrenamiento en altura: Mayor deshidratación, mayor metabolismo anaeróbico con mayor consumo de carbohidratos vs grasas, la hiperventilación genera menor bicarbonato en sangre con menor capacidad de compensar el lactato y potencial daño de tejidos, teniendo que disminuir la intensidad de entrenamiento.
Por lo tanto, se recomienda luego de estar en la altura completar entrenamientos de mayor intensidad a nivel del mar unas semanas. Esto se debe a que en la altura no se pueden lograr intensidades como en el plano y se regularían los eventuales problemas generados por la hipoxia. Por eso muchos plantean estar en la altura con entrenamientos ligeros y bajar a nivel del mar para intensificar los mismos. Otra de las teorías es la hipoxia intermitente subiendo y bajando varias veces, siempre con mayor intensidad en el bajo. Una forma más simple y (¿económica?) son las cámaras hipóxicas en las cuales se puede dormir con menos oxígeno sin tener que mudarse a la altura.
Como conclusión, en teoría el beneficio existe, quedan interrogantes en cuanto al tiempo en la altura, los niveles de entrenamiento y la distancia en días con los objetivos de carrera. No todos los corredores tendrían la misma respuesta y por eso vemos que no todos en un mismo equipo tienen las mismas estrategias de entrenamiento.
Emiliano Carricondo. Médico; Matrícula: MN 129813¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y TwitterSumate en facebook: Ciclismo Internacional
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Habría que analizar si lo escrito en este artículo aplica para todos. Imagino que estos estudios fueron realizados con personas que viven a baja altitud. La pregunta es si aplica para los deportistas que toda su vida han vivido en altura.
Aníbal su pregunta es muy interesante.
Los llamados altureños, los casos más estudiados son los habitantes de la puna y los tibetanos, no está claro que tengan mayor rendimiento deportivo, más aún, hay personas que terminan con problemas médicos serios (este es un tema que escapa de lo puramente deportivo).
Aquellos que vivieron toda la vida en la altura, cuando van al llano no tendrían mayor rendimiento, y sus niveles de Hemoglobina bajan en unos meses cuando se establecen en el llano.