Acabado el Tour de France que Tadej Pogacar arrasó, emergieron las dudas de gran parte del ambiente, tal como sucedió el año pasado con Jonas Vingegaard y con prácticamente cada campeón del evento las últimas décadas. El ciclismo es esclavo de su historia y es inevitable que esto ocurra.

Terminó otra edición del Tour de France y, por cuarto año consecutivo, Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard se repartieron los honores peleando por el título un par de escalones por encima del resto. Pero, ¿cuál es la diferencia real entre ellos?

En una época en la que todo se mide meticulosamente, desde la alimentación y el peso de los corredores a la limpieza de los aires acondicionados en el hotel, parece increíble que aún haya historias como la narrada por el filósofo Guillaume Martin.

Poco después de que sus declaraciones respecto a Tadej Pogacar y su “canibalismo” para ganar etapas explotaran en la prensa, el director deportivo de Visma Lease a Bike salió al paso de quienes acusan de tramposo al esloveno.

Uno de los tópicos más conversados en la historia del ciclismo es la preparación física, no sólo para quienes intentan conseguir el doblete Giro-Tour, el más complicado de obtener, sino en términos generales, por la eterna persecución de ese punto extra que eleve el rendimiento.

Muchas veces los corredores se quejan de los análisis respecto a sus actuaciones, pero en ocasiones ellos mismos no se ayudan declarando. Tal el caso del español Enric Mas, que penó en el Tour de France y ahora afirma que quiere ganar la Vuelta a España.

La rutina se reitera cada año cuando el campeón del Tour de France ya celebra vestido de amarillo y debe ponerse a responder preguntas sobre el dopaje. Y como cada año, el vencedor niega cualquier tipo de situación prohibida. Claro está, muchísimos de esos campeones mentían, por lo que es entendible que se mantengan las…

Terminó el Tour de France y los principales favoritos no decepcionaron. Aún con el accidente que tuvo, Jonas Vingegaard estuvo a la altura de las circunstancias y luchó por la general casi hasta el final, dejando una imagen heroica que perdurará por años.

Remco Evenepoel era uno de los más felices en el podio final del Tour. El belga llegó al evento rodeado de dudas respecto a sus dotes como vueltómano y no sólo no sufrió la tan temida debacle sino que se dio el lujo de atacar buscando el segundo escalón.

Los equipos que lideran el ciclismo actual son UAE y Visma, y no lo hacen sólo por sus recursos económicos sino porque saben cómo invertirlos. Entre los aspectos en los que ponen más énfasis está la visualización de jóvenes talentos, algo en lo que los árabes tienen un punto extra gracias a Matxin.

Era difícil que Enric Mas peleara por el Tour de France, pero llegó con libertad por si las piernas respondían. Finalmente primó la lógica y el balear se hundió, apareciendo recién la última semana para meterse en las fugas, una suerte de nuevo rol que, aparentemente, no será definitivo.